Carne argentina: el campo criticó con dureza la nueva restricción a la exportación

Los representantes del sector se quejaron de la suspensión de ventas al exterior de siete cortes parrillero, al sostener que no será efectiva en reducir los precios internos

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Buenos Aires — Tras la decisión del Gobierno de poner en marcha un nuevo esquema de exportaciones que estipula la suspensión de envíos de determinados cortes de carne hasta fin de 2023, el campo advirtió que no habrá un impacto “contundente” en los precios internos, y aseguró que la restricción provocará un efecto de desaliento a la inversión.

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“Las medidas que se disponen contribuyen a generar un equilibro entre el mercado argentino y la exportación de productos cárnicos”, había justificado el Gobierno al dar a conocer la determinación este lunes.

Los argumentos del campo

Carlos Iannizzotto, presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (CONINAGRO), expresó: “Seguimos firmes en nuestra posición. Ni en los precios de la carne, ni en el trigo, ni en el maíz el productor es formador de precios. Hay que buscarlo en otras escalas”.

En diálogo con Bloomberg Línea, evaluó: “No estamos de acuerdo porque es un desaliento a una mayor producción”. “Termina siendo más caro todo porque hay menos”, se quejó.

El sector agroindustrial es el que trae más dólares. Podemos dar trabajo y empleo, pero el Gobierno está lleno de ideología”, manifestó, y cuestionó a la administración de Alberto Fernández por “no mejorar el consumo a través del salario, el empleo y la producción”.

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“Las pymes ahogadas con impuestos y la clase media con bolsillos más vacíos”, indicó, aunque destacó que dentro del nuevo esquema hay un “adelanto”, dado que “se avanzó en una liberación casi total de vaca, lo que era un absurdo y perjudicaba al pequeño productor”.

El riesgo del efecto contrario

Por su parte, el titular de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), Miguel Schiariti, criticó: “Nuestra Constitución le da el derecho a todos los ciudadanos de trabajar sin ningún tipo de restricción”.

“No estamos de acuerdo con este tipo de medidas”, insistió y afirmó que esa posición se debe a dos motivos: “La restricción a la libertad de comercio, por un lado, y, por otro, porque lo único que va a hacer es tener el efecto contrario”.

En ese sentido, analizó que “la única manera de lograr que el precio se estabilice es aumentando la producción y para eso hay que dar expectativas favorables”. “Nadie va a intentar aumentar su propia producción cuando tiene un mercado restringido”, opinó en declaraciones a Bloomberg Línea.

El titular de CICCRA pronosticó que, por la disposición, la Argentina exportará por lo menos un 15% de carne, aunque advirtió que muy posiblemente “sea un poco más”.

Los antecedentes

Schiariti recordó: “Con la primera restricción, en mayo aumentó un 6% la carne; en junio, un 8%; en julio, un 7,5%. En agosto, septiembre y octubre estuvo casi sin variación, pero en noviembre, con una lluvia, aumentó un 12%. Recuperó los tres meses que no había aumentado. Eso dejó un 9% para diciembre”.

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De ese modo, remarcó: “Este tipo de iniciativas no genera mayor oferta. En la medida en que se siga emitiendo sin respaldo se van a seguir generando estos problemas”.

El presidente de la Cámara Argentina de Feedlot, Juan Eiras, aclaró no estar “muy de acuerdo” con la medida: “La queja desde la producción es que el frigorífico se adapta, pero cuando hace la cuenta de cuánto puede pagar, su poder de compra se ve disminuido”.

El esfuerzo lo hacemos nosotros porque nos van a pagar menos. Si nos podían pagar 12, nos pagarán 10. Esto es lo que no nos parece de la medida”, puntualizó, y reconoció que hay un aspecto favorable del nuevo esquema oficial. “Lo positivo, que veníamos pidiendo, es la previsibilidad. El decreto es hasta 2023. Ningún funcionario de menor rango puede romper el decreto”.

En tanto, coincidió en que el Gobierno no encontrará el impacto pretendido: “Estamos convencidos de que esta medida no tiene un efecto positivo, superado el cortísimo plazo” y estimó así que “no va a llegar en forma contundente”.

La propuesta

“El problema es el ingreso de una mitad de población a la que hay que asistir de forma quirúrgica”, comentó a este medio y anticipó que se llevarán a cabo asambleas en el sector para analizar las últimas medidas..

“Estamos haciendo el sacrificio para clases sociales que pueden pagar lo que tiene que valer. El problema está en el poder adquisitivo de esa población, que mientras no se encamine con este nivel de inflación, necesita asistencia”, reiteró.

En esa línea, el presidente de Federación Agraria Argentina, Carlos Achetoni, pidió al Gobierno “subsidiar el consumo de quienes tienen menor poder adquisitivo”.

Si bien el dirigente destacó avances con el nuevo esquema, reclamó “no alterar el precio de consumo final y aseguró que la iniciativa hasta podría generar competencia desleal entre los grandes supermercados y las pequeñas carnicerías.

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