Bloomberg — La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, espera que la organización reduzca sus expectativas de recuperación económica mundial a medida que aumente el número de casos de Covid-19 atribuibles a la nueva variante ómicron.
“Es probable que veamos algunos ajustes a nuestras proyecciones de octubre para el crecimiento global”, dijo Georgieva en la conferencia organizada por Reuters este viernes. Las nuevas variantes del coronavirus “pueden mermar la confianza muy rápidamente”, indicó.
El FMI, con sede en Washington, previó en octubre que la economía mundial se expandiría un 4,9% el próximo año. Para 2021, había recortado su perspectiva a 5,9%.
Los problemas que ya existían antes de la aparición de ómicron ahora se están afianzando, incluida una divergencia cada vez más profunda entre algunos países que se recuperan más rápido de la pandemia y otros que se quedan atrás, dijo Georgieva.
Mientras tanto, “nuevos problemas están surgiendo para los responsables de formular la política, en particular, la inflación”, señaló.
Preocupación por la deuda
Georgieva reiteró las preocupaciones que planteó el jueves sobre la capacidad de los países de bajos ingresos para pagar la deuda, y señaló que alrededor del 60% de las naciones más pobres del mundo corren un alto riesgo o ya están endeudadas.
“2022 va a ser un año muy apremiante en términos de lidiar con la deuda”, gracias a un aumento en los préstamos durante la pandemia, dijo Georgieva. Si bien las tasas de interés son actualmente relativamente bajas, “puede que ese no sea el caso hasta el 2022″, dijo.
En mayo del año pasado, el Grupo de los 20 puso en marcha una iniciativa de suspensión del servicio de la deuda para aliviar a las naciones más pobres del mundo en medio de la pandemia. Dado que la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI por sus siglas en inglés) expira a finales de este año y las tasas de interés están a punto de subir, Georgieva dijo que los países deben considerar alternativas como el llamado marco común, un plan basado en las reglas del Club de París de acreedores para reorganizar los préstamos.
El marco común (destinado a ayudar a los países a hacer frente a su deuda insostenible después de que la pandemia afectara a sus finanzas) ha estado plagado de retrasos y de falta de interés por parte de los países deudores desde su creación en noviembre de 2020. Sólo tres países (Etiopía, Chad y Zambia) lo han solicitado.
El FMI ha tratado de abordar los desincentivos para adherirse al marco común proponiendo una suspensión del servicio de la deuda en el momento en que se solicite el marco. Georgieva dijo que se ha puesto en contacto con los prestamistas del sector privado, junto con China, que es un gran acreedor, para tratar este tema.
“Mi mensaje para todos es que no esperen hasta que sea demasiado tarde: les saldrá más caro”, dijo Georgieva. “Será muy doloroso para los países. Muévanse”.
El alentador progreso con Zambia puede servir de “señal para aquellos países que están sentados en el banquillo”, dijo Georgieva.
“No significa que todos ellos necesiten un tratamiento marco común”, dijo. “Esperaría que si tenemos éxito en la reforma del marco común, no sería un número improbable (hablar de una docena de países, o incluso más), pero no quiero prejuzgar dónde estaríamos”.
Georgieva también sugirió que, si bien el marco ahora es para países de bajos ingresos, podría ampliarse. “¿Deberíamos pensar en las economías de ingresos medios con “enormes obligaciones de servicio de la deuda, y cómo podemos abordar los problemas de estos países de una manera más prudente, estructurada y organizada?”.
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Este artículo fue traducido por Estefanía Salinas Concha.