Buenos Aires — El uso de las criptomonedas poco a poco se consolida como una fuerte tendencia en la Argentina, en medio del avance de la tecnología, una inflación que complica la posibilidad de conservar el poder adquisitivo y un cepo cambiario que limita las posibilidades de cambiar los pesos.
De ese modo, ya es el décimo país en el mundo en cuanto al volumen operado y, poco a poco, tiende a vincularse más con el mundo físico como formas de pago.
Ante esta perspectiva, Belo, la app que nació en 2021 con la intención de brindar mejores servicios financieros, anunció sus planes de lanzar una tarjeta prepaga que permite ingresar y retirar pesos argentinos desde una cuenta bancaria, con la posibilidad de intercambiarlos sin comisiones por bitcoin, ether, o criptomonedas estables ligadas con el valor del dólar.
También permite depositar o retirar cualquiera de las criptomonedas que se ofrecen en la app desde y hacia otras billeteras cripto.
“El paso que vamos a estar viendo en los próximos meses es el de legalizar las criptomonedas como medios de pago local. Eso va a tener un impacto gigante en adopciones, seguramente en la cotización. Son activos que se mueven mucho por las noticias que van pasando, por los casos de uso”, consideró Manuel Beaudroit, CEO de Belo, en diálogo con Bloomberg Línea, una semana antes de que el cofundador de Ethereum, Vitalik Buterin, visitara el país.
La siguiente conversación fue editada por motivos de extensión y claridad.
Bloomberg Línea: ¿De qué se trata la tarjeta?
Manuel Beaudroit: Lo que queremos hacer es que las criptomonedas y su acceso sean cada vez más simples para el común de las personas. Creemos que, como los medios de pago masivo ayudan a vincular el mundo de las criptos con los pagos, es muy interesante conectar estos dos mundos.
¿Quiénes pueden acceder a esa tarjeta?
La idea es que todos los usuarios de Belo que están registrados y tengan su balance dentro de su aplicación puedan utilizarlo para pagar local o internacionalmente, online y offline, en cualquier parte del mundo. Lo que estamos haciendo es que el mundo de las criptomonedas pueda ser parte del día a día de las personas.
¿Cuándo entra en vigencia y cuánto dinero se precisa para operar?
A partir de enero las tarjetas deberían estar en mano de los usuarios y planteamos que la gente pueda empezar en este mundo a partir de un $1. Es bastante revolucionario. También estarán disponibles para menores de edad. Desde los 13 años se pueden hacer una cuenta en Belo con autorización de los padres y fondearlo desde un banco u otra billetera digital.
¿Dónde se podrá usar la tarjeta?
Inicialmente, en la Argentina, que es donde hoy estamos operando. La idea es ir trabajando de la mano de Mastercard para ir expandiendo este servicio en otros países.
¿Y cuál fue la primera respuesta de los usuarios?
Desde el primer momento venimos trabajando con los usuarios en construir nuestro producto. Eso es parte de nuestro ADN. Siempre les preguntamos cuáles son las funcionalidades que más quieren y el tema de utilizar su balance, de poder gastar lo que tienen en Belo, era un requerimiento. Son procesos que suelen llevar un tiempo porque hay regulación de por medio y conexiones tecnológicas que no son simples de ejecutar. Lo fuimos trabajando en paralelo.
El Estado argentino se caracteriza en esta gestión por estar muy presente en diversos ámbitos financieros y económicos, ¿en el mundo de las cripto cómo ves esa cuestión?
Argentina es uno de los países más innovadores en cuanto a regulación financiera, en el sentido de que permite tener interoperabilidad en diferentes jugadores del sistema de pagos local. Hoy por hoy, cualquier billetera o banco hablan entre sí de forma instantánea y gratuita. Es una innovación que incluso en muchos países del primer mundo no se ven. Tenemos mucha suerte de tener eso. Por otro lado, el ecosistema cripto es uno de los más activos del mundo, con una calidad de proyectos tremenda y se está trabajando a nivel regulatorio justamente en encauzar esa innovación y que ese esfuerzo se vea más claro en el mercado. A nivel regulatorio, todavía no está claro cómo se va a llevar adelante. Será cuestión de esperar qué sale del Congreso porque hay algunos proyectos de ley que se están hablando, pero no hay nada seguro sobre la mesa.
¿Considerás que la regulación puede jugar más a favor que en contra?
La regulación, en general, lo que trata de hacer es traer más seguridad jurídica a la actividad. Hoy la regulación existente ya cubre todos esos requerimientos, no hay una necesidad de tener una mayor regulación de la actividad para darle más seguridad a todas las partes, pero entiendo que el objetivo que se estaba planteando tiene que ver con atacar temas relacionados a prevención del lavado del dinero y especialmente el terrorismo. Esas cuestiones en algún punto ya se están haciendo de forma proactiva por los jugadores.
¿El crecimiento del uso de las criptos puede estar vinculado con las pocas posibilidades que hay para ahorrar?
Es uno de los drivers del crecimiento. Las criptomonedas permiten tener soberanía sobre tus activos, tener mucha más libertad para moverse tanto local como internacionalmente. Para las personas, poder tener la libertad de disponer de su dinero y moverlo libremente es más que interesante. La cobertura de la inflación es un tema, las restricciones cambiarias, otro. Pero, hay que entender que estamos frente a una revolución que tiene que ver con la economía del conocimiento en la que también la gente está empezando a pensar en otros términos.
El fenómeno también se da en otros países de la región.
La Argentina es el décimo país en el mundo en cuanto al volumen operado. Se estiman unos US$3.000 millones de dólares anuales de lo que es el intercambio de criptomonedas. Brasil ya lleva casi el 4 por ciento de la población con acceso a las criptomonedas. Colombia también tiene una penetración muy grande. México lo mismo. También hay países como El Salvador, que ya directamente lo pusieron como moneda de curso legal. En Paraguay también están avanzando. El paso que vamos a estar viendo en los próximos meses es legalizar las criptomonedas como medios de pago local. Eso va a tener un impacto gigante en adopciones, seguramente en la cotización. Son activos que se mueven mucho por las noticias que van pasando por los casos de uso. Hay que pensarlo como internet. Es una red de valor que permite conectarte al dinero online sin restricciones con total libertad y pudiendo acceder a muchísimos mejores financieros de los que estamos acostumbrados.
¿En Belo tienen registro de las características de quienes optan por criptomonedas en cuanto a edad o profesión?
De 13 a 18 años hay un nivel de actividad muy grande. Son chicos que están online todo el día porque lo digital es algo totalmente natural para ellos. Llamativamente, hay muchísima actividad en el rango de entre 55 a 60 años. Quizás tiene que ver con la historia económica argentina, de haber vivido tantas crisis financieras y haber perdido su capital. Poder empezar a tener un activo soberano en el que no dependan de nadie más para su custodia, definitivamente tiene una incidencia grande. En cuanto al perfil de usuario de ocupación, hay mucha gente que trabaja en tecnología, empresas o jóvenes profesionales que están diversificando su inversión o exposición a activos financieros.
¿Qué le podrías decir al público que se considera conservador con sus activos?
Lo importante es entender que es algo nuevo y mezcla dos temas difíciles, que son las finanzas y la tecnología. Recomiendo que la gente lea. Tenemos una comunidad en la que pueden sumarse, preguntar. Personalmente, me parece que vale la pena esta apuesta, que es poner un poco de dinero y empezar a probarlo.