Bloomberg — Diez de los fenómenos meteorológicos más destructivos de este año han supuesto un costo combinado de 170.000 millones de dólares en daños, según un nuevo estudio.
El huracán Ida, una tormenta tropical que azotó gran parte del este de Estados Unidos con lluvias torrenciales en agosto causó la muerte de al menos 95 personas y costó a la economía 65.000 millones de dólares.
Un mes antes, las inundaciones en Europa causaron 240 muertes y una pérdida económica de 43.000 millones de dólares, según un estudio publicado por la organización benéfica británica Christian Aid. Las inundaciones de julio en la provincia china de Henan causaron más de 300 muertos y un costo superior a los 17.000 millones de dólares.
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“Los costos del cambio climático han sido graves este año”, afirmó Kat Kramer, responsable de política climática de Christian Aid y autora del informe. “Está claro que el mundo no está en camino de garantizar un mundo seguro y próspero”.
Se espera que este año sea la sexta vez que las catástrofes naturales mundiales cuesten más de 100.000 millones de dólares, según el informe, citando a la aseguradora Aon Plc. Los seis años han ocurrido desde 2011.
Los autores del informe estimaron los daños basándose en las pérdidas aseguradas, lo que significa que los verdaderos costos de estas catástrofes probablemente sean aún mayores.
Los cálculos suelen ser más costosos en los países más ricos debido al mayor valor de las propiedades y los seguros, mientras que algunos de los fenómenos meteorológicos más mortíferos de este año afectaron a países más pobres que contribuyeron poco al calentamiento global.
Sudán del Sur se ha visto afectado por inundaciones que obligaron a casi un millón de personas a abandonar sus hogares, mientras que África Oriental se ha visto golpeada por la sequía. Esto pone de manifiesto la injusticia de la crisis climática, dijo Christian Aid, que advirtió que estos acontecimientos continuarán en ausencia de acciones concretas para reducir las emisiones.
Mohamed Adow, director del grupo de reflexión Power Shift África, con sede en Kenia, dijo que el continente ha “soportado la peor parte” de algunos de los impactos climáticos más mortíferos y costosos. Las graves sequías en África Oriental, que se prevé que duren hasta mediados de 2022, están “llevando a las comunidades al borde”, advirtió Adow.
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El Acuerdo de París sobre el calentamiento global, cuyo objetivo es mantener el aumento de las temperaturas globales por debajo de 1,5 grados centígrados, no alcanzará sus objetivos a menos que se tomen medidas más urgentes, según el informe.
El estudio asegura que en 2022 se debe hacer más para proporcionar ayuda financiera a las naciones vulnerables, incluyendo un fondo para hacer frente a los daños causados por el cambio climático, algo que no se consiguió en las conversaciones mundiales sobre el clima celebradas este año en Glasgow.
“Fue una amarga decepción abandonar la COP26 sin que se creara un fondo para ayudar a las personas que sufren pérdidas permanentes a causa del cambio climático”, dijo Nushrat Chowdhury, asesor de Christian Aid en materia de justicia climática en Bangladesh. “Dar vida a ese fondo tiene que ser una prioridad mundial en 2022″.
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