Ciudad de México — El mercado laboral en México perdió flexibilidad con la reforma de outsourcing que entró en vigor a finales de abril de 2021, ya que al fijar nuevas reglas se restringió la contratación de personal en el contexto de una generación de empleos formales insuficientes y un aumento en la informalidad, dijo Mónica Flores, presidenta de ManpowerGroup Latinoamérica.
“Sí hubo un cambio fundamental y ese es que se quitó flexibilidad al mercado laboral y eso va a implicar una mayor dificultad para generar más empleos formales, se quitó la posibilidad a las organizaciones de la flexibilidad para adaptarse a los ciclos productivos con contratación de personal eventual”.
En entrevista con Bloomberg Línea, indicó que los mercados laborales en el mundo apuestan a la flexibilidad, lo que no debería ser excepción en México, en donde se requiere generar 1.2 millones de empleos que se demandan cada año para poder absorber a los jóvenes que se integran a la Población Económicamente Activa (PEA).
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Refirió que de acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), antes de la reforma de outsourcing había 5.2 millones de trabajadores registrados en empresas de subcontratación, de los cuales 4.3 millones quedan vigentes en el instituto, pero el resto ya no lo está y posiblemente migró a la informalidad o esquemas de honorarios.
De los 4.3 millones vigentes en el IMSS, 1.4 quedan en empresas de subcontratación y casi 3 millones fueron contratados por el contratante.
“Sí es cierto que ya se recuperó el número de empleos que se perdieron durante la pandemia, pero no quiere decir que se estén generando empleos, la informalidad sigue creciendo y el sector servicios sigue teniendo problemas para generar empleos formales, además vamos rezagados en las oportunidades de los jóvenes”.
Flores dijo que en los meses de implementación de la reforma que regula la subcontratación, tampoco se ha detectado que se acaben las malas prácticas en los diferentes esquemas de contratación, por el contrario, es probable que los evasores de obligaciones patronales hayan encontrado ya nuevas formas de eludir al fisco.
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Explicó que la intención inicial del gobierno era acabar con las malas prácticas de evasión fiscal, de evasión de responsabilidades patronales y de abusos hacia el trabajador, lo que fue apoyado de forma general, sin embargo, la reforma fue más allá y terminó por poner restricciones para dar flexibilidad al empleo.
“Me parece que se pudieron haber acabado esas malas prácticas de otra manera, porque aun con la reforma, siguen existiendo y ya hay nuevas formas de evasión. Mucha gente que estaba en empleos formales, ahora con las restricciones de esta reforma, se fueron a la informalidad u otros esquemas que no contribuyen a la seguridad social”.
Cuestionada sobre si se puede hablar de que la reforma de outsourcing es un cambio estructural en el mercado laboral, como afirma el Gobierno, dijo que para hablar de un giro estructural deberá pasar más tiempo.
“Por estructural yo no entiendo que con eso se acaben las malas prácticas, ese cambio no se dio definitivamente, ni con este cambio se están creando más empleos formales. Si vemos las estadísticas, la informalidad sigue creciendo y pasó de 55,4% al cierre del primer semestre de 2021 a 55,6% en octubre”
Sobre la pérdida de empleo formal durante los meses de diciembre de cada año, Flores dijo que a final de año se dan de baja puestos de trabajo del IMSS no porque estuvieran en empresas de subcontratación, sino porque se trata de empleos que se cancelan porque se termina la temporada navideña, se concluyen ciclos de producción y se cierran inventarios.
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