La chatarra será clave para el futuro del precio del acero en México

El precio del acero utilizado en industrias clave, como la automotriz, estará vinculado a los precios de la chatarra

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Ciudad de México — Entre agosto de 2020 y julio de 2021, los precios del acero en México vivieron una recuperación que no había sido vista en años, con alzas de 200% para el caso del acero plano y de 85% para el acero largo, una tendencia que comenzó a enfriarse en la segunda mitad del año pasado, conforme se incrementó la oferta y la demanda comenzó a desinflarse.

Hacia el futuro, el precio de este insumo utilizado en industrias clave para México, como la automotriz, estará vinculado a los precios de la chatarra, una materia prima que comenzará a tomar cada vez mayor relevancia conforme se camine hacia una industria siderúrgica más verde.

“Es un tema que debemos de seguir siempre. La chatarra es la materia prima que está ganando espacio en el contexto global”, dijo Adriana Carvalho, editora gerente para América Latina en S&P Global Platts a Bloomberg Línea en diciembre.

Poco más del 30% del acero que se fabrica en México se produce con chatarra, que en buena medida se importa desde Estados Unidos.

Como referencia, a nivel mundial el líder en la importación y uso de chatarra es Turquía. Este país utiliza más del 80% de la chatarra en su producción siderúrgica, de acuerdo con The Bureau of International Recycling, un organismo internacional que aglutina a empresas y asociaciones nacionales de reciclaje.

El precio de la chatarra es sensible a la capacidad de recolección, un proceso en el que intervienen diversos factores como los efectos meteorológicos, que hacen que los precios de la chatarra proveniente de EE.UU. suban en el invierno.

“Los molinos están intentando subir los precios. Ya están visualizando esta presión de la chatarra”, agregó Carvalho, el mes pasado.

Analistas consideran que si bien el mercado mundial de la chatarra será ajustado a inicios de 2022, ante la baja oferta. El suministro de la chatarra comenzará a aumentar a la par de la recuperación de la industria automotriz.

“Todo el mundo habla de escasez de chatarra porque los hornos eléctricos están aumentando la capacidad y la demanda de chatarra, pero no hay escasez de chatarra obsoleta”, dijo John Anton, director de Precios y Compras de IHS Markit, en una nota de S&P Global Platts, publicada a principios de enero. “Hay mucha chatarra obsoleta, solo hay que ir un poco más lejos para conseguirla”.

La perspectiva hacia finales de 2022 e inicios de 2023 considera una perspectiva bajista en el mercado internacional de chatarra, ante una mayor oferta principalmente proveniente de China.

La chatarra es utilizada en hornos de arco eléctrico (EAF por sus siglas en inglés), que son menos intensivos en la generación de emisiones contaminantes.

Esto está impulsando a que exportadores y entidad financieras impongan condiciones para garantizar la sustentabilidad. Por ejemplo, a la Unión Europea a emitir legislación que en 2024 vinculará la exportación de su chatarra a auditorías externas que garanticen su manejo sustentable en terceros países.

En México, BBVA México, el principal banco del país, firmó en octubre con la acerera Gerdau Corsa un convenio de sustentabilidad sobre un contrato de crédito para la importación de chatarra como materia prima, por un monto de US$60 millones de dólares.

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