Bloomberg Línea — El Gobierno de Nicaragua denunció este viernes la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y dio a conocer que abandona el foro regional, luego de que este, al igual que buena parte de la comunidad internacional, desconociera la victoria de Daniel Ortega en unas elecciones presidenciales marcadas por el arresto y la censura del arco opositor.
“El pueblo y Gobierno digno de Nicaragua renuncia a formar parte de esta organización cautiva en Washington”, aseveró el ministro de Relaciones Exteriores, Denis Moncada, en conferencia de prensa desde la sede de la Cancillería en Managua, y agregó que este anuncio constituye su “indeclinable manifiesto de denuncia”.
El funcionario dijo que la OEA “ha sido diseñada como un foro político diplomático que nació por influencia de Estados Unidos como instrumento de injerencia e intervención (...) y tiene como misión facilitar la hegemonía de EE.UU”.
El 12 de noviembre, los países miembros de la OEA aprobaron la resolución “La situación en Nicaragua”, que critica la jornada electoral del país centroamericano celebrada el 7 de noviembre. La OEA dijo que las elecciones “no fueron libres, justas ni transparentes y carecen de legitimidad democrática”, y que realizaría este mes una evaluación colectiva inmediata de la situación en Nicaragua.
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Haciendo uso del mecanismo estipulado en el Art. 143 de la Carta de la OEA, serán dos años los que deban transcurrir, a partir de este día en el que la Secretaría General recibe la notificación de denuncia, para cesar sus efectos respecto de Nicaragua, quedando desligada de la organización.
Ortega, que ganó un quinto mandato presidencial y el cuarto consecutivo de forma aplastante, llegó por primera vez a la Presidencia tras las ganar las elecciones de 1984 y se convirtió en el ícono del nuevo gobierno sandinista, tras haber participado en la revolución que puso fin al régimen de los Somoza, pero en el año de 1990 y en medio de un crecimiento económico estancado, Ortega fue derrotado por su antigua compañera de filas revolucionarias, Violeta Barrios de Chamorro. El político perdió la siguientes contiendas, sin embargo, recuperó la silla presidencial en la jornada del 2006, manteniéndose en el poder hasta estos días.
En junio, el mandatario emprendió lo que ha sido calificado por la oposición como una cacería contra sus rivales, que ahora enfrentan cargos por supuestos delitos de traición a la patria y conspiración.