Bloomberg — Los funcionarios de la Reserva Federal se están preparando para actuar más rápido que la última vez que endurecieron la política monetaria, en un intento de evitar que la economía estadounidense se recaliente en medio de una alta inflación y un empleo casi pleno.
Las perspectivas de otro año de crecimiento por encima del límite de velocidad de la economía, y con una inflación ya fuerte y un mayor balance general que está suprimiendo los costos de los préstamos a largo plazo, “podría justificar un ritmo potencialmente más rápido de la normalización de la tasa de política”, decían las minutas de la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) de diciembre 14-15, el miércoles.
Los mercados financieros interpretaron los comentarios como unos que transmiten de manera inequívoca un tono hawkish (partidario de política monetaria restrictiva). Los operadores elevaron las apuestas sobre una subida de las tasas de interés tan pronto como en marzo a una probabilidad de alrededor del 80%, mientras que el índice bursátil S&P 500 se desplomó un 1,9% al cierre, la mayor caída en más de un mes.
Los funcionarios también consideraron que el momento de la reducción del balance de US$8,8 billones es probablemente “más cercano al de la subida de las tasas de interés que en la experiencia anterior del comité”, según las actas. Los economistas de JPMorgan Chase & Co. esperan que ese proceso comience en septiembre.
Los detalles del giro de la Fed hacia una lucha más agresiva contra la inflación sugieren que mostrará mayor urgencia y agilidad que el gradualismo del pasado. También indicaron un deseo de aplastar la percepción del mercado de que el banco central está perdiendo el control sobre la subida de los precios.
El aumento anual del 5,7% en el indicador de inflación preferido por la Reserva Federal en noviembre superó el objetivo del 2% por noveno mes consecutivo, echando por tierra sus anteriores predicciones de que los aumentos de precios se moderarían a medida que se resolvieran los problemas de la cadena de suministro.
Mientras tanto, se prevé que un informe del gobierno del viernes muestre que la tasa de desempleo cayó en diciembre a un nuevo mínimo pandémico del 4,1%, una cifra cercana a lo que los funcionarios de la Fed consideran consistente con el pleno empleo.
“Están librando una batalla diferente en este caso”, dijo Priya Misra, jefe global de estrategia de tasas en TD Securities en Nueva York. “Nos están diciendo por qué: Es la inflación y también es que estamos más cerca del pleno empleo”.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, y otros funcionarios tienen previsto abordar las perspectivas durante la próxima semana, antes de su reunión del 25 y 26 de enero, donde podrían señalar la posibilidad de un movimiento en marzo. Los responsables de formular políticas monetarias aún no han hecho comentarios detallados sobre cómo ven el impacto del aumento de las infecciones de Covid-19 relacionadas con la variante ómicron.
Lo que dice Bloomberg Economics...
Las minutas mostraron que el FOMC se está uniendo en torno a la opinión de que la economía está preparada para una retirada generalizada de la postura monetaria acomodaticia y es poco probable que la variante ómicron la frene. Creemos que el riesgo de subida de tasas en la reunión de marzo ha aumentado sustancialmente, y seguiremos de cerca las palabras de la Fed antes de la reunión de enero en busca de nuevas indicaciones.
Anna Wong (economista)
Durante las dos últimas décadas, los ciclos de endurecimiento monetario de la Fed han sido graduales y predecibles, empezando por los aumentos de ritmo “medidos” de la década de 2000. Después de la crisis financiera, la Fed tuvo un comienzo lento, ya que la caída de las economías internacionales y la inflación demasiado baja, combinada con una recuperación agónica y sin empleo, justificaban la cautela.
En 2018, sin embargo, el banco central se encontraba en un ritmo constante de cuatro subidas al año.
“Estamos acostumbrados a este ciclo de tipos muy telegrafiado, de un cuarto de punto, muy predecible”, dijo Vincent Reinhart, exjefe de la división de asuntos monetarios de la Fed. “Ahora tenemos un elemento de puesta al día, por lo que quieren ser vistos como ágiles”.
“En la práctica, eso significa señalar que una subida de tasas potencialmente podría ir seguida de otra en la siguiente reunión, sin comprometerse plenamente a ello”, dijo Reinhart, ahora economista jefe de Dreyfus y Mellon.
En la reunión de diciembre, los funcionarios de la Fed preveían tres subidas de un cuarto de punto en 2022, según la mediana del dot plot (gráfica de puntos) del banco central.
Una fórmula desarrollada por Bloomberg Economics, sin embargo, “sugiere fuertemente que es más probable que la trayectoria anticipada de la tasa de fondos se revise al alza que a la baja”, escribió el execonomista de la Fed David Wilcox, director de investigación económica de Estados Unidos en Bloomberg, en una nota el miércoles.
La reunión mostró que los funcionarios de la Fed recibieron un informe de los miembros del personal sobre cuestiones relacionadas con la normalización del balance general del banco central después de usar billones de dólares estadounidenses para comprar bonos. Durante el último ciclo de subida de tasas en la década de 2010, la Fed esperó casi dos años después del primer alza para empezar a recortar la tenencia de activos.
Esta vez, “los participantes juzgaron que el momento adecuado para la reducción del balance general probablemente sería más cercano al de la subida de las tasas de interés que en la experiencia anterior del comité”, dicen las actas.
Además, “algunos participantes juzgaron que una cantidad significativa de reducción del balance podría ser apropiada durante el proceso de normalización”.
Las minutas ofrecieron algo de claridad sobre la opinión de los funcionarios sobre el pleno empleo, la variable que ahora determinará el momento de la subida de tasas. Aparte de la tasa de desempleo, el comité ha estado debatiendo si la oferta de mano de obra, representada por la tasa de participación, podría repuntar a medida que las empresas se esfuerzan por encontrar trabajadores.
La tasa de participación de las personas en edad de trabajar se situó en noviembre en el 81,8%, por debajo del máximo de la última expansión, el 83%, registrado en enero de 2020.
Las minutas señalan que “varios” funcionarios consideraron que la recuperación total de la participación tardará más de lo previsto, lo que indica que la economía ya está lo suficientemente cerca de lo que consideran el pleno empleo.
Además, “muchos participantes consideraron que la economía estadounidense estaba avanzando rápidamente hacia el objetivo de pleno empleo del comité”, según las minutas.
“El Comité ha comprendido por fin el hecho cada vez más evidente de que el mercado laboral está muy ajustado”, dijo Stephen Stanley, economista jefe de Amherst Pierpont Securities.
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Este artículo fue traducido por Andrea González