Buenos Aires — Con circulación comunitaria de la variante Ómicron en la Argentina, la cantidad de casos de coronavirus se acelera y, de hecho, el país ya superó la barrera de los 100.000 casos diarios.
Sin embargo, Hugo Pizzi, médico infectólogo y profesor de la Universidad Nacional de Córdoba, anticipa que la cantidad de contagios continuará en ascenso, dado que el país todavía no alcanzó el pico. “El desafío es el hecho incontrastable de que estamos en presencia de una variante que se aúna a la anterior y las dos son de una velocidad de contagio increíble”, alertó el especialista.
La siguiente conversación fue editada por motivos de extensión y claridad.
Bloomberg Línea: ¿Cómo evalúa la situación actual?
Hugo Pizzi: El desafío es el hecho incontrastable de que estamos en presencia de una variante que se aúna a la anterior y las dos son de una velocidad de contagio increíble. En medicina, desde chicos, aprendíamos que lo más contagioso que existía en todos los libros era el sarampión. Yo creo que el sarampión quedó chiquito. Ómicron, es en segundos, y Delta, es por lo menos 35, 45 segundos.
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Usted había anticipado que los casos iban a subir de manera marcada, ¿qué lo llevó a hacer ese pronóstico?
Pertenecemos a la Universidad Nacional de Córdoba, que tiene un instituto de observación general y predictivo. Fundamentalmente, lo empezamos a utilizar con las enfermedades tropicales que llegaron con el calentamiento global y, a partir de ese momento, siempre pedimos ayuda cuando tenemos alguna duda. Además, trabajamos mucho con Alemania, que tiene otra universidad que se anima a eso. Nosotros advertimos en la época en la que Córdoba apareció con un gran número y todo el mundo pensaba que era el centro. Era una equivocación. Córdoba había detectado porque hacía el 50 y después el 30% de todos los testeos del país. Ahí dije que se había que multiplicar por cuatro o por cinco.
¿Se puede hacer un cálculo respecto de cuántos casos hay sin testear?
Es difícil. Si hay una cola muy larga y demora mucho en llegar a que le hagan a alguien el testeo, se puede contagiar. Si no tiene síntomas, pero tiene la sensación o es contacto estrecho, directamente se aísla, se hidrata y una vez que pasa determinada cantidad de días, se reintegra. De lo contrario, es muy riesgoso. He estado con la epidemia de Ébola, llevé el protocolo argentino del “mal de los rastrojos”, he estado en el Amazonas con la malaria, he estado en el H1N1 en el Instituto Malbrán, en todas las pestes que se pueda imaginar y nunca he visto esto. Además, nunca vi tanta falta de solidaridad y empatía. Lo más curioso son los “antivacunas”, que cuando están enfermos, vienen presurosos pidiendo auxilio. El otro día, médicos italianos me contaron que un youtuber con 25 millones de seguidores casi se muere y pidió disculpas en silla de ruedas con respirador artificial. Igual, creo que el mundo los está cercando.
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¿Se llegó al pico de contagios?
Falta. Esto es una cosa impredecible, pero sabemos que va a llegar. Nos debe faltar un poco más de la mitad. Será a finales de enero o un poco más tarde. Al panorama no lo veo tan claro. Para mí, está en medio de una nebulosa. Cada día estoy más agobiado. No sólo yo, somos 60 personas en enfermedades tropicales. Hay gente que ha renunciado, gente que ha muerto, incluyendo a personal de enfermería y limpieza.
Teniendo en cuenta la difícil situación, ¿qué ocurre con la curva de muertes?
En general, la gente que se muere no está vacunada. Además, hay alguno que otro que está mal vacunado, con una sola dosis. Eso también nos llamó mucho la atención. Creíamos que había un gran porcentaje con vacunas chinas que estaban vacunados con las dos dosis y todos los distritos tienen 20.000, 15.000 o 12.000 personas que se pusieron la primera dosis y no fueron más. Eso es indiferencia.
¿Y en el corto plazo habrá un incremento significativo de fallecimientos?
Tiene que haber más muertes porque hay mucha gente que está internada, luchando por su vida y a lo mejor están 40, 45 días así. Puede ser. Por más que sean cepas que circulan rápidamente, tanto Delta que puede quebrar la salud, como la otra, si se encuentra con una persona con comorbilidad, el riesgo está. Lógicamente, algo va a subir. Desde Italia me dicen, por ejemplo, que todas las terapias están llenas, pero son todos no vacunados.
¿Ve bien la implementación del autotest? ¿Es confiable?
Absolutamente. Lo están manejando muy bien. Es muy interesante en el sentido de que descongestiona. Lo mismo que hace Córdoba, que incorporó 500 farmacias para que vacunen y hagan test, y así se descongestionan las filas. Hay que salir de esta situación.
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