Ciudad de México — Luego de un par de años de una serie de eventos adversos, desde el congelamiento de cuentas, hasta el encarcelamiento del presidente del Consejo de Administración, Alonso Ancira, 2021 trajo un viento a favor para Altos Hornos de México (AHMSA), uno de los mayores productores de acero en México.
Los precios del acero registraron un alza en el mercado mexicano. De agosto de 2020 a julio de 2021, el precio del acero plano en México subió 200%, mientras que el incremento en el acero largo fue de 85% de acuerdo con datos de S&P Global Platts, un proveedor de información sobre energía y materias primas.
“La pandemia fue el momento que se esperaba para la recuperación del sector en México”, dijo a Bloomberg Línea Adriana Carvalho, editora gerente para América Latina en S&P Global Platts.
Este incremento ha permitido a AHMSA registrar cifras operativas positivas, tras ocho trimestres consecutivos de pérdidas en términos de su flujo operativo o EBITDA.
“El mayor ingreso por ventas ha permitido iniciar la recuperación del capital de trabajo y dinamizar los pagos a proveedores, lo que fortalece la capacidad operativa y encamina a la compañía a recuperar la estabilidad y la rentabilidad afectada desde 2019″, dijo AHMSA en el reporte financiero al tercer trimestre.
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Un punto positivo en medio de las necesidades de capitalización de la empresa, que recientemente informó que explora la posibilidad de acoger a su subsidiaria, Minera del Norte, al Capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos.
La recuperación del mercado del acero
La pandemia y el aislamiento de las personas incrementaron la demanda de productos de línea blanca, como refrigeradores y lavadoras. Artículos que se producen en México para su exportación, principalmente a EE.UU. y que requieren de acero en su elaboración.
La mayor demanda de acero se vio impulsada también por el sector automotriz, que entre abril y mayo de 2021 registró un pico en el crecimiento de producción, tras el cierre de las operaciones un año antes por las medidas sanitarias establecidas por el Gobierno de México para el control del Covid-19.
Estos sectores, que requieren productos de acero de mayor valor agregado, fueron atendidos por empresas como ArcelorMittal y Ternium, dijo Carvalho de S&P Global Platts.
Mientras tanto, AHMSA aprovechó la oportunidad para cubrir la demanda generada por el sector minorista, principalmente proveniente de la autoconstrucción de vivienda, impulsado por los recursos de remesas de mexicanos en el exterior.
Este buen momento en precios se vio reflejado en los estados financieros de AHMSA. Durante el segundo y tercer trimestre de 2021, volvió a reportar un flujo operativo positivo. Un hecho que no sucedía desde el primer trimestre de 2019, poco antes del congelamiento de sus cuentas por parte del Gobierno de México, que posteriormente fueron liberadas.
Desde 2019, la empresa enfrentó una serie de eventos adversos. El presidente del Consejo de Administración, Alonso Ancira, fue acusado y encarcelado ante señalamientos del Gobierno de vender a un sobreprecio por más de US$200 millones la planta de fertilizantes AgroNitrogenados a Petróleos Mexicanos, la compañía petrolera estatal, en 2014, que en aquel entonces dirigía Emilio Lozoya.
En medio de estos señalamientos, la Comisión Federal de Electricidad canceló un contrato de compra de carbón que mantenía con la empresa, afectando aún más su situación financiera.
Estos hechos provocaron que AHMSA buscará un socio para capitalizarse. Lo encontró en la Alianza Minero Metalúrgica Internacional, con quien estableció un acuerdo en diciembre de 2020.
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AHMSA cancelaría meses después, en agosto de 2021, el acuerdo con su potencial socio, argumentando entre otras cosas un entorno más favorable del mercado del acero.
En paralelo, AHMSA estableció un acuerdo financiero con Pemex para terminar con las acusaciones en contra de Ancira. La empresa se comprometió a pagar US$217 millones, de los cuales ya realizó el primer pago.
Corrección del mercado
Luego de casi un año de auge, los precios del acero comenzaron a desacelerarse en México, en medio de un incremento en la oferta, ante una mayor producción local y el incremento de importaciones, que se está combinando con una baja demanda.
“Muchos distribuidores desarrollaron sus existencias, mientras que la demanda final no está solicitando tanto. Están en un momento de stand-by porque no hay compras por el usuario final”, dijo Carvalho.
Por ejemplo, la producción automotriz, que demanda alrededor del 30% del acero en México, registra su mayor contracción en años, debido a la escasez de microprocesadores.
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El cierre del año también coincide con una caída del mercado y de los precios, dado que los distribuidores e industriales a nivel nacional suspenden compras para reducir inventarios.
AHMSA fue consultada sobre la expectativa de precios y su negocio. La compañía respondió que no puede revelar sus proyecciones.
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