Una participación de 42,26% en las elecciones regionales de Venezuela fue lo anunciado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), en el segundo boletín que ofreció con el 99,20% de transmisión de las actas, tras un proceso marcado por la abstención, a primera vista.
En los comicios para elegir gobernadores y alcaldes, la falta de motivación para acudir a las urnas ha sido un elemento clave durante los últimos años, sin embargo en el proceso del pasado 21 de noviembre se registró un nuevo récord con la abstención de 57,74%.
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En 2017, la última elección a la que la oposición había acudido con la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), inhabilitada en 2018 y activada nuevamente en junio de 2021, esta coalición obtuvo 5 de las 23 gobernaciones. Analistas proyectaron que con una participación similar a la de ese entonces, de 61,03%, los candidatos opositores podrían haber logrado la victoria en más entidades, de lo contrario el mapa se haría más rojo.
Para Oswaldo Ramírez, director de ORC Consultores, estos resultados marcarían más bien un reacomodo del poder así como la búsqueda de potencializar candidaturas hacia las presidenciales de 2024. “Vamos a ver una especie de mea culpa por parte de algunos actores, la búsqueda de pavimentar el camino para la potenciación de candidatos presidenciales, pero también un reacomodo de las fuerzas políticas, que no se verá en lo inmediato, pero pudiéramos estar observando algunos elementos ligados en el segundo trimestre del próximo año”, dijo a Bloomberg Línea.
Con el primer boletín, Pedro Calzadilla, presidente del CNE, daba como ganador al partido de Nicolás Maduro en 20 estados. Al día siguiente, el número cambió a 18, dejando en disputa Apure y Barinas, este segundo estado, cuna del expresidente Hugo Chávez.
Las cifras escrutadas en la entidad, a la 1 de la mañana, última actualización registrada en el portal del ente electoral, arrojaban una brecha muy reducida, de apenas 673 votos, entre Argenis Chávez (92.424 votos) y Freddy Superlano (93.097 votos). Mientras el opositor cantaba victoria en las redes sociales, el CNE optó por dejar en espera el link autorizado y pidió esperar por la totalización.
Con la confirmación de este triunfo opositor en uno de los bastiones del chavismo, se debe entonces analizar otros resultados que apuntan a la caída del voto rojo desde el año 2006. Eugenio Martínez, periodista especializado en el área electoral, se refirió a este dato con la publicación de un registro del histórico de los electores del chavismo, que en las presidenciales de 2006 obtuvo 7.300.243 votos y en estas elecciones regionales 3.722.656, lo que representa una caída de 50,99%.
Aplicando este ejercicio para la oposición, que en 2006 obtuvo 4.266.766 votos agrupando a todos los principales partidos opositores, y en 2021 logró 2.026.238 con la tarjeta de la MUD, se presentó una caída de 47,5%. En caso de que se contemplarán todos los votos en contra del PSUV, esta cifra sí registró un aumento y suma hoy 4.429.147 votos.
Bajo esta última consideración, y de acuerdo a lo informado por el CNE, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) obtuvo 212 alcaldías, la MUD 63, la Alianza Democrática 38 y otros partidos 22. En 2017, la oposición solo había ganado en 26 municipios y en 2013, su mejor año, contó con el control de 76 alcaldías.
“Efectivamente se refleja la necesidad del elector de comenzar a evaluar opciones diferentes, está cansado de la polarización política y que existen diferentes formas de entender lo público, despolitizándose, y lo vemos con la caída del Psuv, el retroceso en comparación con procesos anteriores, lo vemos en función de lo que está alcanzando la MUD como tarjeta individual, lo que crece la Alianza Democrática, que considera algunos partidos secuestrados, otros legítimos, pero que al final tiene un 15% del voto nacional, la MUD 22% y el Psuv 42%”, agregó Ramírez, de ORC Consultores.
Insistió en que la ausencia de una narrativa única fue lo que prevaleció en los resultados de las megaelecciones, además del “punto de hartazgo” al que el elector venezolano ha llegado.