Café colombiano con cannabis medicinal quiere conquistar el mercado de EE.UU.

La industria del café ha encontrado tierra fértil en los negocios del cannabis para diversificar su oferta en un momento en el que los usos se han ampliado en el país.

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Bogotá — La industria del café colombiana está diversificando su oferta con las posibilidades que se abren con el ‘boom’ del cannabis medicinal en Colombia, país que quiere exportar entre US$1.733 millones y US$2.599 millones en el escenario más optimista en esos productos al 2030.

Colombia, que en 2016 aprobó la ley que regula el uso y la comercialización del cannabis medicinal en el país, está encontrando en el cannabis una potente industria para diversificar su economía tan dependiente a los commodities.

La industria del café ve esa oportunidad y en la población boyacense de Zetaquira, a 193 km de Bogotá, se produce grano que luego se fusiona con CBD con fines medicinales para competir en el mercado de productos saludables en EE.UU.

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Este café especial, cuya fusión se completa con nanotecnología, se despacha a mercados como Nueva York, New Jersey, Georgia, Florida, Pensilvania y California, según lo destacó la agencia estatal ProColombia.

Mientras la firma Grupo Aión, con sede en Bogotá, se encarga de la exportación de ese grano y de las ventas en EE.UU., la risaraldense Biowellness integra el CBD en el estado de Florida para su comercialización en ese mercado.

Los productores, que le atribuyen cualidades antioxidantes, analgésicas y antinflamatorias a ese café con CBD, indican que inicialmente las ventas se ubicarían en los US$100.000 mensuales.

No obstante, el objetivo es que el café colombiano con cannabis alcance hasta los US$200.000 en promedio mensual con las diferentes fusiones con cannabinoides en el mercado de Estados Unidos.

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“Este es un producto nuevo a nivel mundial y podemos exportarlo a Europa, Inglaterra e incluso Asia. Además, los jugos y aguas también pueden ser procesados con CBD y vendidos en todo el mundo, siempre y cuando la legislación del país de destino lo permita”, manifestó el gerente general de Grupo Aión, Manuel Bogoya.

En Colombia también están trabajando en chocolatinas con CBD con cacao de origen local, aunque los usos industriales y alimenticios del cannabis seguramente se ampliarán para muchas empresas con el Decreto 811.

Y a pesar de que Colombia mira a los negocios del cannabis para potenciar su economía, el proyecto sobre el uso recreativo no logra el consenso necesario la semana pasada y nuevamente se hundió en el Congreso del país.

El proyecto fue archivado luego de una votación en la que se repartieron 77 por el sí y 46 por el no, en medio de una fuerte polarización alrededor de un tema que todavía genera profundas diferencias en un país con arraigada tradición conservadora y católica.

Lucas Nosiglia, presidente de Avicanna Latam, indicó a Bloomberg Línea que “ya en Colombia durante los últimos años se generaron capacidades operativas, regulatorias y hasta incluso en términos de educación de la comunidad sobre el cannabis que permite que a partir de la trazabilidad que se ya se generó se pueda crear una industria más de uso adulto”.

Mientras el presidente de la Asociación Colombiana de Industrias de Cannabis (Asocolcanna), Rodrigo Arcila Gómez, manifestó a este medio que “Colombia aún no estaría preparada para avanzar en este tema” y el sector “necesita de mayor maduración”.

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