El mandato de Juan Guaidó fue extendido por un año más tras sesiones extraordinarias de la Asamblea Nacional electa en 2015 a principios de enero. La gestión del gobierno interino, que se enfrenta a las amenazas de Nicolás Maduro y a una oposición fragmentada, debe lidiar también con otros desafíos políticos y sobre todo económicos, en medio del respaldo que sigue ofreciéndole Estados Unidos para el control de los activos recuperados en el exterior.
La popularidad del líder opositor venezolano, a casi tres años de su juramentación se ha visto disminuida y se convierte entonces en uno de los principales retos, de acuerdo al analista político Oswaldo Ramírez Colina, director de ORC Consultores. Elevar sus niveles de conexión con los venezolanos ante la necesidad de ofrecerles liderazgo en la búsqueda hacia condiciones electorales propicias.
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“Viene un período de necesidad de articulación de tejido social y político bastante fuerte para efectos de poder lograr esas condiciones electorales ansiadas, mejores que las de 2021, pero a la vez poder sacar de esa situación de orfandad al pueblo venezolano, que siente que no existe liderazgo de ninguna naturaleza. Elevar esa percepción espontánea, que está en 10 puntos, donde compiten todos los liderazgos, aunque luego si es superada con creces en los estudios, con la pregunta inducida”, explica Ramírez Colina a Bloomberg Línea.
La articulación de la cooperación internacional así como la asistencia de los países que respaldan a Guaidó en el camino de resolver la crisis humanitaria en el país, bien sea a través de presión financiera o de otra índole, son resaltados por el especialista en política, al referirse a un segundo desafío, que permita “destrancar la crisis política y la protección de activos, en lo que fueron enfáticos durante la sesión, que sería tomada como una de las tareas más importantes”.
Ramírez también considera necesario retomar el proceso de negociación, lo que resultaría significativo para avanzar en función de esfuerzos que logren resolver la crisis social y política, además de liderazgo. Y sobre ese punto, reposa además la base de construir una oposición más sólida, que unifique a los adversarios de la administración de Nicolás Maduro, que evite digregaciones de las fuerzas.
Lo político por encima de lo económico
Para Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, la temática económica estaría fuera de los límites de las capacidades de Guaidó y su gobierno para un impacto de mayor relevancia en el país. La falta de control sobre el territorio y las instituciones es una de las razones que rescata Alarcón, quien además ve fantasiosa la expresión de un acuerdo entre Guaidó y Maduro para mejorar la situación del país, tomando en cuenta que el Estado realmente es controlado por Maduro.
“Tratar de hacer algo en lo económico es perder el foco. Eso no puede mejorar si no hay cambios sustanciales en las políticas económicas y no las vas a haber si no hay cambios sustanciales en la política. El manejo de lo económico termina siendo un medio de control político de alguna manera para el gobierno, una cosa no va a cambiar sin que cambie la otra”, indica Alarcón.
Programas que establezcan pagos adicionales al personal de salud o a los pensionados, bien sea con el uso de los activos recuperados, tendría un efecto pasajero o un impacto pequeño, de poca incidencia, de acuerdo a lo que comenta el director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno. En ese sentido, puntualiza como mayor reto el mantener el liderazgo dentro de la oposición, que hasta el último estudio en julio de 2020, se encontraba Guaidó a la cabeza.
Recuperar Monómeros
El caso de Monómeros Colombo Venezolanos, filial de la Petroquímica de Venezuela (Pequiven) en Colombia, que se convirtió en un escándalo para la administración de Guaidó, cuestionado por la falta de transparencia, debería ser resuelto, a partir de una investigación imparcial, donde quienes tengan responsabilidad, la terminen asumiendo. Así lo considera Benigno Alarcón, en conversación con Bloomberg Línea.
Añade que aunque resulta dificil en medio de la falta de poder en tribunales del país, se puede acceder a la justicia colombiana, para que se llegue a las conclusiones necesarias, con los involucrados correspondientes. “Esperaría que Guaidó apoyara cualquier acción que aclarara esta situación de Monómeros, quienes tengan responsabilidad deberían pagar, pero eso implica que debe haber un órgano de administración de justicia”, sostiene.
La amenaza latente de Maduro
La continua amenaza del chavismo contra Guaidó y la persecución emprendida hacia los diputados de la Asamblea Nacional electa en 2015, se convierte igualmente en un desafío que no debe dejarse a un lado.
“Si el gobierno de Maduro de alguna manera percibe que ir contra Guaidó no empeora su situación, lo va a hacer, yo creo que hasta ahora no se han atrevido porque sienten que sigue teniendo un respaldo internacional, por lo menos de EEUU y algunos países europeos”, explica Alarcón, al destacar que este elemento se traduce en una espada de Damocles.
Esta, que podría ser una acción ejemplarizante, no deja de ser un riesgo latente para Guaidó y los integrantes detrás de su gestión, quienes en gran medida se mantienen en Venezuela, pese a ello.