Sergio Garrido no estuvo solo. El liderazgo del nuevo gobernador por la oposición en Barinas estuvo acompañado de otras figuras regionales como Freddy Superlano y Julio César Reyes, quienes se encargaron de fortalecer la estructura que logró ponerle fin a 23 años de mandato chavista en la cuna de su fundador.
Garrido, de 54 años de edad, secretario del partido Acción Democrática (AD) en la entidad, puede ser considerado un outsider en la política nacional, pero no en su región. Su camino en cargos públicos, su discurso y hasta su forma de vestir tuvieron un impacto en la campaña electoral, que evitó convertir la elección en un plebiscito, lo que luego se tradujo en victoria.
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La Plataforma Unitaria supo aprovechar el desgaste de la dinastía Chávez en el estado, abandonado por el partido oficial, y concentró su esfuerzo en garantizarles un cambio. Para el profesor Ricardo Sucre, de la Escuela de Estudios Políticos de la Universidad Central de Venezuela (UCV), las declaraciones desde el comando de campaña de la MUD, liderado por Superlano, fueron siempre las acertadas bajo esta línea.
“Las regiones, quizás Barinas es el ejemplo, se revelaron contra una estrategia de la presión y el quiebre, que no ha funcionado. Dirán: ‘En Caracas están bien, pero aquí tenemos que echarle pichón a esto’. La realidad en Barinas es que están sin luz, sin gasolina, sin gas, influyó entonces que las estructuras decidieron construir sus propias candidaturas y lograron descartar influencias”, dijo el politólogo en entrevista con Bloomberg Línea.
Sucre también atribuyó el resultado favorecedor a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) el haber elegido una candidatura propia de Barinas, en lugar de otros nombres caraqueños. Arreaza, designado por el chavismo en sustitución de Argenis Chávez, aunque intentó durante su campaña acercarse al electorado, su lugar de origen le costó algunos votos. Ocurrió lo propio con Claudio Fermín, que pese a ser oriundo de Barinas, su figura está relacionada con la política en la capital.
“El liderazgo de esa región logró poner a raya las presiones de Caracas en imponer un candidato o en plebiscitar la elección, no cayeron en el discurso insurreccional, no fue dominante. La impresión que dio Garrido es de un señor de la zona, su forma de ser, alguien con los que barineses pudieron vincularse”, agregó.
En cifras
Con una participación de 51,89%, el Consejo Nacional Electoral (CNE) confirmó una caída de 6% en la abstención, en comparación con el proceso electoral del 21 de noviembre, anulado en Barinas por decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ante la disputa por la pequeña brecha en los resultados.
“La gente en noviembre votó desconociendo si se ganaría o no, con convicción pero también con incertidumbre sobre lo qué ocurriría, y se dieron cuenta que podían ganar y ganaron y eso motivó”, comentó el profesor Sucre en relación a este incremento en la asistencia del electorado, que a su juicio evidenció además un cansancio sobre la familia Chávez.
Garrido, electo en 2021 como diputado al Consejo Legislativo de Barinas con el apoyo de tres tarjetas: MUD, Un Nuevo Tiempo y Convergencia, las que también respaldaron la entonces candidatura de Superlano, contó esta vez con la suma de cinco partidos más, algunos de la Alianza Democrática. Esa unificación contrarrestó el intento de dividir los votos opositores con otras aspiraciones, como la de Claudio Fermín.
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Arreaza, por su parte, obtuvo más votaciones que su contrincante en apenas 2 de los 12 municipios en Barinas, con una diferencia de 2.649 votos en el municipio Alberto Arvelo y una ventaja de 2.808 votos en el municipio Arismendi.
Y aunque la disputa roja no trascendió en la inscripción del candidato y los votos estuvieron así concentrados bajo los partidos que conforman el Gran Polo Patriótico, liderados por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en las calles, el conflicto entre Arreaza y los Chávez sí estuvo a la vista, con polémicas declaraciones de ambas partes.
El gran reto de Garrido y su equipo de gobierno a partir de su juramentación estará atado a la postura que tomen frente a la administración de Nicolás Maduro. “El chavismo, creo que está consciente de que no puede seguir gobernando con una imposición permanente, pero por supuesto depende de la oposición. Si Garrido comienza con el discurso para salir de Maduro, le van a imponer un protector y van a actuar”, apuntó Sucre.