Bloomberg — China se enfrenta a una dificultad “sin precedentes” para estabilizar el comercio el próximo año, ya que las condiciones favorables que impulsaron el crecimiento de las exportaciones este año no serán sostenibles, según un funcionario del Ministerio de Comercio.
El aumento en las exportaciones podría desacelerarse a medida que los países rivales recuperen sus capacidades de producción y que la inflación que impulsó los valores de las exportaciones disminuya gradualmente, dijo el jueves Ren Hongbin, viceministro de la cartera, en una sesión informativa en Pekín. Las rápidas alzas en las exportaciones de este año también hacen que la base de comparación sea más alta para 2022, señaló.
China mejorará la conciencia y la capacidad de las empresas comerciales para gestionar los riesgos cambiarios, según Ren. Además, el Gobierno también intensificará los esfuerzos para aliviar las presiones de la logística internacional y los problemas de las cadenas de suministro, dijo, y prometió garantizar activamente el suministro de productos básicos.
“Haremos todo lo posible para mantener el comercio exterior dentro de un rango razonable”, dijo Ren. Estas medidas cíclicas cruzadas apuntan a ayudar a estabilizar el comercio a principios de 2022, sostuvo. El viceministro esperaba que las importaciones y exportaciones de bienes de China crecieran más de 20% en 2021 a un total de US$6 billones.
Los comentarios de Ren se hacen eco de preocupaciones planteadas a principios de esta semana por el ministro de Comercio, Wang Wentao, quien dijo que será difícil para China mantener estable su crecimiento comercial el próximo año.
Las exportaciones de China han mantenido su resiliencia durante todo el año, brindando cierto apoyo a una economía que se ha visto afectada por fuertes medidas regulatorias y repetidos brotes de virus. Los envíos al extranjero han registrado alzas de dos dígitos todos los meses de este año, con una excepción en febrero, cuando los envíos aumentaron 155% frente a una caída en el mismo mes del año anterior.
Pero hay menos certeza sobre las perspectivas para el comercio, ya que el apetito extranjero por productos chinos se debilitará si la recuperación económica mundial pierde fuerza. Los exportadores chinos también están luchando contra los altos precios de las materias primas, así como contra los crecientes costos de mano de obra y transporte.
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