“Quiero volver a confiar, quiero creer que mi voto sí valdrá la pena”, comenta una cajera en un pequeño abasto, ubicado en Los Cuatro Vientos, Catia, un sector popular en el oeste de Caracas. Faltan apenas 7 días para las megaelecciones regionales en Venezuela y, por primera vez en 20 años, el punto rojo del chavismo no se avista en la zona.
No ha sido una campaña típica. El ambiente en toda Venezuela ha estado enrarecido. No ha habido mayor conflicto con los colectivos, grupos afectos al oficialismo, y el chavismo se ha encargado de aclarar su color rojo de siempre. En Catia y el 23 de enero, parroquias antes consideradas bastiones del chavismo, no escapan de ello.
VER MÁS: Elecciones Venezuela: candidaturas en la cuerda floja, ¿qué está ocurriendo?
“Arriba, a la izquierda, vota por la manito”, se escucha en las cornetas de un vehículo pequeño que acompaña a los candidatos a concejales por la Plataforma Unitaria en un recorrido por Los Frailes de Catia. Mientras caminan la empinada calle, pasa un autobús hasta el tope de pasajeros. Solo uno de ellos, un señor de la tercera edad con gorra verde, se niega a recibir uno de los volantes en los que aparece la imagen de Tomás Guanipa, quien aspira a la alcaldía de Caracas junto a Marlene Ledezma, candidata al concejo municipal.
En el edificio de una Misión Vivienda, urbanismos construidos por el gobierno chavista, los vecinos se asoman con discreción y algunos se atreven a hacer señas de saludo a la caminata opositora. La candidata a concejal, Marlene Ledezma, asegura que esa aceptación la han presenciado desde el inicio de la campaña, incluso en el 23 de enero, dónde los colectivos merodean las pocas actividades, con menos intromisión que años anteriores.
“La maquinaria fuerte del PSUV ha caído, no sabemos si es que tienen alguna otra estrategia, pero la avalancha de personas, como antes, no se ha visto”, comenta Marisol Ochoa, responsable del comité electoral de la plataforma unitaria en el 23 de enero.
Marisol tiene 45 años residiendo en la zona. Reconoce que sus habitantes están decepcionados de la gestión chavista, y aunque son reservados con sus preferencias al momento de votar, se refieren a la Unidad como primera alternativa. Otros, como su exposo, voto duro del chavismo, no se termina de decantar por ninguna otra opción pese al hartazgo.
“Que Dios los bendiga y los ayude”, les gritaba una señora, en un tono que muchos considerarían atrevido, durante un recorrido por El Mirador días antes que el realizado en Catia. Los organizadores creen que el acompañamiento que había tenido la caminata, al menos hasta una área del sector, por parte de un vehículo de la misión de observadores de la Unión Europea causa impacto en las acciones de los más radicales.
Los volantes van de mano en mano. Los reciben por curiosidad y luego leen con detenimiento. “Quieren un cambio”, dice Marlene, y reitera que la continua pérdida de calidad de vida en estos sectores es lo que les ha convencido de acudir nuevamente a las urnas.
Al otro lado de la ciudad
En Los Palos Grandes, una urbanización cercana a la popular Plaza Francia de Altamira, en el este de Caracas, dónde se han desarrollado las mayores manifestaciones de rechazo al gobierno de Hugo Chávez y luego al de Nicolás Maduro, la apatía se ha apoderado de los habitantes, que mantienen su desconfianza ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) y la falta de transparencia en los resultados.
“No quiero votar”, comenta un señor que lleva unas bolsas con alimentos, mientras camina rápido por la plaza principal. Tampoco quiere recibir volantes y prefiere continuar su trayecto sin siquiera alzar la mirada.
Eduardo Noguera, candidato a concejal, insiste en que aunque mejoraron algunas condiciones como la observación internacional, se requiere que las propuestas sean resaltadas para que lograr un proceso exitoso. Dice que a pesar de lo complicada que ha resultado la campaña, la comunidad se ha ido motivando a raíz de la orientación de cada candidato y la promesa de generar un gobierno abierto.
Vincular a la población con el diseño de políticas públicas ha sido clave, al igual que la garantía de trazar un camino hacia un cambio político en el país, partiendo de estos comicios locales.
Luis Vásquez, otro candidato a concejal en Chacao por la MUD, explica que se ha tenido que hacer un refuerzo en estas zonas mirandinas, para llevar esa premisa, cuando faltan tan pocos días para elegir y aún no se muestra un voto seguro en esta comunidad.
Mientras tanto, los pendones del chavismo intentan hacer juego con el resto, evitando el logo del PSUV así como los típicos colores del partido oficialista, lo que se podría traducir en un resultado nulo, precisamente cuando se cuenta con un tarjetón electoral, en el que las tarjetas son las protagonistas.
Le puede interesar: Elecciones Venezuela 2021: ¿Qué las hace diferente esta vez?