Ciudad de México — En una despedida algo improvisada, pero afectiva de parte de los subgobernadores, Alejandro Díaz de León dijo adiós al cargo más alto que se puede ocupar en Banco de México (Banxico), en donde inició su carrera como analista en 1991, la época de la modernización del banco que culminó con una reforma constitucional que le otorgó plena autonomía.
“Agradezco su liderazgo en estos años, en un periodo por demás difícil asociado al tema de la pandemia”, destacó el subgobernador Gerardo Esquivel. “Su contribución ha sido muy decisiva para que el banco pueda lograr su trabajo de la mejor manera posible y cumplir con su mandato”.
La subgobernadora Irene Espinosa también reconoció el liderazgo del gobernador y su dedicación para arropar a la institución. “Fue muy brillante en su paso por la gubernatura, te deseo lo mejor en lo que venga”. El subgobernador Jonathan Heath se unió a las felicitaciones. “Realmente te deseo muchísimos éxitos en estos siguientes años”.
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Galia Borja, la subgobernadora con menor antigüedad en la Junta de Gobierno, ratificó el mandato del banco con mantener una inflación baja y estable, y celebró la gestión del gobernador. “Gracias a su liderazgo y a su impecable dirección del banco, me hicieron siempre sentir como si ya fuera parte de la Junta desde tiempo atrás”.
El gobernador de Banxico encabezó ayer la última conferencia de prensa en compañía de los miembros de la Junta de Gobierno, presentó el Reporte de estabilidad financiera diciembre 2021 y fue enfático en afirmar, a unos días de que concluya su periodo, que el sistema financiero mexicano está en condición de enfrentar adversidades.
Díaz de León habló de varios temas: la posición sólida del sistema financiero en México, el incremento en la capitalización de la banca, la cautela por contratar crédito en la recuperación económica, riesgos cibernéticos, remesas, la tasa de interés y su impacto en la contratación de crédito y la salida de capitales de países emergentes.
También hubo para él preguntas relacionadas con la reforma eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador y otras iniciativas legislativas en proceso en el Congreso, sin embargo, fiel a su estilo de no opinar sobre cambios a las leyes que aún están en discusión y de no polemizar, evitó comentar sobre esos temas.
A partir del primero de enero de 2022 todos los cuestionamientos serán para Victoria Rodríguez Ceja, la subsecretaria de Egresos de Hacienda que el presidente nominó sorpresivamente para gobernadora del banco y en lugar del exsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, a quien había propuesto desde junio para dar certidumbre al mercado.
El 28 de noviembre de 2017, el presidente Enrique Peña Nieto designó a Díaz de León como gobernador del banco central para el periodo del 1 de diciembre de 2017 al 31 de diciembre de 2021. Antes de su nombramiento, fungió como subgobernador desde el 1 de enero de 2017.
José Antonio González Anaya, quien fuera titular de la Secretaría de Hacienda al momento de la designación, calificó en ese entonces como acertada la nominación de Díaz de León como sucesor de Agustín Carstens, al considerar que la nominación del economista formado en el ITAM enviaba una señal a los mercados de estabilidad y de continuidad en la política monetaria.
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El 21 de mayo de 2021, de forma inesperada y temprana, López Obrador anunció en su conferencia matutina que no ratificaría a Díaz de León como gobernador de Banxico.
Meses atrás, el presidente había lanzado en su conferencia señalamientos en contra del gobernador por haber aprobado préstamos “sospechosos” cuando estuvo en la dirección de Bancomext (2015-2016).
Díaz de León aclaró al presidente dichos señalamientos sobre la gestión en Bancomext, no obstante, esa no fue la única vez que se vio inmerso en declaraciones presidenciales, ya que el mandatario en más de una ocasión aludió a la autonomía del banco desde la tribuna de Palacio Nacional.
Para todas las veces que Díaz de León se vio implicado en las declaraciones que cuestionaban su actuar o el del banco, siempre tuvo una misma respuesta: la evolución histórica del Banco de México reafirma la importancia que tiene la autonomía para que la institución logre eficazmente su mandato prioritario de contar con una inflación baja y estable.
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Ayer, en su último evento público, no fue la excepción. Agradeció a los subgobernadores el reconocimiento que le hicieron por su liderazgo al frente del banco en medio de una pandemia con fuertes consecuencias económicas y, en agradecimiento, les dijo que confiaba en que la Junta de Gobierno seguirá trabajando para que el banco cumpla con su mandato.
Sin embargo, esa no fue su última reflexión. Las últimas palabras que quedarán en el récord para la opinión pública decidió dedicarlas a la resiliencia de las instituciones aun en escenarios no previstos. Todavía más, dijo que es indispensable ser cada vez más resilientes como sociedad, como economía y como sistema financiero.
Ante choques insospechados como fue la pandemia -abundó- se necesita mayor capacidad de ajuste y de adaptación a un entorno cambiante sin que ello implique una afectación que sea verdaderamente crítica.
“Seguir abonando en el camino de la resiliencia siento que es clave y en ese sentido creo que es una de las lecciones. No es tanto lo más importante si va a haber otro reto asociado a una nueva cepa o no porque podrá haber otro reto, algo que no prevemos hoy en día, lo importante es crear instituciones resilientes y que sepan resistir los diferentes choques a los que estamos sujetos”.
Alejandro Díaz de León
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