Ciudad de México — Primero Italia, luego Europa. Eduardo Padilla seguía de cerca la evolución de un virus hasta entonces desconocido entre febrero y marzo de 2020. Cuando alcanzó a México, tardó en asimilar que se trataba de una ola sanitaria que reconfiguró los planes de negocio para FEMSA hacia adelante, la principal embotelladora independiente de Coca-Cola y dueña de las tiendas de conveniencia Oxxo.
“Yo, me acuso de torpeza junto con mi equipo directivo, de no haber visto la conexión tan importante”, se sinceró a Bloomberg Línea, en una entrevista virtual para hacer un análisis de cómo fue su estilo de liderazgo durante la pandemia.
Operar un negocio que generaba más de MXN$120.000 millones en ingresos totales y una utilidad neta de MXN$9.000 millones cuando inició la pandemia de Covid-19 fue su gran y último reto.
A sus 68 años está cerrando un ciclo de 25 años al frente de la empresa como parte de un plan de jubilación y de sucesión corporativa. En enero de 2022, Padilla cederá su lugar a Daniel Rodríguez Cofré quien asumirá como nuevo CEO tras encabezar la dirección general de Femsa Comercio, que opera el negocio de Oxxo.
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Los ingresos de FEMSA se recargan mayormente en el consumo y la industria de bebidas, dos de los sectores que se vieron fuertemente golpeados por el Gran Confinamiento. En el segundo trimestre de 2020, el cierre de tiendas y la reducción del gasto en los consumidores desplomó en doble dígito su EBITDA (23,3%) y los ingresos del conglomerado (10,7%).
“Entramos en un verdadero ambiente de muchísima tensión, de decir, ¿qué vamos a hacer al respecto? Y creo que en este tema de las crisis puedes sacar lo mejor o lo peor de los seres humanos”.
Fue entonces cuando Padilla pasó de enfocarse en el crecimiento de las utilidades a la mitigación de riesgos y la continuidad del negocio. La empresa generó índices vinculados con el flujo y la operación de los negocios vinculados con la enfermedad a los que les daba un seguimiento semanal, pero también tomó en cuenta un elemento que comenzó a considerar fundamental para que la operación de la empresa no diera más pasos atrás en cantidad, pero también en calidad: la energía que emanan las personas.
“Los jefes podemos ser tremendamente destructores”.
Eduardo Padilla, CEO de FEMSA
En una carta a inversionistas para explicar los resultados financieros al primer trimestre de 2020, el CEO ya reconocía desde entonces al equipo en todas sus divisiones “por reaccionar y adaptarse con altos niveles de agilidad y eficiencia a un entorno tan cambiante”.
El encierro hizo notar a Padilla de dónde venía su propia energía, antes de impactar negativamente a los colaboradores cercanos y al resto de la cadena operativa.
En un ambiente de aparente calma, que obligaba a la autoreflexión, se preguntó cómo iba a ser su gestión en momentos de tensión a nivel operativo, pero también humano. Su rutina comenzó a depender de cuestiones básicas, como hacer ejercicio y dormir bien, pero también de la vinculación espiritual, como la meditación, para poder mantener el temple.
“Nos dimos cuenta los jefes que nosotros también éramos responsables de cómo mantener la energía de los equipos y no ser drenes de energías. Si el jefe iba a estar de manera intempestiva pidiendo reportes, cómo va esto, cómo va el otro, en un ambiente de encierro, y alguien no tiene el temperamento o el temple de llevar a cabo su encomienda, teniendo gente linda y capaz llevando a cabo una encomienda, los jefes podemos ser tremendamente destructores”.
Padilla entonces se encargó personalmente de evitar caer en un ambiente negativo y fomentarlo en el resto de la organización, explicó, desde el más humilde de los trabajadores hasta el ejecutivo más importante.
“Hay gente que se acerca contigo y dices, ‘qué maravilla que está conmigo, porque me da energía’, pero hay gente que chupa energía. Entonces hay que darnos cuenta cómo en la interacción con los demás, nosotros generamos energía en los demás, o podemos ser un lastre y chupar energía”.
Eduardo Padilla, CEO de FEMSA
El directivo mira hacia atrás y reconoce momentos de confusión. Insiste en que su principal error fue no haber habilitado lo suficientemente a tiempo un plan a partir del golpe que la pandemia ocasionaría, pero se reconforta cuando elige verlo como un proceso nuevo de experimentación, entendimiento y corrección.
En mayo de 2020, mientras FEMSA batallaba por estabilizar las operaciones y hacer una buena gestión del capital humano a nivel interno, la compañía atravesó un par de días de revuelo originado en redes sociales a partir de que algunos dueños de locales en donde opera Oxxo revelaron que la cadena de tiendas de conveniencia informaba de descuentos en el pago de las rentas de los establecimientos, los cuales permanecieron abiertos al ser considerados por el Gobierno como actividad escencial.
En aquel momento, FEMSA era la empresa mexicana en bolsa con más efectivo en caja, por lo que la decisión desconcertó y preocupó a quienes dependían de este ingreso para subsistir durante la crisis económica que ocasionó el virus. La compañía aclaró en su momento, en un comunicado enviado a medios, que ante la baja en el tráfico de tiendas Oxxo se vio en la necesidad de realizar ajustes operativos y financieros temporales, como el cierre de turnos, o incluso tiendas, aunque sin especificar el caso alrededor del pago de rentas a los dueños de los locales.
En términos de negocio, Padilla se arriesgó a hacer lo que, dice, nunca se imaginó: ejecutar un plan de adquisiciones en medio de un ambiente de incertidumbre económica con la compra de dos empresas en Estados Unidos.
“La intuición te puede decir: cómo se te ocurre comprar una compañía ahorita, cómo se te ocurre no estar.. No vas a poder hacer el due dilligence adecuado, no vas a poder ni visitarlas. Estaba prohibido viajar, no podíamos ir siquiera a Estados Unidos. Y pudimos trabajar con nuestros socios y con nuestros equipos de manera remota y pudimos ir físicamente alguno de nosotros, hasta creo que, después de haber firmado el contrato, un par de meses, creo que esas cosas nos hicieron romper paradigmas”.
Eduardo Padilla, CEO de FEMSA
En los últimos 18 meses, FEMSA ganó presencia en Estados Unidos a través de su negocio logístico y de distribución de productos, por lo que la compañía está alcanzando el objetivo de tener operaciones en este mercado, algo que busca desde hace años, y que no ha logrado a través de sus principales negocios, que son la embotelladora y FEMSA Comercio (Oxxo).
La compañía tiene cuatro áreas de negocio actualmente, Coca-Cola FEMSA, FEMSA Comercio (Proximidad, Salud y Combustibles), Negocios Estratégicos y una participación accionaria en Heineken.
Con la mira puesta en Estados Unidos, la empresa está diversificando su fuente de negocios e ingresos, principalmente en un país que ofrece un potencial de crecimiento, menor riesgo y también un flujo en moneda dura.
La ola de compras que está realizando comenzó en noviembre de 2019, con la compra de un interés minoritario en Jetro Restaurant Depot, un proveedor de insumos para restaurantes y comercios pequeños, mientras que las más recientes ocurrieron en octubre y noviembre.
Eduardo Padilla asegura que la pandemia le dio la oportunidad de acercarse mucho más a los colaboradores, con la paradoja de la distancia y de solo poder hacer a través de una pantalla.
“Un día comí con la gente de Colombia, sin haber viajado y dije, ‘A ver, platíquenme de ustedes, platíquenme cómo les está yendo y me di cuenta que la gente quería externar sus miedos, sus preocupaciones, pero también sentir la solidaridad de defensa detrás de ellos para llevar a cabo esta encomienda, entonces, creo que me maravillé mucho de cómo la gente requería mucho que tuviéramos interés en ellos, en sus familias y obviamente en el negocio”.
A nivel consolidado, Femsa registró una recuperación de sus ingresos en el segundo trimestre de 2021, respecto a 2019, pero hasta septiembre aún enfrentaba presiones en algunas de sus divisiones.
Hasta el tercer trimestre de 2021, las ventas unidades iguales de Femsa Comercio (Oxxo) y sus gasolineras no han podido superar los niveles registrados en 2019. Los ingresos en unidades iguales de Oxxo aún estaban 3,5% por debajo a lo obtenido antes de la pandemia. Mientras que los de las gasolineras fueron 19,2% menores.
Oxxo ha enfrentado un menor tráfico en sus tiendas, que ha sido parcialmente compensado por un aumento en el ticket promedio hasta el tercer trimestre.
Eduardo Padilla está por entregar la batuta de FEMSA a Rodríguez Cofré en un momento en que cree estar un camino positivo hacia futuro.
Con información de Michelle del Campo