Bloomberg — Seis meses después de que el presidente de Haití fuera asesinado, su sucesor dice que él también fue objetivo de un complot de asesinato.
El primer ministro haitiano, Ariel Henry, dijo a la Agence France-Presse que su vehículo blindado fue alcanzado por disparos el 1 de enero cuando unos “bandidos” intentaron matarlo durante las celebraciones del día de la independencia nacional en una ciudad provincial.
“Han atentado contra mí personalmente”, declaró Henry a la AFP el lunes. “Mi vida ha sido puesta en el punto de mira”.
El sábado, Henry fue sacado a toda prisa del evento en Gonaives, una ciudad con una fuerte presencia de bandas a 129 kilómetros al norte de la capital. Los medios de comunicación locales informaron de disparos y de al menos un muerto cerca del edificio en el que Henry iba a dar un discurso.
Henry tomó las riendas de la nación en julio, después de que el asesinato del presidente Jovenel Moise agravara el largo caos político y exacerbara la violencia de las bandas.
Las bandas locales habían advertido a los funcionarios que no asistieran a la ceremonia.
“Sabía que corría un riesgo”, dijo Henry a la AFP. “No podemos dejar que bandidos de cualquier origen, movidos por los más bajos intereses financieros, chantajeen al estado”.
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Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.
