Bloomberg — Los precios pagados a los productores estadounidenses registraron un aumento anual récord de casi el 10% en noviembre, una subida que mantendrá una serie de presiones inflacionarias hasta bien entrado el año 2022.
El índice de precios al productor (PPI por sus siglas en inglés) para la demanda final aumentó un 9,6% respecto al año anterior y un 0,8% respecto al mes anterior, según mostraron el martes los datos del Departamento de Trabajo. Ambos avances superaron las previsiones de los economistas.
El avance anual fue el mayor en cifras desde 2010. Las acciones retrocedieron porque los datos reforzaron las expectativas de que los funcionarios de la Reserva Federal endurecerán la política monetaria el próximo año.
Excluyendo los volátiles componentes de los alimentos y la energía, el llamado PPI subyacente aumentó un 0,7% y alcanzó un récord del 7,7% en comparación con el año anterior.
Tanto los precios de los bienes como los de los servicios avanzaron el mes pasado. El informe recoge los cambios en los precios pagados a los productores, así como los márgenes recibidos por los mayoristas y minoristas.
Los costos de los materiales han aumentado rápidamente este año debido a los cuellos de botella en el área de transporte, la fuerte demanda y las restricciones laborales. Muchas empresas han conseguido trasladar esos costos añadidos a los clientes a través de precios más altos, y el último informe sugiere que habrá más aumentos de precios al consumo en los próximos meses.
Inflación de los consumidores
Datos publicados la semana pasada mostraron que el índice de precios al consumo aumentó un 6,8% el mes pasado con respecto al año anterior, el ritmo anual más rápido en casi 40 años. Aunque al principio se concentró en un puñado de categorías asociadas a la reapertura de la economía, la inflación se ha expandido.
El aumento sostenido de la inflación ha puesto presión sobre los responsables de formular políticas para que actúen al respecto. Se prevé que la Reserva Federal, que concluirá su última reunión del año el miércoles, acelere la reducción de su programa de compra de bonos, una acción que permitiría al banco central comenzar a aumentar las tasas de interés el próximo año.
La persistencia de la inflación en los últimos meses ha demostrado ser un importante dolor de cabeza político para el presidente Joe Biden, que está tratando de salvar su plan de impuestos y gastos de aproximadamente US$2 billones en medio de la preocupación de un senador clave, Joe Manchin, de Virginia Occidental, de que el paquete estimule aún más el aumento de los precios.
Los precios al productor, excluyendo los de alimentos, energía y los servicios comerciales (una medida que suelen preferir los economistas porque elimina los componentes más volátiles) subieron un 0,7% respecto al mes anterior. En comparación con el año anterior, el indicador aumentó un 6,9%.
Los precios de los bienes aumentaron un 1,2% en noviembre con respecto al mes anterior, reflejando un amplio avance que incluyó la chatarra de hierro y acero, la gasolina y las frutas y verduras.
Los costos de los servicios subieron un 0,7%, reflejando en parte un aumento de los precios de la gestión de carteras de inversión.
Los costos de los bienes procesados para la demanda intermedia, que reflejan los precios en la fase inicial de la producción, aumentaron un 1,5% respecto al mes anterior. En comparación con el año anterior, la medida se disparó un 26,5%, la mayor cifra desde 1974.
Con la asistencia de Olivia Rockeman y Sophie Caronello.
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Este artículo fue traducido por Andrea González
