Miembro de Banxico advierte sobre dominancia fiscal en postura de no subir tasa

En las minutas de la reunión de diciembre, un integrante de la Junta de Gobierno dijo que era necesario asumir un enfoque de política monetaria más robusto

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Ciudad de México — Un miembro de la Junta de Gobierno de Banco de México (Banxico) advirtió sobre una dominancia fiscal en la postura de no subir la tasa de interés porque tendría efectos en el gasto público, ya que esa idea podría perjudicar el funcionamiento de la política monetaria.

De acuerdo con la minuta de la reunión de política monetaria del pasado 16 de diciembre, en la que la mayoría de los miembros decidió subir en 50 puntos la tasa de interés para dejarla en un nivel de 5,50%, dos miembros de la Junta de Gobierno mostraron su postura sobre que el banco mande señales claras de su compromiso con bajar la inflación.

En contraste, el subgobernador Gerardo Esquivel, quien votó por subir la tasa de interés en solo 25 puntos base, mostró su preocupación porque el alza en el referencial, en una magnitud de 50 puntos, pueda repercutir en el crecimiento del país.

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Un miembro de la Junta de Gobierno expresó que la autonomía de Banco de México, la imposibilidad de financiar al Gobierno y el buen actuar de las finanzas públicas ha impedido caer en una dominancia fiscal.

Sin embargo, advirtió que “el argumento de no subir la tasa porque tendría un efecto sobre el gasto público vía un incremento en el costo financiero podría introducir elementos de dominancia fiscal que perjudicarían el buen funcionamiento de la política monetaria”.

En este sentido, resaltó que resulta fundamental mandar señales claras de cumplimiento del mandato prioritario para preservar la credibilidad de la institución.

Otro miembro señaló que, ante el aumento en la velocidad del retiro del programa de compras de activos de la Reserva Federal, los datos observados en la inflación, y el deterioro de las expectativas, es necesario actuar con mayor firmeza para propiciar el anclaje de las expectativas de inflación.

Destacó que el reforzamiento monetario iniciado este año pretendía actuar de manera preventiva a posibles efectos de segundo orden, un desanclaje de las expectativas de inflación y una contaminación en la formación de precios del país, y que con este objetivo se había aumentado la tasa de interés en 100 puntos base.

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Por otro lado, Esquivel también dijo que el reforzamiento de la política monetaria debe ser moderado, ya que una postura demasiado restrictiva tendría diversas implicaciones negativas y agregó que debe evitarse una visión “cortoplacista” que reaccione mecánicamente con incrementos de tasas ante cualquier choque.

Señaló que entender y comunicar adecuadamente la naturaleza del actual fenómeno inflacionario es crucial, el cual se explica por factores exógenos que comenzarán a desvanecerse en meses subsecuentes sin que hubiese sido necesario un excesivo apretamiento prematuro de las condiciones monetarias locales.

“Los incrementos continuos en tasas no impidieron que la inflación aumentara a niveles no vistos en dos décadas. La razón es que el origen de este episodio es predominantemente externo. El argumento de control de las expectativas que ha justificado los aumentos ha sido desmentido en los hechos, pues las de corto plazo no han dejado de subir a pesar de los incrementos”.

Esquivel enfatizó que, en perspectiva, “debe considerarse que adelantarse demasiado al proceso de normalización de la Reserva Federal nos pone en riesgo de caer en una trampa de bajo crecimiento e inestabilidad financiera”.

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