Bloomberg — Si su jornada laboral en Portugal ha terminado, sus jefes no pueden enviarle correos electrónicos ni llamarlo. Salvo en caso de emergencia.
Los legisladores aprobaron este mes medidas para apoyar el derecho de los empleados a desconectarse del trabajo, ya que cada vez hay más personas que desempeñan su labor a distancia. La norma fue aprobada por el gobernante Partido Socialista con el respaldo de otros grupos del Parlamento.
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“El empresario tiene el deber de abstenerse de contactar al trabajador durante su periodo de descanso, salvo en situaciones de fuerza mayor”, según indica el texto de la normativa. En medidas relacionadas, los gastos relacionados al trabajo en casa no tributarán como ingresos, y los empleados con hijos pequeños tendrán derecho de trabajar a distancia si es compatible con sus funciones.
El trabajo desde casa era obligatorio en Portugal hasta finales de julio, cuando se frenó el aumento de los contagios de coronavirus tras la aceleración del programa de vacunación del país. El Primer Ministro Antonio Costa se enfrentará a unas elecciones anticipadas a finales de enero.
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