El ajuste salarial que decretó el gobierno panameño para los próximos dos años es visto por algunos sectores laborales como insuficiente y hasta discriminatorio contra los derechos muchos trabajadores.
El último día de 2021, el ministerio del Trabajo y Desarrollo Laboral de Panamá (Mitradel) decretó un incremento al salario pero sólo en los sectores que registraron una recuperación económica el año pasado en comparación con 2019.
Se trata del Decreto Ejecutivo 74, promulgado por la administración del presidente Laurentino Cortizo.
Según el documento, se ordenó un aumento de 1,5% en actividades como la agricultura, pesca y ganadería; uno de 2% en servicios y suministros, y de 5% en el servicio doméstico. Sin embargo, dentro de estas actividades habrá segmentaciones pues los trabajadores del plátano o banano recibirán un aumento de 13% en su salario por ser un sector en recuperación.
Por lo que hace a la labor en obras de construcción y explotación de canteras, el aumento será de 1% y 2% en actividades de servicios de energía, de atención urbana, actividades financieras y seguros y servicios sociales y sanitarios.
Trabajadores en sectores como el comercio, la hotelería, entretenimiento o las artes no se incluyeron en los aumentos.
A pesar de que el aumento salarial tocará una buena parte de la mano de obra panameña en sectores relevantes para la economía, hubo organismos que criticaron esta decisión por limitada.
En un comunicado, la Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (Conusi), dijo que el aumento es una “burla”, al separar sectores laborales y porque es insuficiente para asumir “los altos costos de la vida”.
“Esos salarios mínimos no satisfacen las necesidades materiales de los trabajadores ni de sus familias; y ocurre cuando los precios de los artículos de primera necesidad suben constantemente y este Gobierno es incapaz de buscarle una solución a esa problemática”, dijo Marco Andrade, secretario general de la Conusi.
Asimismo, el anuncio realizado por la titular de Mitradel, Doris Zapata, no basta para que los trabajadores enfrenten el proceso inflacionario que, como toda la región, padece Panamá y que en 2021 rondó el 3,4%.
El aumento decretado por el gobierno entrará en vigor la segunda quincena de enero y estará vigente por dos años, luego de lo cual se revisará.
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