Bogotá — Recientemente los líderes del mundo se reunieron en la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP26) en Glasgow para hablar de uno de los temas que cada vez generan más preocupación en el mundo por los devastadores efectos que tendrá la crisis climática.
En una reciente publicación del Banco Mundial se resalta que ningún país es inmune a los choques que puede generar el cambio climático, que de hecho ya han empezado a suceder con más frecuencia. Eventos como fuertes lluvias, deslizamientos, huracanes, sequías, entre otros, son más constantes ahora.
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En el documento se resalta que el nexo entre el cambio climático y su efecto en el bienestar humano cada vez es más visible. Además agrega que en los próximos 10 años este fenómeno empujará a más de 130 millones de personas a la pobreza.
A lo anterior se añade que el cambio climático hará que se retroceda en “los avances en materia de desarrollo logrados con tanto esfuerzo y obligará a 200 millones de personas a migrar dentro de sus propios países para 2050″.
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Lo citado se suma a los retrocesos en pobreza que enfrentaron regiones como América Latina, que perdieron más de 10 años en avances logrados en reducir la desigualdad de ingresos. Según la Cepal, alrededor de 209 millones de personas fueron consideradas pobres en la región a finales de 2020, lo que significa 22 millones más que el año anterior.
De otro lado, el documento del Banco Mundial continúa exponiendo que “la crisis climática es profundamente injusta”, pues las personas más pobres del mundo son las que menos contribuyen al cambio climático en términos de contaminación.
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“De hecho, 74 de los países más pobres del mundo -que reciben asistencia de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), fondo del Banco Mundial para los países más pobres- representan menos de una décima parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. También son los más afectados por sus impactos”, explica en el texto Akihiko Nishio, vicepresidente de financiamiento para el Desarrollo en el Banco Mundial.
El vicepresidente del multilateral también mencionó que en la última década, los países clientes de la AIF se han visto azotados por desastres naturales casi ocho veces más que en la década de 1980. “Los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países frágiles y afectados por conflictos se enfrentan a un alto riesgo climático por razones únicas pero igualmente urgentes”.
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Akihiko Nishio agregó que el cambio climático es la más compleja crisis y de mayor alcance hasta el momento y no puede abordarse con soluciones simples de un solo sector, un solo país o una sola organización. “En lugar de ello, se requiere colaboración e intercambio de conocimientos entre los grupos de interés y a través de las fronteras”.
“Un desarrollo resiliente y con bajas emisiones de carbono proporciona enormes oportunidades para el desarrollo de tecnologías limpias y la creación de empleos ecológicos”,
Akihiko Nishio.