Primer ministro de Sudán acuerda con el ejército ser reinstalado, surgen protestas

En una ceremonia en el palacio presidencial capitalino Abdalla Hamdok apareció en público por primera vez luego de casi un mes bajo arresto domiciliario.

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El derrocado primer ministro de Sudán, Abdalla Hamdok, firmó un acuerdo con el ejército para ser reinstalado después del golpe de Estado del mes pasado, lo que provocó nuevas protestas de activistas que exigen el fin completo del gobierno militar en el país africano.

Según el pacto firmado el domingo con el teniente general Abdel Fattah al-Burhan, las personas detenidas por razones políticas desde el golpe de Estado del 25 de octubre que derrocó el ala civil del gobierno de poder compartido de Sudán serán liberadas y Hamdok elegirá un nuevo gabinete de tecnócratas.

Los términos fueron leídos en una ceremonia en el palacio presidencial de la capital, Jartum, en la que Hamdok apareció en público por primera vez después de casi un mes bajo arresto domiciliario.

Hablando en el evento televisado, tanto Hamdok como al-Burhan dijeron que el acuerdo pondría la transición democrática de Sudán nuevamente en marcha. El golpe socavó las esperanzas de que la nación africana pudiera hacer una transición sin problemas a la democracia después del final de tres décadas de gobierno del dictador Omar al-Bashir en 2019, lo que provocó la condena internacional y protestas masivas.

La reacción popular fue rápida, poniendo en duda si la medida restablecerá la estabilidad política. Miles de manifestantes se reunieron cerca del palacio y en sitios al otro lado del gran Jartum corearon consignas como “Dejaste caer la calle, oh Hamdok” y “Hamdok es débil, pero las calles son fuertes”.

La coalición rechaza

Grupos políticos, incluidas las Fuerzas de la Libertad y el Cambio, la coalición que ayudó a garantizar el nombramiento de Hamdok en 2019, han rechazado cualquier solución que permita a los militares retener un poder significativo. Al menos 40 personas han muerto en una ofensiva durante semanas de agitación.

“No hay consulta pública. No hay apoyo público. No hay justicia ni rendición de cuentas”, dijo Sara Abdelgalil, defensora que trabaja en Governance Programming Overseas, una organización que promueve la transición de Sudán a la democracia. Ella llamó al convenio un “acuerdo unilateral y sesgado”.

La llamada declaración política del domingo no especifica quién elegirá a los miembros del Consejo Soberano, un órgano de gobierno conjunto civil-militar con poderes cuasi presidenciales, ni dice quién nombrará a los legisladores para una asamblea legislativa.

El acuerdo promete una investigación sobre las violaciones de derechos humanos tras el golpe. Pero no establece un plazo a mitad del período de transición para que los militares entreguen el cargo de presidente del consejo soberano a un civil, uno de los temas que provocó tensiones entre las dos partes antes del golpe.

“Lo que hizo el primer ministro es una clara traición a la revolución y al pueblo que apoyó a Hamdok y al gobierno legítimo”, dijo Rashid Ahmed, un manifestante. “Hamdok eligió apoyar a los líderes golpistas”.

Ver más: Jefe de FF.AA. de Sudán promete nuevo gobierno tras detención de primer ministro

-Con asistencia de Simon Marks.

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