Bloomberg — Investigadores de Hong Kong afirman haber desarrollado el primer acero inoxidable del mundo que mata el Covid-19 en cuestión de horas, lo que se suma al arsenal de productos que se están creando en todo el mundo para frenar el patógeno que desencadenó la pandemia.
La aleación recién desarrollada puede inactivar el 99,75% del virus SARS-CoV-2 en tres horas y el 99,99% en seis horas, según un estudio publicado el 25 de noviembre por un equipo de investigadores de la Universidad de Hong Kong.
Los investigadores de la universidad, dirigidos por Huang Mingxin, del Departamento de Ingeniería Mecánica, y Leo Poon, del Centro de Inmunidad e Infección, están también en contacto con socios industriales para probar este material en la creación de productos de acero, como botones de ascensor, pomos de puertas y pasamanos, que se encuentran entre las superficies que más se tocan en los espacios públicos.
La innovación, si se demuestra eficaz y barata, reducirá considerablemente los costes de la desinfección periódica de zonas públicas de transporte masivo, como aeropuertos y estaciones de tren, así como de otros lugares donde se reúnen multitudes, como cines y estadios deportivos. Mientras los temores de pandemia vuelven a aparecer con la variante ómicron, el nuevo producto puede ayudar potencialmente a la gente a volver a su vida normal después de los trastornos de los últimos dos años.
La propiedad antimicrobiana de la aleación es de larga duración, incluso si se daña continuamente durante el servicio, dicen los investigadores en el estudio publicado. Además, puede producirse mediante la técnica de “pulvimetalurgia” existente, lo que permite mantener los costes bajos.
En circunstancias normales, el virus que causa el Covid-19 puede permanecer en las superficies durante más de dos días.
H1N1, E.coli
La nueva aleación, que añade cobre a la mezcla de acero inoxidable, puede proteger también contra otros microbios causantes de enfermedades. El “acero inoxidable antipatógeno también presenta una excelente capacidad de inactivación” para el virus de la gripe A H1N1 y la bacteria Escherichia coli, añadieron.
La pandemia ha infectado hasta ahora a más de 266 millones de personas en todo el mundo, ha matado a más de 5,2 millones y ha dejado a muchos de quienes padecieron la enfermedad con efectos secundarios a largo plazo. El propio virus ha visto múltiples mutaciones, cinco de las cuales han sido declaradas variantes preocupantes por la Organización Mundial de la Salud y han mantenido en vilo a los fabricantes de medicamentos y vacunas.
La más reciente y más diferenciada variante, ómicron, se detectó por primera vez en el sur de África el 24 de noviembre y desde entonces se ha extendido rápidamente a decenas de países, frustrando los planes de reapertura y obligando a los países a reimponer las restricciones de viaje.
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