Bloomberg — El banco central de Brasil llevó a cabo su segunda subida consecutiva de las tasas de interés en 150 puntos básicos y prometió que el ciclo de endurecimiento más agresivo del mundo no terminará hasta que las estimaciones de inflación vuelvan al objetivo.
El banco elevó el miércoles la Selic hasta el 9,25% y anticipó otra subida de la misma magnitud en febrero, lo que lleva a los economistas a estimar que la tasa puede llegar hasta el 12% a principios del próximo año. Los responsables de formular políticas monetarias han aumentado los costos de los préstamos en 725 puntos básicos desde marzo, la mayor cantidad entre las principales economías mundiales.
“Es apropiado avanzar en el proceso de endurecimiento monetario de forma significativa hacia el territorio restrictivo”, escribió el banco central en un comunicado que acompañaba a su decisión, citando un aumento de sus propias proyecciones de inflación y los riesgos de que las previsiones del mercado sean más altas a largo plazo. “El comité persistirá en su estrategia hasta que se consolide el proceso de desinflación y el anclaje de las expectativas en torno a sus objetivos”.
El real brasileño ganaba un 0,1% y se situaba en 5,5259 por dólar estadounidense a las 7:20 a.m. en Nueva York. Las tasas de los swaps del contrato con vencimiento en enero de 2023 subieron hasta 21 puntos básicos en las primeras operaciones.
Los responsables de formular políticas económicas, encabezados por Roberto Campos Neto, están luchando por controlar las expectativas de inflación, que se han deteriorado de forma constante, incluso mientras la mayor economía de América Latina se hunde en la recesión y el desempleo se mantiene por encima del 12%. Las presiones sobre los precios están durando más de lo previsto, no sólo por cuestiones globales como el encarecimiento del combustible y los alimentos, sino también por la preocupación por el aumento del gasto público de cara a las elecciones presidenciales de 2022.
Lo que dice Bloomberg Economics
La referencia a las crecientes expectativas de inflación y la mención explícita de que la política monetaria avanza “significativamente” hacia un territorio restrictivo pueden llevar a los mercados a cotizar una tasa final más alta para este ciclo que la que actualmente está incorporada en la curva de rendimiento. La perspectiva de unas tasas más altas también puede apoyar a la moneda.
Adriana Dupita, economista de Latinoamérica
Aunque la inflación se ha convertido en un problema mundial tras la pandemia, está afectando más a América Latina. Se espera que Perú, Chile, México y Colombia aumenten los costos de los préstamos en los próximos días para enfriar el aumento del costo de vida.
Sin embargo, los precios están subiendo más rápido en Brasil que en la mayoría de sus vecinos: la inflación anual probablemente alcanzó el 10,9% en noviembre, la mayor desde 2003, según la estimación media de una encuesta de Bloomberg entre economistas. El instituto nacional de estadística publicará las cifras el viernes.
“La batalla contra la inflación y la deriva de las expectativas está lejos de terminar y el banco central es muy consciente de la magnitud del desafío”, dijo Alberto Ramos, economista jefe para América Latina de Goldman Sachs Group Inc. “Lamentablemente, en esta búsqueda el banco no puede contar con mucho apoyo de la política fiscal”.
El banco central de Brasil tiene como objetivo una inflación del 3,75% este año y del 3,5% en 2022, con un rango de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales.
Declaración Hawkish
El banco central redobló sus planes de endurecimiento de la política monetaria a pesar de los crecientes riesgos para el crecimiento. Tanto las ventas al por menor como la producción industrial cayeron en octubre en una nueva señal de malestar después de que la economía cayera en recesión en el tercer trimestre.
Los indicadores económicos recientes han estado moderadamente por debajo de las expectativas, escribieron los responsables de formular políticas en el comunicado. A nivel mundial, la posibilidad de otra ola del Covid-19 y la aparición de la variante ómicron añaden incertidumbre a la recuperación de las economías avanzadas, añadieron.
Los analistas encuestados por la autoridad monetaria han recortado sus previsiones de crecimiento para 2022 durante nueve semanas consecutivas, hasta el 0,51%. Ante el debilitamiento de las perspectivas, el banco central sorprendió al reforzar su compromiso de anclar las expectativas de inflación, según Brendan McKenna, estratega de Wells Fargo en Nueva York.
“Es una de las declaraciones más hawkish (partidario de política monetaria restrictiva) que hemos visto este año”, dijo McKenna, señalando que ayudará a impulsar el real. “Esperaba una ralentización del ritmo de endurecimiento, pero dado el tono de hoy, ajustaré al alza mi previsión de tasa Selic para febrero”.
En el futuro, no faltan los posibles impulsores de la inflación. A nivel mundial, existe la posibilidad de que la Reserva Federal de Estados Unidos suba las tasas antes de lo previsto. Asimismo, la propagación de la cepa ómicron del Covid-19 hace prever nuevos confinamientos que pueden reavivar los choques de oferta.
En el plano interno, el presidente Jair Bolsonaro tiene previsto aumentar las ayudas a los pobres antes de las elecciones del próximo año. En el comunicado, los responsables de formular políticas económicas advirtieron de que un estímulo fiscal adicional podría impulsar la demanda agregada y presionar la prima de riesgo de Brasil.
“Fue una declaración más hawkish de lo que esperábamos”, dijo Tatiana Nogueira, economista de XP Inc. “Seguirán subiendo las tasas a un nivel significativamente superior al neutral”.
Con la asistencia de Rafael Mendes, Caroline Aragaki, Robert Jameson, Maria Elena Vizcaino y Philip Sanders.
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Este artículo fue traducido por Andrea González