Bloomberg — Olaf Scholz superó el último obstáculo en su camino para convertirse en canciller alemán luego de que los miembros del Partido Verde aprobaran abrumadoramente el acuerdo de coalición con los socialdemócratas de centroizquierda y los Demócratas Libres, de orientación favorable a los mercados.
Los Verdes dijeron que el 86% de los 71.000 miembros que votaron respaldaron el acuerdo, que incluye una ambiciosa agenda climática y planes para actualizar la infraestructura tecnológica de Alemania. El SPD (por sus siglas en inglés, Partido Social Demócrata) y el FDP (por sus siglas en inglés, Partido Democrático Libre) aprobaron la alianza en reuniones especiales del partido durante el fin de semana, donde el apoyo superó el 90%.
“La gran tarea de nuestra generación política será resolver la tensión entre las cuestiones ecológicas y las necesidades económicas”, dijo el colíder de los Verdes, Robert Habeck, el lunes en una conferencia de prensa en Berlín. “Esto domina todo el acuerdo de coalición y será, además de todas las demás crisis, la tarea central de este gobierno”.
Los Verdes están bajo presión para cumplir su promesa de proteger el medio ambiente y se han enfrentado a quejas de que el pacto de coalición se quedó corto en cuestiones como los límites de velocidad en las carreteras alemanas y el veto climático a la política gubernamental.
Algunos elementos han sido difíciles de vender a su base activista, en particular la cesión del Ministerio de Transporte al FDP, que supervisará los objetivos de emisiones de automóviles y el cambio a la movilidad eléctrica.
Aún así, Habeck se hará cargo de un influyente ministerio de economía y clima, mientras que su colíder, Annalena Baerbock, se convertirá en la primera ministra de Relaciones Exteriores de Alemania.
“Estamos muy contentos con este gran, gran resultado”, dijo un radiante Baerbock el lunes junto a Habeck. “Comenzamos ahora con un fuerte viento a favor de la votación y con un nuevo gobierno fortalecido”, agregó, prometiendo un “cambio de paradigma” en las políticas diseñadas para enfrentar desafíos como el cambio climático y la pandemia.
“La situación con el coronavirus es peor que nunca”, dijo Baerbock. “A pesar de toda la alegría que estamos experimentando aquí hoy como Verdes, la prioridad y la tarea absolutamente más importante del nuevo gobierno en las próximas semanas y meses será controlar la pandemia”.
Scholz y su gobierno serán juramentados por la cámara baja del parlamento el miércoles, tomando el timón de la economía más grande de Europa de manos de Angela Merkel y poniendo fin a su mandato de 16 años.
El socialdemócrata, a quien muchos en Alemania habían descartado tan recientemente hasta el verano, protagonizó una sorpresiva victoria en las elecciones nacionales de septiembre. Luego pasó la mayor parte de dos meses forjando una alianza entre partidos con políticas marcadamente diferentes en áreas clave, incluidas las finanzas.
El noveno canciller de Alemania posterior a la Segunda Guerra Mundial primero tendrá que abordar un aumento en las infecciones por Covid-19, que se ha visto agravado por una tasa de vacunación rezagada. El sábado, Scholz dijo a su partido que luchar contra la pandemia será “nuestra primera y más importante tarea” después de que el gobierno asuma el cargo.
El acuerdo de coalición de 177 páginas lleva las huellas digitales de cada partido. El SPD de Scholz aseguró un aumento del salario mínimo a 12 euros (US$13,56) la hora y garantías de pensión; los Verdes adelantaron la fecha de salida del carbón del país hasta 2030; y el FDP ganó con la promesa de no aumentar los impuestos y preservar los límites constitucionales de la deuda.
El presidente del FDP, Christian Lindner, quien obtuvo el 92% de respaldo para la coalición en una conferencia del partido el domingo, se convertirá en ministro de Finanzas, sucediendo a Scholz.
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Este artículo fue traducido por : Miriam Salazar