Bloomberg — Las prohibiciones de viajes para intentar frenar la propagación de la variante ómicron son un “error” y suponen un riesgo mayor para las economías africanas que la propia amenaza del virus, según la líder de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África (Uneca por sus siglas en inglés).
Las restricciones podrían empujar a más personas del continente a la pobreza, dijo Vera Songwe, directora ejecutiva de la Uneca. La agencia ya calculaba que se perderían 70 millones de puestos de trabajo a causa de la pandemia, dijo.
La variante se secuenció por primera vez en el sur de África, lo que provocó una oleada de prohibiciones de viaje a al menos ocho países del continente, afectando a sus asediadas industrias turísticas antes de la temporada de vacaciones de fin de año. Aunque los países occidentales se están movilizando rápidamente para administrar vacunas adicionales a medida que surgen nuevas variantes, la falta de disponibilidad de vacunas ha hecho que menos del 7% de la población de África reciba el esquema de vacunación completo.
“Los países no quieren imponer confinamientos, así que prefieren dejar fuera a los demás”, dijo Songwe en una entrevista. “Deberíamos evitar cometer el mismo error que cometimos con las vacunas, que es como decir que ‘protejámonos a nosotros mismos, pero, lamentablemente, dejemos fuera a África’”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo el lunes que la variante ómicron conllevaba un riesgo “muy alto” de generar nuevos brotes debido a su número de mutaciones genéticas en comparación con variantes anteriores y añadió que Sudáfrica y Botsuana deberían ser “aplaudidos y no castigados”.
“Y lo que es más importante, el crecimiento general del continente se verá obstaculizado”, dijo Songwe. “Creo que es comprensible que la reacción en el continente sea de desconcierto por el hecho de que todos los países del sur de África se enfrenten ahora a una prohibición de viajar”.
El apuro por cerrar las fronteras (Japón e Israel se cerraron por completo a los visitantes extranjeros) llevó a Uday Kotak, el banquero más rico del mundo, a tuitear que “los responsables de formular políticas de todo el mundo actúan impulsivamente en la gestión de la crisis sin datos”.
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