Bloomberg — La petrolera de Brasil, controlada por el estado, planea seguir vendiendo sus campos menos rentables en 2022 y mantener políticas favorables al mercado, incluso cuando el país se dirige a un año electoral, con candidatos debatiendo su autonomía.
Petrobras se está enfocando en la venta de campos petrolíferos heredados en la costa y en aguas poco profundas, donde los costos por barril son más altos que en aguas ultraprofundas, dijo el martes el director financiero Rodrigo Araujo Alves en una entrevista en Bloomberg. La empresa también tiene previsto seguir vendiendo refinerías, un proceso que ha hecho más competitivo el mercado nacional de combustibles.
“Los activos upstream (exploración y producción) no se ven tan afectados” por las elecciones, dijo Araujo. “Esperamos cumplir con las firmas y los cierres en 2022″.
La venta de activos ha sido un componente clave del éxito de Petrobras en la reducción de deuda en los últimos años. El productor con sede en Río de Janeiro ha aumentado los pagos de dividendos después de llevar la deuda total a menos de US$60.000 millones, y las ventas de activos adicionales ayudarán a garantizar los pagos de dividendos si los precios del petróleo bajan.
Petrobras también se apega a su política de seguimiento de los precios internacionales de la gasolina y el diésel a pesar de que la compañía ha sido presionada por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y los políticos de la oposición para mantener los precios bajo control.
“La empresa es independiente”, dijo Araujo.
La reciente caída de los precios del petróleo ha eliminado temporalmente la necesidad de aumentar los precios de los combustibles nacionales. Araujo dijo que la compañía espera que el Brent tenga un precio promedio de US$72 por barril el próximo año.
El compromiso de la empresa con los precios de los combustibles basados en el mercado está siendo cuestionado en la campaña electoral. El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, que actualmente lidera las encuestas de opinión de cara a las elecciones de 2022, ha dicho que revertirá la política de combustibles de Petrobras para mantener los precios bajo control. Petrobras perdió decenas de miles de millones de dólares subvencionando la gasolina y el gasóleo cuando Brasil estaba gobernado por el Partido de los Trabajadores de Lula.
La semana pasada, Petrobras desveló un aumento del 24% en su plan de negocio a cinco años, hasta los US$68.000 millones, lo que la acerca a los niveles que tenía antes de que la pandemia hundiera el mercado del petróleo en 2020. El aumento de los precios, junto con la venta de activos, está ayudando a financiar el desarrollo de gigantescos yacimientos en aguas ultraprofundas del Atlántico Sur, conocidos como reservas del presal.
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