Recuperación de los sistemas de transporte de Bogotá y Medellín se va a tardar

Se estima que del 10% al 15% de los pasajeros continuarán con sistemas de trabajo híbrido y clases remotas.

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Bogotá — La situación de TransMilenio en Bogotá y el Metro de Medellín ha provocado un incremento de las transferencias de las ciudades a ambas compañías, que pueden continuar en los siguientes 2 a 3 años, “poniendo presión a las finanzas de ambas ciudades”, informó este jueves Moody’s Investors Service.

Si bien el número de usuarios de los sistemas de transporte de Bogotá y Medellín se ha incrementado en 2021, estas cifras registrarán una recuperación lenta y “es poco probable” que recuperen el nivel de pasajeros anterior a la pandemia antes de 2024.

Esto, explica en el reporte, dado que alrededor del 10% al 15% de los pasajeros continuarán con sistemas de trabajos híbridos y clases remotas, lo que presionará aún más las debilitadas finanzas de los sistemas de transporte de las dos principales ciudades de Colombia.

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“Aunque esperamos que ambas entidades apliquen medidas para controlar los gastos, no esperamos que un aumento de las tarifas compense la disminución de los ingresos derivada del menor número de pasajeros”, indicó.

Moody’s explica que debido a la caída del número de usuarios en 2020, los ingresos de TransMilenio bajaron un 7,1 % y los del Metro de Medellín se desplomaron un 35% frente a 2019, antes de la pandemia. Entre tanto, “los déficits (antes de transferencias) equivalen al 39% y 56% de los ingresos totales de cada sistema”, respectivamente.

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La agencia destaca que el número de pasajeros ha mejorado en 2021, pero aún así se espera que ambos sistemas vuelvan a registrar déficits este año, aunque el Gobierno colombiano haya anunciado su intención de cubrir el 50 % de los déficits de las empresas de transporte público de los cinco principales municipios del país, incluyendo a Bogotá y Medellín.

“Sin embargo, aunque se apruebe la financiación del déficit, solo esperamos que las ciudades reciban este apoyo en efectivo en 2022; por lo tanto, es probable que ambas ciudades financien los déficits de 2021 de su sistema de transporte con la liquidez disponible o con emisiones de deuda adicionales”, indicó.

Asimismo, explica que mientras en Bogotá TransMilenio no ha generado suficientes ingresos operativos para cubrir los gastos y “ha provocado un aumento de las transferencias”, en Medellín el Metro “ha tenido déficits operativos recurrentes durante los últimos tres años, que promediaron 30 % de los ingresos totales”.