Bloomberg — El plan de México para detener las exportaciones de crudo para 2023 podría frenar el tamaño de su gigantesca cobertura de petróleo y ayudar a impulsar los precios a largo plazo.
Cada año, México participa en una de las negociaciones más grandes y reservadas del mercado del crudo, fijando los precios de sus exportaciones netas. El acuerdo convierte a la Secretaría de Hacienda en uno de los mayores vendedores de contratos petroleros durante los próximos 12 meses.
Pero la semana pasada, la petrolera estatal, Petróleos Mexicanos, anunció que recortará en 2022 sus exportaciones en más de la mitad y que les pondrá fin en 2023.
Incluso si el plan para alcanzar la autosuficiencia de combustible falla, el impulso para reducir las exportaciones probablemente significará una cobertura más pequeña en el futuro. Eso, a su vez, reducirá el volumen de derivados del petróleo que vende México en los próximos años.
“Si esto resulta ser cierto, eliminará a uno de los mayores vendedores de petróleo crudo back-end”, dijo Thibaut Remoundos, fundador de Commodities Trading Corporation, que asesora sobre estrategias de cobertura. Finalmente, eso haría que el movimiento sea alcista para los precios del crudo a más largo plazo, indicó.
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Los productores como México actúan como un tope natural para los precios en los últimos meses de la curva de futuros porque son vendedores y buscan un seguro en caso de que bajen los precios del crudo. Sin eso, la curva de futuros podría ser más susceptible a los aumentos repentinos de los precios, dijeron operadores y analistas.
El objetivo de exportaciones de México es ambicioso. El país latinoamericano carece de capacidad de procesamiento para convertir su petróleo en productos refinados, por lo que un cese total de las exportaciones sería una gran sorpresa.
Sin embargo, su producción de crudo ha caído en los últimos cinco años, lo que sugiere que será necesario cubrir un volumen menor de exportaciones.
Si la cobertura se detuviera por completo, tendría un impacto significativo en el mercado de opciones, dijeron operadores y distribuidores.
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Por ejemplo, la compra de opciones de venta, que le dan al tenedor el derecho de vender a un precio y un tiempo predeterminados, es una forma popular para que los productores, incluido México, protejan la producción.
Por lo general, esto hace que las opciones de venta sean más valiosas que las opciones de compra alcistas. Pero la ausencia de México podría agitar el mercado y hacer que esas opciones sean menos valiosas.
A principios de noviembre, la Secretaría de Hacienda de México se estaba protegiendo para 2022 a un rango de precios de entre US$60 y US$65 el barril, dijeron personas familiarizadas con el asunto en ese momento.
Pemex tiene una cobertura separada más pequeña, en tanto que los datos comerciales de opciones de petróleo sugieren que la compañía estuvo activa recientemente.
La Secretaría de Hacienda no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre esta historia.
En el pasado, la cobertura la Secretaría de Hacienda ha sido muy rentable. La secretaría ganó US$2.380 millones en 2020, el año en que se desplomaron los precios del petróleo y más de US$6.000 millones en 2016.
También tiene el potencial de agitar el mercado del petróleo cuando los precios caen bruscamente, como durante la caída de US$10 en noviembre del año pasado.
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