Bloomberg — Para los trabajadores que buscan un aumento de sueldo, el lugar en el que están empleados puede ser tan importante como lo bueno que son en sus trabajos.
Según una investigación de la OCDE, alrededor de un tercio de la desigualdad salarial se debe a lagunas en las políticas entre los empleadores y no a las diferentes habilidades. En los países cubiertos en el informe de la organización, las empresas con salarios altos pagan aproximadamente el doble que sus pares con salarios bajos por trabajadores comparables.
“Las empresas tienen un poder considerable para fijar los salarios independientemente de sus competidores”, dice el informe. “Los salarios no están determinados exclusivamente por las habilidades, la empresa donde trabaja la gente es importante”.
La fuerza de la desigualdad salarial puede verse agravada por la pandemia de Covid-19 a medida que las brechas entre las empresas se amplían con una creciente brecha digital y una dinámica de “el ganador se lo lleva todo”, dijo la OCDE. La tendencia también está contribuyendo a las brechas salariales de género debido a que hay una mayor proporción de mujeres empleadas en empresas de bajos salarios, dijo.
“Es necesario actuar ahora para evitar el riesgo de una economía de dos velocidades, en la que la actividad y el empleo están muy concentrados, y las empresas de alta productividad y sus trabajadores se alejan cada vez más del resto”, dijo la OCDE.
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