Bogotá — El proceso de selección del nuevo operador del juego de azar colombiano Baloto se declaró desierto debido a que no se presentaron ofertas al día del cierre del mismo, informó este martes Coljuegos, empresa del Estado administradora del monopolio rentístico de los juegos de suerte y azar.
La entidad indicó que mediante una resolución del 28 de diciembre se declaró desierto el proceso de selección abreviada SAMC-001-2021, que tenía como objeto “otorgar en concesión la implementación y operación a nivel nacional” del juego “por el término de 5 años”.
“De esta manera la entidad evaluará todas las alternativas legalmente permitidas que garanticen la continuidad en la operación del juego y el recaudo de recursos destinados al financiamiento de la salud de los colombianos”, indicó.
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Detalló que “una vez declarada desierta la licitación se puede adelantar el proceso de contratación correspondiente aplicando las normas del proceso de selección abreviada de menor cuantía”.
Las dos empresas que tenían interés por el contrato eran Smartec S.A.S y Tecnología, Información y Consultoría (TIC), de acuerdo al documento de la entidad.
En noviembre, la Procuraduría General de la Nación formuló observaciones al proceso de licitación pública que adelanta Coljuegos y solicitó precisiones sobre el modelo de negocio.
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Esto último “basado en unos ingresos brutos garantizados de $251.000 millones, exigidos por la Administradora del Monopolio Rentístico de los Juegos de Suerte y Azar, y unos beneficios colaterales de 300 salarios mínimos mensuales legales vigentes”, según informó en su momento.
Asimismo, comunicó que Coljuegos debía explicar a la Procuraduría “en qué medida este modelo de negocio podría llegar a afectar los derechos de explotación que son los que garantizan las rentas para la salud en Colombia”.
Además, “qué riesgos han sido identificados frente un posible incumplimiento del concesionario, respecto de los ingresos mínimos esperados”.
“También se efectuaron una serie de observaciones sobre la experiencia en transacciones de recaudo o pagos en efectivo, exigida en este proceso licitatorio, y los riesgos que puede implicar para la concesión los cambios en las dinámicas de los apostadores, así como el uso cada vez mayor de tecnologías de la información, considerando que en concesiones pasadas el cambio en la matriz de juego afectó la cantidad de apuestas”, señaló en su momento.
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