Bloomberg Opinión — El público que utiliza Robinhood saltó a primer plano este año con su entusiasmo por las acciones meme, que los ha convertido en una fuerza a tener en cuenta por los operadores profesionales. Los confinamientos pandémicos despertaron una ola de interés por los mercados entre ellos, y con ello, surgieron los peligros de malinterpretar el límite entre invertir y apostar. Aún así, el apetito por el riesgo de los compradores minoristas no muestra signos de estar disminuyendo.
Esa es mi interpretación de una encuesta global a inversores minoristas que acaba de publicar Schroders Plc, el administrador de fondos independiente más grande del Reino Unido con activos por 717.000 millones de libras (US$946.000 millones). Schroders encuestó a casi 24.000 personas en 33 ubicaciones. Cada uno de ellos tenía previsto invertir un mínimo de US$13.000 en los próximos 12 meses.
Uno de los puntos de datos más llamativos se refiere a los rendimientos estelares que muchos encuestados esperan obtener. Más de la mitad de los menores de 51 años prevén ganar al menos el 10% anual en los próximos cinco años. Si bien las ganancias de dos dígitos parecen haber sido la norma para el S&P 500 en períodos recientes, los retornos totales desde 1999 se rezagaron a menos del 6% en cuatro de esos años y terminaron en números rojos en otros cinco, incluso tan recientemente como 2018 y con 2008, cuando la caída fue del 37%.
Si bien el grupo de mayor edad suele tener una cartera más conservadora que ofrecería rendimientos más modestos, aquellos que están más lejos de la jubilación pueden sufrir una decepción.
Asumir más riesgos es la estrategia que persiguen los inversores más jóvenes para potenciar sus rendimientos. Alrededor del 44% en el grupo de edad más bajo dice que comprará valores de alto riesgo, en comparación con solo el 28% de entre 51 y 70 años. Si bien los inversores más jóvenes tienen horizontes de tiempo más largos que les permiten adoptar una postura más especulativa, esa brecha me parece bastante amplia.
Las criptomonedas también ocupan un lugar destacado en el informe, lo que es de esperar dado el zeitgeist actual. Casi un tercio de los inversores que se clasificaron como principiantes dijeron que habían invertido en monedas digitales como bitcoin o ethereum el año anterior; esto se eleva a más de la mitad para aquellos que se calificaron a sí mismos como expertos.
Más sorprendente es el interés por las cripto entre los inversores mayores, con más de un tercio de los mayores de 51 años diciendo que habían comprado monedas virtuales el año anterior y una quinta parte de los mayores de 71 años incursionando. Además, la narrativa de la inflación que se ha estado construyendo durante todo el año ha llevado incluso a los más jóvenes a buscar el refugio en los metales preciosos y más de la mitad dijeron que habían comprado oro, plata o acciones y fondos relacionados, junto con cripto.
No hay duda de que la democratización de las finanzas es una fuerza positiva. La matemática inmutable de la demografía significa que todos debemos ahorrar tanto dinero para la jubilación como podamos, en lugar de depender del estado para mantenernos cómodos. Esperemos que los inversores más jóvenes, que esperan disfrutar para siempre de los gráficos de acciones globales que van de la parte inferior izquierda a la superior derecha, mantengan el rumbo si el mercado de valores no cumple con sus expectativas en los próximos años.
Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial o de Bloomberg LP y sus propietarios.
Este artículo fue traducido por Miriam Salazar