Bloomberg — Los reguladores de la Unión Europea exigen penas de cárcel de una década como parte de la ofensiva hacia los delitos contra el entorno ambiental del bloque, cada vez más frágil.
El ejecutivo de la UE propuso el miércoles nuevas reglas que amplían la lista de delitos ambientales para incluir el comercio ilegal de madera, el reciclaje de barcos o la extracción de agua.
Las propuestas también incluyen el establecimiento de “un mínimo común denominador” para las sanciones y obligan a las naciones de la UE a “prever al menos una pena de prisión de hasta 10 años” en caso de que los delitos “causen o puedan causar la muerte o lesiones graves”.
“Debemos utilizar todos los medios posibles para proteger el medio ambiente a nivel de la Unión”, dijo Vera Jourova, vicepresidenta de valores y transparencia de la Comisión Europea. “El derecho penal es uno de ellos”.
La persecución de estos delitos se produce al tiempo que la UE busca ser el líder mundial en la lucha contra el cambio climático y se ha comprometido a profundizar sus reducciones de emisiones en al menos un 55% para 2030 desde los niveles de 1990, un objetivo que ya se ha convertido en legalmente vinculante. Si bien las naciones a nivel mundial se comprometieron en 2015 a revisar sus objetivos de reducción de la contaminación para 2020, casi un tercio aún no lo ha hecho.
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Este artículo fue traducido por: Miriam Salazar