Bloomberg — Apple Inc., que sufre una escasez de suministros a nivel mundial, se enfrenta ahora a un problema diferente: la ralentización de la demanda.
La compañía ha comunicado a sus proveedores de componentes que la demanda de la línea del iPhone 13 se ha debilitado, según personas familiarizadas con el asunto, lo que indica que algunos consumidores han decidido no intentar conseguir el artículo difícil de encontrar.
Apple ya había recortado su objetivo de producción del iPhone 13 para este año hasta en 10 millones de unidades, desde un objetivo de 90 millones, debido a la falta de piezas, informó Bloomberg News. Pero la esperanza era recuperar gran parte de ese déficit el año que viene, cuando se espera que mejore el suministro. La empresa está informando ahora a sus proveedores de que esos pedidos podrían no materializarse, según las personas, que pidieron no ser identificadas porque las conversaciones son privadas.
La empresa sigue en camino a lograr una temporada navideña récord, dado que los analistas prevén un aumento de las ventas del 6%, hasta los US$117.900 millones, en los últimos tres meses del año. Pero no será el trimestre de éxito que Apple -y Wall Street- habían previsto en un principio. La escasez y los retrasos en las entregas han frustrado a muchos consumidores. Y con la inflación y la variante ómicron, que han despertado la preocupación de los compradores cansados de la pandemia, es posible que renuncien a algunas compras.
Eso podría significar saltarse el iPhone 13 por completo y esperar a actualizarlo el año que viene, cuando salga su sucesor. La línea actual, que comienza en US$799 para el modelo estándar y US$999 para el Pro, se considera una modesta actualización del iPhone 12, que tenía un diseño totalmente nuevo. Se esperan cambios más grandes para el modelo de 2022, lo que da a algunos compradores una razón para esperar.
Apple, con sede en Cupertino, California, declinó hacer comentarios.
Las acciones de Apple caían un 1% en las operaciones previas a la comercialización en Nueva York, mientras que los proveedores de toda Asia y Europa ampliaron sus descensos tras el informe de Bloomberg. En Corea del Sur, LG Innotek Co. caía un 8,4%, mientras que la japonesa TDK Corp. bajaba un 3,6%. En Europa, STMicroelectronics NV caía un 3,9% e Infineon Technologies AG descendía un 3,1%.
El iPhone es el producto estrella de Apple: representa aproximadamente la mitad de sus ingresos de US$365.800 millones durante el último año fiscal, por lo que el despliegue de actualizaciones es un baile delicado. Con el iPhone 13, Apple y los operadores de telefonía móvil pusieron en marcha agresivos programas de descuentos para estimular las compras. En algunos casos, los propietarios de un iPhone 12 o de modelos anteriores pudieron comprar un iPhone 13 sin apenas costo. Aunque los programas de descuento siguen estando disponibles, algunos ofrecen ahorros menos espectaculares que cuando los nuevos modelos salieron a la venta por primera vez.
Durante la última convocatoria de resultados de Apple en octubre, el CEO Tim Cook dijo que la demanda de nuevos productos era “muy robusta” -impulsada por el interés en los últimos iPhones, iPads y otros dispositivos- y que la empresa estaba en camino de lograr un trimestre festivo récord. En el periodo anterior, las ventas fueron de US$111.400 millones.
Señaló las limitaciones de suministro como el mayor reto de la empresa. Cook predijo que la lucha por conseguir suficientes componentes, especialmente chips, le costaría a Apple más de US$6.000 millones en ingresos durante el trimestre navideño.
Las limitaciones también han perjudicado a los socios de Apple. Las ventas del principal proveedor de chips de la compañía, Taiwan Semiconductor Manufacturing Co., se debilitaron recientemente, y los ingresos de octubre cayeron un 12% respecto al mes anterior, hasta los 134.500 millones de dólares taiwaneses (US$4.800 millones).
El mes pasado, el principal ensamblador del iPhone de Apple, Hon Hai Precision Industry Co., predijo que su negocio se reducirá este trimestre con respecto al año anterior, a causa de los descensos en la electrónica de consumo y la informática, ya que sigue sufriendo la escasez de chips. El 24 de octubre, las acciones de IQE Plc cayeron un 24% tras advertir de la disminución de la demanda de teléfonos inteligentes, aunque la empresa de semiconductores no nombró a ningún cliente en particular.
Y ahora hay más tensión en los bolsillos de los compradores. Los precios al consumo en Estados Unidos subieron el mes pasado al ritmo anual más rápido desde 1990. El aumento de los costes de los alimentos, la gasolina y la vivienda está mermando el poder adquisitivo, a pesar del mayor crecimiento de los salarios.
Mientras tanto, el iPhone 13 ya no es tan difícil de conseguir como antes. Los compradores de Apple en EE.UU. habían estado esperando cerca de un mes para que se les entregara el tan preciado modelo Pro. Ahora los tiempos de espera han bajado a dos semanas o menos.
--Con la ayuda de Vlad Savov y Mark Gurman.
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