China impone nuevas restricciones a las OPI en el extranjero

Todo es parte de una campaña de un año de duración para frenar el vertiginoso crecimiento del sector de internet de China y lo que Pekín ha denominado una expansión “imprudente” del capital privado.

Didi Global Inc. siguió adelante con su oferta pública inicial en Nueva York a pesar de las preocupaciones regulatorias por la seguridad de sus datos.
Por Bloomberg News
27 de diciembre, 2021 | 08:30 AM

Bloomberg — China impondrá nuevas restricciones a las salidas a bolsa en el extranjero por parte de empresas de sectores prohibidos a la inversión extranjera, una medida que podría llenar un vacío jurídico que ha sido utilizado desde hace tiempo por la industria tecnológica del país para captar capital fuera del país.

Las empresas chinas de sectores a los que se prohíbe la inversión extranjera tendrán que solicitar una exención de una lista negativa antes de proceder a la venta de acciones, según informaron el lunes en un comunicado la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma y el Ministerio de Comercio. Los inversionistas extranjeros en estas empresas tendrán prohibido participar en la gestión y su propiedad total se limitará al 30%, mientras que un solo inversionista no podrá poseer más del 10%, según la lista actualizada que entrará en vigor el 1 de enero.

La reforma representa uno de los mayores pasos que ha dado Pekín para reforzar el escrutinio de las empresas que cotizan en el extranjero, después de que el gigante de los servicios de transporte Didi Global Inc. siguiera adelante con su oferta pública inicial en Nueva York a pesar de las preocupaciones regulatorias por la seguridad de sus datos. Aunque los reguladores no llegaron a prohibir las salidas a bolsa de las empresas que utilizan la llamada estructura de entidades de interés variable (VIE), las nuevas normas harían el proceso más difícil y costoso.

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“Para las empresas que quieren cotizar bajo la estructura VIE, la medida puede afectar su decisión de elegir los destinos de cotización”, dijo Xia Hailong, abogado del bufete Shenlun, con sede en Shanghái. “Antes no tenían ningún obstáculo para cotizar en el extranjero, pero ahora seguramente se enfrentarán a un escrutinio mucho más estricto y el camino hacia las OPI en el extranjero será mucho más difícil”.

Las VIE han sido una preocupación constante para los inversionistas internacionales debido a su inestable situación jurídica. El marco de las VIE, creado por Sina Corp. y sus banqueros de inversión durante una oferta pública inicial en 2000, nunca ha sido aprobado formalmente por Pekín. Sin embargo, ha permitido a las empresas chinas eludir las normas sobre inversión extranjera en sectores sensibles, incluida la industria de internet. La estructura permite que una empresa china transfiera sus ganancias a una entidad extraterritorial —registrada en lugares como las Islas Caimán o las Islas Vírgenes Británicas— con acciones que pueden ser propiedad de inversionistas extranjeros.

Los requisitos se aplican a las nuevas salidas a bolsa y no afectarán la propiedad extranjera de las empresas que ya cotizan en el extranjero, según la agencia de planificación económica de la nación.

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La medida llega días después de que la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China propusiera el viernes que todas las empresas chinas que quieran salir a bolsa y vender más acciones en el extranjero tengan que registrarse en el regulador de valores. Cualquier empresa cuya cotización pueda suponer una amenaza para la seguridad nacional no podrá proceder.

Las empresas que utilizan la denominada estructura de entidades de interés variable podrán realizar OPI en el extranjero después de cumplir con los requisitos de cumplimiento, dijo el regulador de valores, sin dar más detalles.

Todo es parte de una campaña de un año de duración para frenar el vertiginoso crecimiento del sector de internet de China y lo que Pekín ha denominado una expansión “imprudente” del capital privado. La restricción de las cotizaciones en el extranjero por parte de las VIE cerrará una brecha que ha sido utilizada durante dos décadas por los gigantes tecnológicos, desde Alibaba Group Holding Ltd. hasta Tencent Holdings Ltd., para eludir las restricciones a la inversión extranjera y cotizar en el extranjero.

El mayor escrutinio por parte de los reguladores chinos ha encontrado eco en sus homólogos estadounidenses. La Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) anunció este mes su plan definitivo para implementar una nueva ley que obliga a las empresas extranjeras a abrir sus libros al escrutinio estadounidense o se arriesgan a ser expulsadas de la Bolsa de Nueva York y el Nasdaq en un plazo de tres años. China y Hong Kong son las dos únicas jurisdicciones que se niegan a permitir las inspecciones a pesar de que Washington las exige desde 2002.

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