Kushki significa dinero en kichwa, el principal idioma indígena del Ecuador, y ese fue el nombre que Sebastián Castro y Aron Schwarzkopf escogieron en 2017 para su iniciativa de pagos que ahora se extiende en gran parte de Latinoamérica.
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Kushki es una plataforma de tecnología para pagos digitales que les permite a las empresas ejecutar sus cobros en línea con rapidez, fiabilidad y seguridad. Nació con la misión de conectar a la región con pagos mediante el desarrollo de una robusta infraestructura tecnológica, buscando simplificar el movimiento de dinero y empujando el desarrollo de la economía digital de la región e impactando en la vida de millones de latinos.
“Nuestro reto es acelerar la infraestructura de Kushki en toda Latinoamérica, democratizando el movimiento de dinero tanto para las empresas como para los consumidores”, ha comentado Castro, mientras que Schwarzkopf ha mencionado que su visión “es proporcionar infraestructura de vanguardia, estandarizada y escalable en toda Latinoamérica para que su economía digital pueda instalarse sobre ella durante las próximas décadas”.
“Nuestro reto es acelerar la infraestructura de Kushki en toda Latinoamérica, democratizando el movimiento de dinero tanto para las empresas como para los consumidores”.
Sebastián Castro, fundador de Kushki.
Conocidos como “kushkeanos”, la empresa inició sus operaciones con tres colaboradores y, a la fecha, son más de 250. Se proyecta llegar a 500 al cierre de 2021. Actualmente tiene operaciones en Ecuador, Colombia, Chile, Perú, México y Guatemala y a futuro estará también en Brasil y Centroamérica.
Cuentan con más de 500 clientes en su portafolio, entre ellos, Rappi, Wom, Claro, SURA, Telefónica, Banco Santander, entre otros. Una de sus características son los beneficios que da a sus empleados, como trabajo remoto, horarios flexibles, media jornada los viernes, plan de carrera, mentorías y formación, seguro de salud, clases de yoga, computador propio luego de dos años en la empresa, entre otros.
Kushki fortalece su operación con la participación en rondas de financiamiento de capital de riesgo en EEUU y países de Latinoamérica. En 2020 cerraron su Serie A de US$ 8 millones con el apoyo de Dila Capital, Magma Partners, Kaszek Ventures y Clocktower Ventures. Este tipo de series son las primeras rondas de capital a las que accede una startup para su crecimiento inicial.
En 2021 volvieron a ser noticia con el cierre de su Serie B de US$ 86 millones a una valoración de US$ 600 millones de dólares, esta vez para su consolidación y expansión, respaldada por un fondo global de alto crecimiento no revelado y el fondo japonés Softbank.
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