Buenos Aires — Un breve repaso: El domingo pasado fueron las elecciones legislativas, y el Gobierno cayó en 14 distritos, incluidas la provincia de Buenos Aires, la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza.
A raíz de esos resultados, el bloque oficialista en Diputados perdió dos bancas y estará representada por 118 legisladores, conservando la primera minoría. Mientras que en el Senado cayó a 35 y perdió la mayoría simple.
El gran ganador fue Juntos por el Cambio, el principal espacio opositor que construyó una base sólida en todo el país para competir en las presidenciales del 2023. Pero quedó con un gusto amargo tras haber perdido votos en la Ciudad y por la mínima ventaja con la que se terminó imponiendo ante el Frente de Todos en la Provincia de Buenos Aires.
¿Existe el albertismo?
El debate respecto a la fuerza política propia que tiene el presidente Alberto Fernández se reabrió tras la elección legislativa del domingo pasado, que dejó una sensación de victoria en el Gobierno al recortar la diferencia en la provincia de Buenos Aires producto de, entre otras cosas, el empoderamiento de los intendentes que, en su mayoría, no responden al Instituto Patria, la usina ideológica de Cristina Fernández de Kirchner.
El Presidente se los agradeció y les anticipó dos aspectos clave: los respaldará en el reclamo para que puedan ser reelectos en 2023 y pujará para que el “dedo” no se imponga en la próxima elección y estén garantizadas las primarias en todo orden.
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Debate Legislativo
Ese aire que ganó el mandatario al evitar la paliza le permite, por el momento, sostener su gabinete económico encabezado por Martín Guzmán y Matías Kulfas. Tras la elección, Guzmán recuperó protagonismo y apuesta a cerrar en las próximas semanas el acuerdo con el FMI y enviarlo al Congreso previo a que se discuta el Presupuesto 2022.
Esa hoja de ruta motivó al Presidente a extender las sesiones ordinarias hasta el 31 de diciembre de este año. Los próximos días serán de intensa actividad legislativa, pero las miradas se posan post 10 de diciembre, cuando se concrete la reconfiguración de la composición de los dos recintos y sea turno de tratar los proyectos clave.
Pese a perder dos bancas en Diputados y a ceder la mayoría simple del Senado, en el oficialismo no son pesimistas respecto a las posibilidades de alcanzar acuerdos que les permita garantizar el quórum y la aprobación de las iniciativas del Ejecutivo. Incluso sorteando lo que sería la costosa colaboración de Juntos por el Cambio.
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El poder de los gobernadores
En ese sentido subieron las acciones de tres provincias: Río Negro, Misiones y Córdoba. A través de sus senadores y diputados, los gobernadores de los distritos mencionados serán la llave para que el Gobierno avance en materia legislativa. En Casa Rosada no imaginan contratiempos con el misionero Oscar Herrera Aguad, al que consideran socio. Distinta es la situación con Río Negro, cuya relación se tensó en las últimas semanas por el conflicto mapuche. Y opuesta es la de Córdoba. Juan Schiaretti aprovechará esta posición para fortalecer su imagen por fuera de los límites de la provincia mediterránea.
- Protagonistas: Los bloques federales en Diputados tuvieron estos dos años dos capitanes: el mendocino José Luis Ramón y el bonaerense Eduardo “Bali” Bucca. Ambos dejarán el recinto tras el 10 de diciembre, y luego de haberse pasado al Frente de Todos. Con más peso de los cordobeses y la incorporación de Florencio Randazzo, el perfil de esta bancada podría tornarse más opositora, lo que obligará a Sergio Massa y al Frente de Todos a muñequear aún más de lo deseado.
- Prioridades: “Hay cinco o seis leyes que para mí son muy importantes y que tienen que ver con el futuro de la Argentina: la ley de Hidrocarburos, la Agroindustrial, Compre Argentino, Electromovilidad y la de la industria automotriz. “Es todo lo que estamos esperando para poder movilizar la economía mucho más”, declaró Alberto Fernández días atrás.
Esas iniciativas fueron motorizadas por ministros que responden directamente al mandatario (Kulfas, Guzmán, Domínguez). Pero hay resistencias de distintos sectores del Frente de Todos. Juntos por el Cambio no arriesgará definiciones respecto al acompañamiento a estos proyectos o cualquier otro hasta tanto no se exhiba desde el Gobierno un consenso total.
Juntos por el Cambio, en su laberinto
Sectores de Juntos por el Cambio celebraron que las apuestas de Horacio Rodríguez Larreta hayan sufrido para ganar en la elección legislativa: Diego Santilli ganó por menos de dos puntos en la Provincia y Vidal cedió votos en la Ciudad.
La próxima batalla interna que enfrentará la oposición será cómo quedarán los interbloques en el Congreso y sus autoridades. La aparición de Luis Juez en el Senado y de María Eugenia Vidal y Rogelio Frigerio ─entre otros─ en Diputados anticipa rispideces entre los distintos sectores del PRO y del resto de los bloques que integran a Juntos por el Cambio.
El radicalismo, cuyas acciones en la coalición opositora crecieron tras esta elección, señalan que no es tiempo de imponer candidaturas. También apuntan, según contaron fuentes del partido centenario, que tampoco es tiempo de sacar chapa de la identidad partidaria. Insisten en que la crítica coyuntura no deja margen para discusiones electorales, que irán decantando con el tiempo.
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