Walter Bayly: “La preocupación en Perú es cómo mejorar la calidad del sector público”

Bayly dejó la gerencia general de Credicorp Ltd. y pasó la posta a Gianfranco Ferrari este mes de enero. Conversó con Bloomberg Línea sobre su trayectoria

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Lima — En sus casi 30 años como parte del grupo Credicorp, el banquero Walter Bayly reconoce haber tenido momentos buenos, no tan buenos y también malos. Fue por muchos años gerente general del Banco de Crédito del Perú (BCP), la institución financiera más grande del país, y como CEO de Credicorp Ltd. ha liderado la expansión de la compañía hacia otras regiones como Bolivia, Colombia y Chile.

Lo que siempre me dio mucha fuerza para seguir es el tremendo compromiso que he visto en todos los colaboradores de Credicorp, Es una organización con gente espectacular, muy identificada con la organización y orgullosos de trabajar en una empresa con un nivel profesional muy alto. Eso me dio mucha fuerza en los momentos más difíciles”, comenta Bayly a Bloomberg Línea, antes de despedirse del cargo de gerente general de la empresa este último mes del 2021 para entregarle la posta a Gianfranco Ferrari. En esta entrevista, Bayly revela cómo deja a una de las compañías más grandes del país y lo que se vendría este 2022.

Han pasado más de tres años desde que asumió como CEO de Credicorp, pero usted se retira de la corporación después de casi tres décadas. Si hablamos de estos últimos años, ¿qué logros diría que ha alcanzado en este cargo y cómo cierra esta etapa?

Una de las cosas de las que me siento más orgulloso, sin duda, es haber metido e involucrado a Credicorp en el mundo de las microfinanzas. Hay razones no solo de negocio, sino también la tremenda cantidad de personas que participan en el mundo de la informalidad; ello presenta un reto importante sobre cómo incluirlos financieramente. La presencia de Credicorp en la economía peruana estaría incompleta si no estamos en este segmento. Incluso en los primeros años que fui gerente general del BCP varias veces tratamos de involucrarnos en microfinanzas a través del banco, y cada vez que llegábamos a esos clientes o subían nuestros costos o la morosidad volaba. Tuvimos la suerte de que nos saliera la venta de una empresa que se llamaba Edificar, la compramos y aprendimos muchísimo; luego apareció Mibanco, lo compramos y fusionamos ambas empresas. Ahora estamos también en Colombia. Por ello dejar a Credicorp con una presencia relevante en microfinanzas en Perú es algo que me enorgullece. (Las microfinanzas) se ha convertido en uno de los negocios de mayor potencial de internacionalización.

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¿Hay potenciales mercados que hayan estudiado para llegar con Credicorp en lo que respecta a microfinanzas?

México, sin duda. En México hay solo una microfinanciera, que es más chica que Mibanco en un país seis veces más grande que Perú. No hay un campeón nacional. Hay espacio y hay un montón de jugadores chicos. En Colombia Credicorp ya es 9% del mercado de microfinanzas y aspira a llegar a un 20%-25% del mercado.

Si hablamos del ecosistema de microfinanzas de Perú, considerando que el gobierno ha expresado su intención de intervenir en el mercado financiero con el Banco de la Nación en zonas donde no hay oferta financiera formal actualmente, ¿por qué considera que no ha podido penetrar esa oferta a estas zonas donde sí hay necesidades financieras? ¿Se podrían formar alianzas entre el sector privado y público para lograr este fin?

Esas alianzas existen desde hace años. Incluso antes de comprar Edificar, ya tenía y continúa teniendo una alianza con el Banco de la Nación. Pero si Credicorp no ha llegado a lugares es porque la rentabilidad no nos da. Es muy importante entender que para que las microfinanzas funcionen tienen que ser sostenibles, no pueden vivir como un subsidio. Hay lugares donde el costo de distribución se vuelve tan alto que no permite que sea viable el negocio.

El año pasado entró en vigencia la norma que pone topes a las tasas de interés del sistema financiero. ¿Qué tanto ha impactado esta medida de forma negativa y cómo incide en las posibilidades de expansión del sistema a nivel nacional?

La última vez que revisé la información, son 780 mil personas que abandonaron el sistema financiero producto del tope de las tasas de interés. El caso donde la empresa lo vivió con mayor tiempo es Colombia, que también tiene un esquema de topes de tasas. La competencia de la compañía en Colombia no son los otros bancos sino los prestamistas informales. El reto es cómo bajar los costos de tal manera que se puede competir con los prestamistas informales que son enormes en Colombia.

¿Es más grande este mercado informal financiero allá que en Perú?

Sí, porque el tope de la tasa de interés en Colombia es más bajo.

¿Qué tanto en Perú la competencia se ha dado por el lado informal?

Acá se da competencia desde ambos lados. Hay una muy buena competencia de las Cajas que tienen presencia relevante, de algunas financieras, pero también hay un potencial de crecimiento muy grande si se logra capturar a esa gran cantidad de personas que están en la economía informal. Hay un mercado muy interesante ahí.

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¿Qué tanto la pandemia cambió o aceleró las expectativas que usted tenía sobre la compañía y el manejo de la misma, así como los planes de Credicorp en el mediano y largo plazo?

Cuando vino la pandemia nuestra primera preocupación fue nuestra gente. Dimos información sobre cómo cuidarse ellos y a su familia, como primer foco. El segundo foco fue cómo mantener la continuidad operativa con nuestros colaboradores trabajando en las sucursales: el BCP, Mibanco, y Pacífico Seguros, como organizaciones sistémicas, no podían dejar de operar. Montar toda la ingeniería para funcionar de forma remota nos tomó sorpresivamente poco tiempo pero sí algunos días, y había riesgos cibernéticos que tener en cuenta. Después nos enfocamos en ver que nuestros clientes tuvieran acceso a los servicios del banco y a los préstamos o renovaciones; y finalmente, analizamos cómo ayudar a la sociedad.

Luego vino la preocupación sobre lo que podría pasar con las carteras de crédito. Buscamos un conjunto de data histórica de situaciones en las cuales se dio una caída muy brusca en el PBI, como cuando se dio la crisis por Lehman Brothers y el Perú pasó de crecer 9% a 0%. Ese era un punto de referencia: qué pasó entonces con las tarjetas de crédito, préstamos, y diferentes segmentos u productos dada esa caída. También encontramos otras experiencias como cuando se dio el Fenómeno de El Niño en el norte, cuando la caída del PBI regional fue inmensa. En base a eso desarrollamos data pensando qué podría pasar en las carteras de crédito de las instituciones financieras de Credicorp. Fuimos muy agresivos en generar provisiones para estar sólidos y enfrentar el deterioro que podría venirse en las carteras. Lo que no pudimos incorporar en el modelo fue el tremendo impacto positivo que tuvo Reactiva Perú (créditos garantizados por el gobierno durante la pandemia) en las empresas y los retiros de las AFP en las personas. El monto de provisiones que hicimos fue muy conservador y la salida de la crisis para nosotros ha sido muy rápida porque estábamos tremendamente provisionados. La economía la vemos rebotando bien, así que Credicorp se mantiene bastante tranquila.

¿Qué tanto ha disminuido el uso de efectivo en el Perú a raíz de la pandemia y del incremento en el uso de canales digitales para realizar transferencias o pagos?

Ha caído el manejo de efectivo en la economía formal, pero sigue siendo sumamente alto -casi 90% de la economía informal-. En la formal, es casi nada. Los medios de pago se han hecho muy accesibles para montos pequeños con todas las diferentes billeteras digitales. En el mundo formal el efectivo tiene un rol mucho menor; aunque aún hay una tarea pendiente en el mundo informal.

¿Cómo cerró el 2021 Yape y qué perspectivas tienen al 2022?

Yape estuvo en 8 millones de clientes al cierre del 2021 y la meta del 2022 que dejé es 10 millones de clientes. Ya no estaré en la empresa, pero puedo decir que la forma en que estos modelos de negocio disruptivos crecen es, primero, encontrar un punto de dolor del cliente. El punto de dolor a través del cual Yape creció son los pagos persona a persona. Si querías pasarle 15 soles a una persona, era un relajo. Es en base a eso que escaló, pero luego se fueron añadiendo funcionalidades. Yape ya tiene su billetera electrónica; está realizando préstamos; se le va añadiendo funcionalidades poco a poco y esa es la ruta por la que está yendo.

Considerando el impacto de la pandemia fuera de Perú, ¿qué tanto cambiaron los planes de expansión e inversiones de Credicorp? ¿Qué se viene?

Antes de contestar esa pregunta, debo decir que no se ha comentado lo suficiente el tremendo impacto positivo que tuvieron las compañías de seguro de vida durante la pandemia. La cantidad de pagos que hicieron fue tremenda. Nosotros pagamos 500 millones de soles a familias que lamentablemente tuvieron a un fallecido. En el portafolio de seguros de vida que dentro de Pacífico es lo más importante, somos muy buenos en lo que se conoce como desgravamen: cuando tomas un crédito de algún tipo, si por alguna razón falleces la deuda no la hereda nadie sino que se paga automáticamente. No se ha comentado lo suficiente ese impacto muy grande que ocasionó a Credicorp pérdidas inmensas, pero es el negocio y ha contribuido.

Contestando ahora la pregunta, Credicorp hizo revisiones estratégicas en todos los negocios y países en los que está. No hay ningún cambio estratégico pero ha sucedido que las inversiones se van a comprimir en un período de tiempo mucho más pequeño para acelerar la realidad de la mayor utilización de los medios digitales por parte de los clientes. Todo se acelera.

¿Qué oportunidades de inversión todavía identifica en los países donde tienen inversiones y en general en Latinoamérica? ¿Qué tanto los contextos políticos han afectado a la región?

En los más de 130 años que el BCP tiene de vida, la empresa ha pasado por todas las situaciones políticas, guerras, desastres naturales y no naturales, etc., y es una institución comprometida en los países en los que está. Seguirá invirtiendo y no hay absolutamente ningún cambio. Habrá movimiento táctico pero no cambia ni la estrategia, ni nada. Visité recientemente Chile y Colombia, países que admiro mucho, y como el Perú ellos están pasando un momento en el que el péndulo se mueve de un lugar a otro, pero así es la vida. No por eso vamos a dejar de hacer las cosas que queremos hacer. Los clientes y la presencia de la empresa le da un propósito.

Una de las críticas que se hacen del sistema financiero en Perú es que se “concentre” la competencia en cuatro grandes competidores del sector bancario. ¿Cómo toma usted estos comentarios? ¿Qué diferencia al sistema financiero peruano del de sus pares regionales?

No hay ninguna diferencia. Si ves la concentración que hay en Colombia son cuatro bancos, y en Chile son cuatro bancos los más grandes. El tamaño de nuestros países es relativamente más pequeño y no da lugar a que haya 25 bancos porque serían todos chiquitos, y eso no es bueno para nada. Ahora, a pesar de ello acá hay una competencia bancaria tremenda. Muchas veces se habla de que hay una concentración y es cierto que hay pocos jugadores, pero eso no quiere decir que no hay competencia. El mercado de hipotecas en el cual Credicorp está es tremendamente competitivo y hay 45 jugadores. Todas las Cajas colocan hipotecas. Hay poco conocimiento del detalle sobre la dinámica competitiva real cuando se habla de concentración. Nunca me ha quitado el sueño. Esa concentración se da en Turquía, Perú, Brasil y en todos lados. Hay competidores que regionalmente son incluso más grandes que el Banco de Crédito. Ninguno de los que participamos en el mercado financiero sentimos que hay falta de competencia.

La entrada de las fintech también fue bastante disruptiva. ¿Qué tanto Credicorp ha visto potencial en seguir invirtiendo en estas tecnologías o incluso en aliarse o adquirir distintas operaciones?

Creo que es tremendamente relevante hacia el futuro de Credicorp el éxito en desarrollar y escalar estos modelos de negocio disruptivos. Estamos permanentemente viendo en todo el mundo qué modelos aparecen y cuáles podrían ser relevantes para ser aplicados en nuestros mercados. Una de las ventajas del Perú es que no es el mercado más interesante: por escala en América Latina si alguien desarrolla un negocio disruptivo o súper creativo em algún mercado, suele mirar primero a Brasil, Argentina, México o Colombia. Siempre tememos un poco de tiempo de ver qué funciona y qué desarrollamos. Estos modelos de negocio digitales se desarrollan, algunos, dentro de Credicorp, pero también se tiene a Krealo que como unidad busca traer estos modelos disruptivos si no están siendo desarrollados por la institución madre en ese segmento para complementarlo y estar preparados. Lo que no queremos que pase es que vengan de un tercero. La empresa está invirtiendo mucho en eso. De todas maneras el futuro va por ahí.

CONTEXTO POLÍTICO

Hubo mucho temor en el sector privado con la llegada de Pedro Castillo a la presidencia. ¿Usted percibe que efectivamente se ha dado moderación frente a lo que antes se pensaba que podía representar su gestión?

Poco a poco seguirá transparentando las iniciativas de este gobierno. Pero mi preocupación no es si el gobierno es de izquierda o derecha, sino cómo mejoramos la calidad de la administración pública en general. Esto es un legado que viene de hace años, no es de este gobierno. No hay ningún proyecto o iniciativa relevante que pueda transformar a este país que no pase por alguna entidad del Estado. En la medida que no tengamos personal y ejecutivos que sienta que trabajar para el Estado es una carrera y opción válida, o no haya capacidad de atraer talento, siempre vamos a tener una ejecución limitada. Muchas veces se asignan recursos a diversas unidades y no se terminan de utilizar porque no hay el equipo necesario detrás. La principal preocupación para mí es si seremos capaces algún día de tener un aparato administrativo del Estado que sea eficiente. No nos han faltado recursos, pero tenemos un sistema de salud con deficiencias tremendas que se evidenciaron en esta crisis, un sistema de educación que podría mejorar muchísimo... Eso para mí es más relevante que el movimiento político que haya en el corto plazo.

¿Cuál es el balance que haría de los primeros meses de gobierno de Pedro Castillo?

Evidentemente es una situación compleja. Nuestros países requieren reformas estructurales importantes. En la medida en que no seamos capaces de enfrentar y ejecutar esas reformas tan necesarias y evidentes -mejora del sistema judicial, salud, educación, capacidad de ejecución del Estado-, vamos a seguir teniendo estas volatilidades. En vez de enfocarme si sucedió tal o cual problema político este mes, me enfoco en cómo construimos las capacidades para que nuestro país pueda dar el siguiente salto, independientemente de si el gobierno tiene una tendencia u otra. Me da tranquilidad ver que parece que se mantendrá un manejo monetario prudente y consistente a lo largo del tiempo y desde el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) hubo compromisos para que el Perú mantenga su grado de inversión. Veo un buen grado de manejo ortodoxo de las variables macroeconómicas que nos han dado tranquilidad en el mediano plazo.

¿En algún momento desde Credicorp analizaron algún escenario en el que pudieran darse nacionalizaciones o estatizaciones, como temía el sector privado? ¿Vieron esta como una posibilidad?

Evidentemente lo analizamos pero no parece muy realista que algo de eso pueda suceder, por el simple sentido de que nacionalizar cuesta. Perú es un país que está metido en el mundo a través de tratados bilaterales y multilaterales internacionales, así como sujeto a arbitrajes bajo foros y cortes internacionales. Si uno quiere expropiar la industria minera, el Perú no tiene suficiente plata. Si se quisiera expropiar la industria del gas se van la mitad de las reservas. No parece muy viable o realista pensar en escenarios de nacionalización.

No sería tan realista entonces que en el sector privado se tema por esto.

Bueno, por cada vez que se menciona evidentemente todo el mundo se preocupa. Pero si haces doble click, te sientes más tranquilo.

Hace poco su sucesor Gianfranco Ferrari ha sido incorporado al caso Lava Jato por la Fiscalía. ¿Cómo vienen avanzando estos casos que han involucrado al BCP en investigaciones fiscales aquí en Perú?

Estamos colaborando con la justicia. Conozco a Gianfranco y conozco el caso, he trabajado con él hace 25 años y no tengo la menor preocupación o duda sobre su comportamiento. Es una persona tremendamente ética y tendrá que someterse a todo lo que tenga que hacer. Tengo suprema confianza en él.

¿Hubo cambios en la institución para evitar que situaciones así ocurran en el presente o futuro?

Una de las iniciativas más relevantes que hemos empezado en los últimos años es de los criterios ESG (Environmental, social and corporate governance). Lo que tiene que ver con gobernanza fue un proyecto muy interesante que tomamos hace año y medio. Si bien los sistemas de gobierno de Credicorp se mantuvieron igual desde que se creó el holding, con el tiempo la estructura empresarial de la compañía se multiplicó por 15. Pero los esquemas de gobierno no habían evolucionado. Se trajo una consultoría externa de una compañía inglesa y se hizo una revisión total del modelo de gobierno de la firma. Así, adaptamos todo a los nuevos estándares y también a la nueva realidad de Credicorp. Creo que con eso se han creado las bases para un crecimiento muy sólido de la empresa.

En línea con el ESG, algo que está cobrando mucha importancia a nivel internacional, hay una evidente tendencia a hacer que las empresas sean más sostenibles en todos los ámbitos. ¿Qué tanto Credicorp también apuesta por esto a largo plazo?

Si nos enfocamos en el criterio social (S), que es cómo Credicorp y sus subsidiarias interactúan y cómo se relacionan con la sociedad, esto tiene mucha relevancia en nuestros países y en el mundo donde se está viendo una polarización muy grande. Todas las unidades de Credicorp siempre tuvieron mucha participación con un conjunto de programas -ABC de la Banca, programas de capacitación, etc.-, y lo que hicimos fue ponerle un paraguas muy grande a todos estos proyectos; asegurarnos que cada uno de los proyectos de las subsidiarias engranen con este gran paraguas. Pusimos métricas muy puntales en un conjunto de temas.

En lo tercero que es el ambiente (E) aún estamos un poco más atrasados. Tenemos una relevancia en la medida que a través de nuestros préstamos y de nuestra cartera de crédito se puede impactar indirectamente al medio ambiente. Estamos aprendiendo y buscando buenas experiencias en el mundo porque también se trata de cómo financiamos la transición; de cómo ayudar a que otros se transformen.

¿Qué filtros se pueden colocar ahí para filtrar de forma adecuada a los clientes con los que se trabaja?

Se están desarrollando buenas prácticas a nivel internacional, aunque no hay en el mundo un conjunto específico de medidas. Creicorp está participando en varios espacios donde se están desarrollando nomenclaturas y prácticas homogéneas para podernos medir, compararnos y establecer benchmarks entre las empresas. El holding además se ha comprometido a ser carbono neutral a partir del 2032 y ya tiene algunas que lo son sin compensación como Prima y Pacífico.

Hay a nivel global muchas amenazas en el ámbito de ciberseguridad financiera. ¿Qué tanto han invertido en esta parte para evitar estos problemas, y qué tanto más se puede hacer para proteger a los usuarios?

Es una iniciativa de nunca acabar. Los hackers desarrollan nuevos métodos y se debe salir a responder. Credicorp reforzó tremendamente la capacidad y el sistema de ciberseguridad, con lo cual nos fue bien. Pero se dan miles de ataques diarios. Nunca se puede bajar la guardia. Por suerte no se ha tenido nada muy serio hasta ahora. Estamos trayendo talento de afuera que nos ayuda a prepararnos mejor, pues este es probablemente el riesgo más grande que tenemos las instituciones financieras. En el BCP deben ser más de 100 personas dedicadas a esto.

¿Qué le diría a los empresarios que aún ven una situación de tensión o ven con dudas al Ejecutivo, considerando lo agitado que han sido los primeros meses de gobierno de Pedro Castillo y la polarización que se mantiene?

Creo que las empresas junto con Credicorp están evolucionando en nuestra capacidad de poder conectar con la sociedad en general y cada día, dada la polarización que se da en las sociedades en todo el mundo, estamos interiorizando más la necesidad de vivir nuestro propósito. Que el propósito no sea simplemente un aviso en las paredes, sino que se viva en todos los niveles. Que la persona que maneja créditos hipotecarios, créditos, entre otros, tenga muy interiorizado nuestro propósito y al cliente. Esa es una tendencia mundial muy necesaria para que la sociedad perciba el valor que las empresas traen y requieren.

SISTEMA BANCARIO PERUANO

En su último conference call usted mencionó que hacia el próximo año se iba a ver mucha más dinámica en el segmento minorista que en el mayorista, a raíz de una ralentización o hasta retroceso en la inversión privada. ¿Aún mantiene esta mirada para el 2022, o percibe que sí puede haber más movimiento económico privado en las actuales circunstancias?

En el lado minorista se vio dinamismo en ciertos segmentos y productos y muy poco en otros. Por ejemplo, hay muy bajo dinamismo en tarjetas de crédito y muy poco crecimiento en este segmento. Producto de los retiros de las AFP las personas han utilizado parte de ese dinero para bajar deudas y están siendo más cautos respecto al endeudamiento personal en el mundo del consumo. No es así en el mundo de la hipoteca donde se ve un dinamismo más grande, sobre todo en el segmento más bajo. Lo que veo es un crecimiento desigual a través de todos los segmentos y productos minoristas, pero si lo vemos en promedio sí creo que el consumo va a crecer más que la banca mayorista.

¿Aún piensa que el deterioro en el tipo de cambio del dólar en Perú no tendrá efectos de largo plazo para la dinámica en el sector bancario y financiero?

El tipo de cambio no ha tenido un impacto muy grande en el sistema financiero. Diría que es marginal. No es bueno (que suba) en el sentido que trae inflación en el país, pero parece que hubo un movimiento y vemos un grado de estabilidad relativamente dentro de un rango bastante razonable. No vimos ningún escenario en el que este efecto suceda, pues ya lo que se dio de movimiento se dio y estaremos alrededor de eso. El tipo de cambio ha modificado marginalmente el comportamiento del cliente, sobre todo en la parte de los corporativos que están cancelando sus prestamos en dólares y pasándose a soles, y marginalmente en la parte de los depósitos han crecido en algo los que son en dólares versus los de soles, pero no es tan relevante.

¿Aún mantiene la expectativa de que los activos totales medios de Credicorp retomen su nivel pre Covid-19 hacia el último trimestre del 2022? ¿O esto podría ocurrir antes?

Los activos están inflados por los préstamos de Reactiva. Fue tremendamente exitoso y crecimos muchísimo en colocaciones, pero son colocaciones no rentables. Hemos crecido mucho en activos no rentables, y los activos rentables que son los que preocupan a Credicorp aún no llegan a niveles pre Covid-19. Creo que a más tardar a finales del 2022 se alcanzarán esos niveles.