Bogotá — Llenar las despensas de los hogares latinoamericanos es cada vez más costoso. Sin importar si se está en Patagonia, en Argentina, en un restaurante de estrella michelín en Lima, capital peruana, o en las playas de Acapulco, en México, los alimentos más básicos están al alza.
Los incrementos en los fletes del comercio internacional han contribuido al aumento de los precios. Los insumos para el agro han hecho que productos tan habituales como frutas y verduras, la carne, los aceites, las papas o el arroz, presenten incrementos a lo largo de toda la región.
De hecho, el Fondo Monetario Internacional proyecta que América Latina como región tendrá el mayor aumento inflacionario del mundo en 2021.
En contra de la región juega que hasta ahora toma fuerza la reactivación económica tras la pandemia, la volatilidad de las monedas y, por supuesto, la crisis logística que tiene al mundo entero pendiente de qué sucederá con la inflación, este año, el próximo e incluso, el 2023.
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Las alzas de precios están superando los objetivos de los responsables de formular políticas monetarias en las principales economías de la región: la inflación anual de este mes en Chile llegó al 6%; en México, al 7,05%, con lo cual toca su máximo de 20 años; en Brasil, al 10,7%; en Argentina a un enorme 52%, mientras que en Colombia fue de 4,58%, pero la proyección es que siga escalando.
Sin embargo, para entender las alzas en los precios se debe hacer un recorrido separado por cada uno de los países, pues en el caso de Argentina, por ejemplo, el fenómeno inflacionario responde, en una gran medida, a una inercia de más de una década, y en el pasado más reciente a la emisión monetaria que el Gobierno utilizó el año pasado para financiar los gastos de la pandemia, sin acceso al mercado de crédito internacional. En ese sentido no resulta comparable el dato con otros países de la región ya que la incidencia de variables globales sobre los precios allí, no es de igual magnitud que en el resto de países latinoamericanos.
Argentina, un problema incontrolable
Gobierno tras Gobierno la inflación ha sido un tema incontrolable. Según la Cámara Argentina de Comercio (CAC), durante los últimos 100 años la tasa de inflación promedio fue de 105% anual, siendo el máximo histórico de 3.079% en 1989.
La inflación total supera el 40% en el año, y la de alimentos es de 41,2%, aunque en algunas zonas alcanza el 43%. Todo esto en el marco de un plan de contención de precios que abarca distintos programas como Precios Cuidados, Ley de Góndolas, el congelamiento de alimentos y productos básicos, el cepo a la carne y el precio de medicamentos, el más reciente.
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La economista Marina Dal Poggetto, titular de la consultora EcoGo estima que “con más de 12 meses con la inflación núcleo corriendo por encima del 3% mensual, dicho piso se vuelve cada vez más difícil de romper al tiempo que las distorsiones de precios relativos se acumulan y complejizan la dinámica a futuro. Los precios que no aumentan hoy, o que prácticamente no lo hicieron en el último año (como es el caso de las tarifas), lo van a hacer mañana. Al mismo tiempo, el uso continuo de los congelamientos reduce incluso su impacto en el corto plazo ya que no sirven para anclar expectativas, dado el recuerdo reciente de que una vez que los precios se liberaron la inflación aumentó”, destaca.
En octubre el grupo de alimentos fue el rubro de mayor incidencia en todas las regiones. Dentro de este segmento se vio fuerte el aumento de verduras, tubérculos y legumbres; pan y cereales; frutas; y carnes y derivados. También se destacó la suba de café, té, yerba y cacao; y azúcar, dulces, chocolate, golosinas.
En México la inflación “pica”
Los precios en México apuntan a su nivel más alto de 20 años. Los de los alimentos no se quedan atrás, y mientras que la inflación general alcanzó en octubre un nivel de 6,2% anual, la inflación de los productos agropecuarios registró un nivel de 9% anual.
La subida de precios coincidió con los meses en que México registró una fuerte sequía, lo que se reflejó en los precios de los agropecuarios, sobre todo de los pecuarios.
Al interior del componente agropecuario, los productos pecuarios son los que han presentado más presiones inflacionarias respecto de las frutas y verduras. Los pecuarios reportaron una inflación de 11,98% anual en octubre y las frutas y verduras 5,72% anual.
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El tomate verde, jitomate, cebolla, chiles y nopales son los productos cuyo precio ha tenido mayor incidencia a lo largo del año en el INPC, mientras que por el lado de los pecuarios los cereales son los que han incidido en el aumento de precios.
La subdirectora de análisis de Grupo Financiero Monex, Jannet Quiroz, explicó en entrevista las causas del aumento “los productos pecuarios se han presionado de manera importante, pero también hemos visto crecimientos en frutas y verduras. Estos crecimientos se vieron desde el año pasado, pero llama la atención que siguen estando por arriba del objetivo. Los pecuarios desde mayo de este año están creciendo a doble dígito y eso ha contribuido con la inflación en agropecuarios”, dijo.
En América Latina algunos alimentos están teniendo en 2021 alzas de precio más elevadas que las de los países a los que les surte y les vende sus productos, como México y sus exportaciones a EE.UU.
Quiroz explica que detrás de este comportamiento hay al menos dos incentivos que ven los productores mexicanos: el tipo de cambio alto y la expectativa de que en el exterior les paguen más por su producto y los compromisos de exportación en los contratos.
La economía “estrella” no escapa
La inflación anual en Chile, economía que por años se ha considerado la más avanzada de América Latina, alcanzó el 6% en octubre.
Se registran alzas en todas las divisiones de productos, entre ellas, los precios de alimentos. “En esta división los precios suben en torno al 5% anual, algo más contenido que en años previos severamente golpeados por los efectos de la sequía”, explicó Felipe Ruiz, economista senior de BCI Estudios.
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Para Vito Sciaraffia, director ejecutivo de la plataforma de inversiones Altafid, existe una mezcla de factores detrás de la inflación: la inyección de liquidez desde los gobiernos centrales a la población, las disrupciones en las cadenas de distribución globales y la contracción reportada por algunas empresas en la oferta de trabajadores en el sector agrícola.
También señala Sciaraffia que, como en otros países, las disrupciones en algunas cadenas productivas y logísticas han hecho que la oferta se vuelva más inelástica y no haya podido responder al aumento en la demanda. “La falta de mano de obra en el sector agrícola que han reportado algunas empresas locales también está contribuyendo”, acota.
La mejor gastronomía, también se encarece
En el Perú la inflación no ha sido ajena al fenómeno global, y el alza de diversos precios al consumidor –particularmente a raíz del incremento en el valor de ciertos insumos como el petróleo, maíz y gas– ha impactado a los consumidores.
En términos interanuales, la inflación en Perú se aceleró de 5,2% en septiembre a 5,8% en octubre; por encima del rango meta del Banco Central de Reserva (BCR) que oscila entre 1% y 3%.
Hugo Perea, economista principal del BBVA Research, explica que el resultado de octubre se debió sobre todo al aumento en el precio de los combustibles, las tarifas eléctricas y el precio de los alimentos ante las mayores cotizaciones internacionales de insumos alimentarios y por factores de oferta. Este mayor costo de insumos alimentarios impacta también en el precio de los alimentos fuera del hogar.
Para Elmer Cuba, director del BCR y economista principal de Macroconsult, es importante considerar que en Perú incide de forma particular el “fuerte y vertiginoso” incremento de insumos como el trigo y la soya, utilizados para alimentos de consumo masivo. No obstante, precisa que no se ha trasladado todo el incremento de estos precios porque la demanda no lo permite.
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Al mismo tiempo, Cuba coincide con Julio Velarde, presidente del BCR, en que la inflación de Perú de mantendría por encima del rango meta por lo menos hasta el segundo semestre del 2022. “En Perú la inflación golpea particularmente porque el peso de los alimentos es alto. Si te fijas, la inflación de alimentos en Perú está en poco más de 9%. Está golpeando más a los sectores populares: mientras menos ingresos, tu participación de alimentos es mayor”, anota el economista.
Colombia, y el caos social
El 2021 estaba dado para una recuperación sostenida de la economía, con bajas tasas de interés y una inflación controlada. Pero vino la tormenta. Estalló un paro nacional de 45 días, se perdió el grado de inversión y se anticipó la contienda electoral.
El paro aisló del resto del el Valle del Cauca por casi mes y medio afectando la producción agrícola de la zona y las entrada y salida de mercancía del puerto de Buenaventura.
Esto más el condimento que llegó del exterior tiene hoy los precios subiendo al 4,58%, pero los alimentos se encarecieron 3 veces más. Suben al 13,21%.
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Por productos lo que más aportó a la inflación en este periodo fue: la carne de res y sus derivados (26,62%), comidas en establecimientos de servicio a la mesa y autoservicio (7,61%), carne de aves (24,54%), frutas frescas (28,65%) y aceites comestibles (41,36%). Pero no son los únicos que suben ni los que más lo hacen, la papa se trepa más del 59%, la yuca un 17%, el cerdo 19%, los huevos 10% y las legumbres casi un 16%.
Venezuela y habituales cifras alarmantes
Las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) en enero marcaban una inflación mensual de 46.6% y un Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de 1,527,355,120,004.8 para el sector de alimentos y bebidas no alcohólicas.
Un kilo de carne de cerdo costaba en enero 11.572.059,40 bolívares soberanos (11,57 bolívares digitales con la reconversión monetaria), mientras que en noviembre se ubica en 11 dólares (49,5 bolívares digitales), lo que representa un incremento de 430%.
El precio por un kilo de lechosa o papaya era de 653.143,09 bolívares soberanos en enero (0,65 bolívares digitales) y en noviembre es de 6 bolívares digitales el kilo, lo que indica un aumento de 920%.
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La falta de acceso a gasolina subsidiada representó un factor clave en el incremento de los precios de alimentos en el país. La baja producción de combustible nacional, para el suministro en todo el territorio, dificultó el traslado de alimentos como verduras, hortalizas de los estados fronterizos, así como el ganado.
Centroamérica no escapa
Las fuertes presiones subyacentes sobre los precios evitarán que la inflación caiga por debajo de los objetivos de los bancos centrales durante el próximo año, de acuerdo con el estudio ¿La alta inflación está aquí para quedarse en América Latina?, de Nikhil Sanghani, economista especializado en la región de la consultora británica Capital Economics.
Los actuales niveles inflacionarios formarán parte de los principales factores de riesgo para continuar la recuperación pospandémica en la región, según analistas de Moody’s.
En El Salvador la inflación alcanzó su nivel más alto en los últimos 10 años, ubicándose en 5,49% en octubre. Es el país centroamericano en donde más subieron los precios, según el Centro para la Defensa del Consumidor.
Una de las mayores alzas se vio en los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas que aumentaron 1,66% en octubre con respecto a septiembre, 6,07% en la tasa interanual, mientras que en lo corrido del año subieron 5,7%.
El Centro para la Defensa del Consumidor (CDC) dice que ello responde a su alto nivel de dependencia alimentaria por encima del 60%, lo que se traduce en que más del 30% de los productos son importados.
Los incrementos de los insumos necesarios del pan francés ponen en jaque a los salvadoreños al ser la base de su dieta. El pan, las tortillas y las naranjas lideran las alzas de precio.
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En Panamá, el IPC subió a 2,9% para octubre con respecto al mismo mes del año pasado, según el Instituto Nacional de Estadística y Censo, y aunque el indicador ha sido más estable en este país con respecto a otros, antes de la pandemia, manejaba cifras por debajo del 1%.
Los alimentos, que se encontraron entre los grupos impulsores de precios, subieron en ocho de sus 11 clases. La mayor variación fue en la clase “Azúcar, mermelada, miel, chocolate y dulces de azúcar” con 1,5%. La carne, el pollo, los embutidos, así como productos lácteos, verduras, leguminosas y el aceite, también presentaron alzas fuertes.
De otro lado, en Nicaragua la inflación tuvo una variación interanual de 6,41% para octubre, de acuerdo con el Instituto Nacional de Información de Desarrollo, la cifra más alta en lo que va del año.
De las doce divisiones que conforman la canasta del IPC, 10 mostraron alzas en sus precios, principalmente la de alimentos que subió 8.68%. El arroz, las frutas, la carne de res, el tomate, el pollo y la cebolla han sido los productos que mayor incidencia han tenido en el alza inflacionaria a lo largo del año.
Entre tanto, el Banco Central de Honduras informó que el IPC interanual ascendió a 4,65%, y así como se ve en el panorama en general, el sector de alimentos y bebidas no alcohólicas, con 0,21 puntos porcentuales, fue el que más influyó en el comportamiento de la inflación en octubre.
En tanto, el indicador en Costa Rica se ubicó en 2,5%, la variación más alta en los últimos siete años mientras se vio respaldado también por los alimentos entre los principales factores, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
El tomate, el arroz, el café, la papa, la sandía y el bistec de res se encontraron entre los productos que dieron el mayor aporte en el IPC en lo que va del segundo semestre del año, según Inec.