Bogotá — Luego de que varios organismos internacionales y expertos locales ajustaran al alza las proyecciones económicas de Colombia para 2021, el Ministerio de Hacienda se contagió de ese optimismo y también cambió sus pronósticos: la economía ya no crecerá ni al 6%, ni al 8,5% previsto, sino que lo hará al 9,7%.
Lo anterior permitirá que tras la peor caída económica de la historia, reportada en 2020 (-6,8%) por la crisis del coronavirus, en 2021 se alcance “una cifra récord en los últimos 100 años”, según el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo.
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Aunque es positivo que la economía crezca más de lo esperado y se acerque al 10% este año, lo cierto es que dicho crecimiento histórico no representaría una mejora en términos de PIB per cápita o por habitante.
Lo anterior es más claro teniendo en cuenta que si el crecimiento económico colombiano entre 2019 y 2021 es de 2,24%, de acuerdo con datos de Hacienda, pero el crecimiento poblacional en ese mismo periodo es de 3,34% según proyecciones del Dane, ello significa que el PIB per cápita es un punto menor que en 2019.
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¿Cómo hacer para que haya mayor bienestar para la gente?
Dado las cifras expuestas, Bloomberg Línea consultó a expertos para conocer cómo se podría seguir impulsando el crecimiento económico, en línea o por encima de su potencial, y que eso se traduzca en una mejora para la población colombiana.
Para Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, hay varias estrategias para lograr lo anterior, pero las principales son: hacer una inversión importante en infraestructura y de tecnificación, sobre todo pensando en una economía mucho más especializada y en la sostenibilidad de largo plazo.
Además, dice Olarte, hay que abrir más la economía al comercio exterior, “tratando de aprovechar todos los recursos inherentes que se tienen para poder ser exportadores de bienes agroindustriales, por cuenta de que el país está en la línea del Ecuador lo cual lo hace contar con un sitio geográficamente estratégico”.
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La formalización del empleo es clave, resalta Olarte, porque permitirá tener una mano de obra calificada y productiva, “lo cual produce un círculo virtuoso porque al consolidar una mayor inversión en infraestructura y en los sectores mencionados disminuye costos, genera más producción, aumenta la demanda de trabajo y como hay mayor empleo existe un aumento en el ingreso de las familias quienes pueden consumir de mejor manera obligando a que exista mayor producción, y este círculo virtuoso comienza”.
Desde la visión de María Fernanda Valdés, PhD en economía y coordinadora para la Friedrich Ebert Stiftung en Colombia, el país debe invertir más en ciencia, tecnología e innovación. “La teoría nos dice que los determinantes del crecimiento son el cambio tecnológico y la capacidad para crear permanentemente nuevas actividades dinámicas”.
En estos momentos la inversión de Colombia “en este renglón es de las más bajas de la OCDE y de América Latina, por esto en este campo hay tanto para trabajar”, resaltó Valdés. Vale decir que según datos del Ministerio de Hacienda, en el Presupuesto General de la Nación de 2021 se destinaron $413.000 millones, cifra que cae a $331.000 millones en 2022.
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Tras lo anterior, Valdés agregó que para que el crecimiento sea sostenido e incluyente, Colombia debe trabajar no solo en una política de desarrollo productivo sino en una política social y fiscal que logre reducir sus niveles excesivos de desigualdad.
Por su parte Germán Machado, docente de economía de los Andes y exasesor del despacho de Hacienda, resaltó que la única manera en la que el PIB per cápita puede aumentar es si la economía crece a una mayor velocidad que el crecimiento poblacional. “Por eso es tan importante recuperar la tasa de crecimiento económico del país, que, pese a la buena noticia de reactivación en 2021, lo cierto es que será mucho menor a partir de 2022″.
Machado añadió que las cifras oficiales del Gobierno Nacional indican que el crecimiento potencial de la economía estará apenas cercano al 3,2% anual, de manera que será más bajo que en la década anterior y muy inferior a lo que había sido a principios de siglo, cuando incluso se calculaba en el 4,5% por año.
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Así las cosas, el docente mencionó que para poder volver a crecer a más del 4% anual, lo más importante es elevar la productividad. Sin embargo, mientras ello se logra es importante tomar una serie de medidas adicionales como reducir los costos para abrir empresa en Colombia que según el Banco Mundial, son cuatro veces el costo promedio en países de la OCDE.
Además de hacer cambios en la estructura tributaria, Machado plantea que es clave facilitar el acceso a capital de trabajo para los micronegocios que operan en el país, que en un 95% son informales, y desarrollar una infraestructura nacional dirigida directamente al comercio internacional.
Por último, recordó que “el crecimiento económico es una condición necesaria pero no suficiente para mejorar el bienestar de las personas. Colombia tiene una estructura profundamente desigual en el que las ganancias derivadas del mayor PIB no se distribuyen adecuadamente. El 10% de más altos ingresos recibe más de la mitad de todos los ingresos del país”.
