El auge de las estafas electrónicas en Venezuela: Desde el “Hola, soy María” hasta el comunicado de Movistar

El más reciente modus operandi de fraude representa una mejora en una larga lista de delitos electrónicos, en crecimiento con la llegada de la pandemia

Estafas a través de WhatsApp son las más comunes
11 de diciembre, 2021 | 07:59 AM

«Movistar informa a la opinión pública que no está realizando llamadas solicitando datos o enviando SMS con códigos a sus clientes para la actualización de WhatsApp», expresa parte del comunicado de la compañía telefónica difundido esta última semana. El texto busca alertar a la población venezolana sobre una nueva práctica de estafa electrónica en el país.

Un número desconocido llama por primera vez a un usuario con la información de que su WhatsApp será desactivado, en caso de que no aplique las medidas que le indica a continuación: “Debe indicarme el número que reciba en un momento para restablecer el servicio de la App”. Quien no logre identificar las intenciones detrás de la llamada puede correr el riesgo de convertirse en una víctima de hackeo.

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El más reciente modus operandi de fraude representa una mejora en una larga lista de delitos electrónicos, que de acuerdo al profesor de Criminología de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Luis Izquiel, presenció un auge desde la llegada de la pandemia por Covid-19 al país, en marzo de 2020.

“Muchos delincuentes tuvieron que reinventarse en medio de la desmovilización social que existía en el país. Buena parte comenzó con esta estrategia. El más común es enviar mensajes de texto o WhatsApp con un nombre común como María, Ana, o cualquier otro y entablar una relación de confianza y ofrecer dólares en venta. La víctima transfería el dinero y ese sería el botín”, sostiene el abogado penalista para referirse a la popular práctica conocida como “Hola, soy María”, cuyos laboratorios han ido siendo desmantelados por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en todo el territorio nacional.

Para el director del Instituto de Ciencias Penales, Criminalísticas y Criminología de la Universidad Santa María, Fermín Mármol García, la extorsión telefónica y online en Venezuela es una técnica que si bien se viene empleando desde hace más de 15 años, se trata de una delincuencia de astucia, que termina haciéndose pasar por delincuencia organizada.

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Mármol García explica a Bloomberg Línea que estas pequeñas y medianas bandas de astucia, han comprendido que la tecnología también es una herramienta correcta o un medio para hacerse de bienes y servicios de manera fraudulenta. “Debemos comprender que tenemos una delincuencia muy paciente, muy astuta, muy hábil contra una ciudadanía que por lo general está siempre apurada, necesitada de rapidez e inmediatez para resolver sus circunstancias”, agrega.

La ciudadanía venezolana ya atareada de por sí, no estaría buscando con detenimiento y observación los detalles detrás de una oferta extraordinaria, en la que siempre es posible encontrar un fraude o estafa. El profesor Mármol cree que en medio de la necesidad que se produce en el venezolano con una economía distorsionada, un modus operandi como el de “Hola, soy María”, que se encarga de la usurpación de identidades para lograr el canje de la moneda de uso legal, el bolívar, y las divisas, puede avanzar, aunque de manera burda y coloquial, y ser mejorado incluso con el robo de información de WhasApp.

“Es el robo de identidad que sucede cuando cometemos errores de contestar mensajes con información y más allá de estos timos, empleando la tecnología, también existe la extorsión, que es un delito contra la propiedad pero que busca un daño psicoemocional, la amenaza, la necesidad de irradiar temor en una víctima cautiva. Se emplea igual la tecnología y está también el robo de datos, que es a través de los hackers, el cerebro, el disco duro para posteriormente pedir un rescate. Lo que más existe es el daño a personas naturales que están adquiriendo un inmueble”, resalta el abogado criminalista.

Izquiel habla en ese sentido sobre las modalidades para la adquisición de vehículos que también ha ido creciendo en los últimos años, a través de Marketplace, una página en Facebook de ventas de productos, bienes y servicios.

“Vehículos que son ofertados más bajo que el precio regular, hacen que la víctima se traslade a un sitio en los alrededores de Caracas, principalmente hacia los Valles del Tuy, donde se hacía o se hace la cita para que las víctimas se dirijan y los delincuentes aprovechan de robar a la víctima o secuestrarla”, expone para también recordar las estafas que se dan en el marco de la búsqueda de medicamentos u otros artículos escasos en el país, una metodología que resulta más sencilla al momento de ubicar a quienes necesitan de ello y ofrecerles una mercancía inexistente.