Petrolera Jaguar busca comercializar Gas Natural Licuado en México

La compañía tiene un programa piloto de comercialización de gas con pipas en Tamaulipas que se abastecen directamente del pozo productor.

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Ciudad de México — La empresa petrolera Jaguar está implementando un programa piloto de gasoductos virtuales al norte de México y pretende licuar gas natural de forma masiva para llevarlo a zonas remotas del país.

Warren Levy, CEO de la compañía con una producción de 10 millones de pies cúbicos diarios de gas en el país, explicó que la empresa empezó este año a comprimir gas en la cabeza de un pozo terrestre en el estado de Tamaulipas, y enviarlo por pipa a consumidores alejados de la red de distribución, durante su participación en el Encuentro Internacional de Energía México 2021.

El directivo dijo que el energético se envía directamente desde el punto de producción a los consumidores finales, en este caso, invernaderos que cultivan chiles y que están desconectados de la red de gasoductos, los cuales quemaban diésel en sus instalaciones para generar calor.

“Es la primera vez en México que se aplica esta tecnología en la cabeza de un pozo”

Warren Levy, CEO

La Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) autorizó la iniciativa a Jaguar dentro del contrato petrolero A7/BG en la cuenca de Burgos, con una capacidad inicial de comercialización de 500.000 a 1 millón de pies cúbicos estándar por día.

La siguiente etapa del proyecto es licuar gas para aumentar la distancia y volumen de comercialización de gas.

El gas comprimido tiene una factibilidad comercial de 100 a 200 kilómetros en el radio del pozo, mientras que el Gas Natural Licuado (GNL), por el mayor volumen comprimido en la misma pipa puede recorrer 1.000 kilómetros hacia una comunidad o industria para que consuma el gas en sitio, dijo el directivo.

La crisis de gas en Europa ha disparado el precio del GNL para generación eléctrica y uso industrial. El GNL se ubica por encima de los US$22 dólares por millón de BTU, mientras que el gas natural se comercializa cerca de los US$5 dólares por millón de BTU, entre 8 y 12 dólares por debajo del Gas LP, pero US$10 dólares más caro que el combustóleo, de acuerdo con los datos disponibles de la Secretaría de Energía a septiembre de 2021.

“Puede ser un cambio no solo para nosotros para comercializar el gas, pero también para el consumidor porque no solo es más limpio es sustancialmente más barato”, comentó.

La división energética de Grupo Topaz, holding fundado en Nuevo León y dirigido por el empresario Dionisio Garza Sada, cuenta con 53 pozos en Tamaulipas y Veracruz. El CEO de Jaguar estimó que en diciembre perforarán su primer pozo exploratorio en el estado de Tabasco.

Más producción de gas

Levy señaló la necesidad de aumentar la producción de gas en México y empatarla con la demanda para evitar apagones masivos como el de febrero de 2021 por la tormenta invernal de Texas, la cual provocó cortes en el servicio eléctrico a 26 millones de mexicanos.

La dependencia de México con el gas es significativa. El país importa cerca del 80% de su demanda nacional, mientras genera 60% de su electricidad con el gas hidrocarburo.

Señaló que la economía mexicana es una de las más grandes del mundo, pero aun enfrenta desigualdad, visible en la región norte, ampliamente integrada a la red de gasoductos, comparada con el sur del país, donde hay pocas industrias, altos costos de energéticos, además de usar combustibles altamente contaminantes para la generación eléctrica.

“Cuando empezamos a medir estadísticas de desarrollo social, México está atrás y no podemos esperar que el gobierno resuelva todos problemas”.

Según Levy, las importaciones de gas representan US$ 9.000 millones anuales que salen de la economía mexicana pero que podrían producirse en el país, cuyo impacto económico puede escalar hasta US$40.000 millones entre impuestos de las empresas productoras y la actividad asociada.

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene una política de autosuficiencia energética, enfocada en combustibles líquidos. El mandatario se opone a utilizar fracking en áreas no convencionales, donde se concentran el mayor potencial petrolero del país, por el alto consumo de agua que demanda el gas shale para su extracción.

Con 10 bloques obtenidos durante las subastas petroleras que organizó el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, la empresa mexicana pretende elevar su producción de hidrocarburos a 35 millones de pies cúbicos el próximo año, y tiene como meta producir 7% de la demanda nacional hacia 2027.

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