Bogotá — Bloomberg Línea recopiló las historias de tres empresas que han puesto su sello en este naciente mercado de criptomonedas en el país, algunas de las cuales han realizado hasta sus propios procesos de minería.
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Escarabajos cripto
La empresa boyacense Tierra Viva, fundada en mayo de 2002, lidera el proyecto Kmushicoin, definida como una criptomoneda propia basa en blockchain, explicó a Bloomberg Línea Carmelo Campos, programador principal y socio de la compañía.
Esta criptomoneda básicamente se utiliza como medio de pago del negocio central de Tierra Viva que es exportar escarabajos a Japón y otros países en donde los costos de las comisiones por transferencias internacionales son muy altos.
“Nuestro proyecto Kmushicoin fue creado antes del ‘segundo boom’ de las criptomonedas, es decir, el desarrollo se plantea en el 2018 y fue creada finalmente con asesoría de Carmelo Campos en el 2019. Nos enorgullece decir que nuestro proyecto no fue creado por moda, si no por solucionar muchas problemáticas”, indica la empresa.
El modelo de negocio es poder causar un impacto en el medioambiente (…). No es una stablecoin, nuestro precio está en constante movimiento.
Esta criptomoneda, que se basa en un sistema Proof of Stake (PoS) para ser ambientalmente amigable en su proceso de minería, ya alcanzó “un valor histórico de US$3,9 y espera continuar avanzando en estos tiempos en que es necesario que la preservación de los recursos naturales sea prioridad”.
De acuerdo a sus creadores, hoy más de 100 países han conocido el Kmushicoin y calculan que en total habrán en circulación 20 millones de estas criptomonedas (KTV).
“Pensamos que las monedas deben ser siempre desentralizadas, nos parece que lo que están haciendo en Colombia con dichos pilotos es algo muy básico y muy lento, de igual forma estamos dispuesto a hacer que en Colombia haya una enseñanza sobre Kmushicoin”, afirmó Campos.
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Stablecoin colombiana
Blumer Green, que se define como “la primera red social verde del mundo”, apoya la descarbonización invitando a sus usuarios a “divertirse” y realizar “acciones que bajen su huella de carbono”.
La plataforma también tiene un marketplace autogestionable que les permite a las empresas vender sus productos a los usuarios que tienen Carbons, un token de desarrollo propio para intercambiarlos por artículos electrónicos, moda y aseo personal, hasta productos de segunda mano, entre otros.
La minería es privada; la compañía minó 10 millones de tokens correspondientes a las metas en venta de 1 año, cada vez que se cumplan las metas se minará más. En el 2022 vamos a colocar nuestro token en los ‘exchanges’ para que nuestros usuarios puedan monetizar más allá de nuestro ecosistema.
“Las empresas pueden monetizar gracias a la plataforma de Ads en donde se validan todos los documentos legales y se les dispersan los recursos a sus cuentas en dinero Fiat”, indica Ernesto Ruiz, CEO Blumer Green. “Carbon Pay es nuestro token y este hace parte de un sistema de rewards o premios que el usuario obtiene al interactuar con los contenidos patrocinados”, explica.
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“Estos tokens son almacenados en nuestra Wallet. Es una stablecoin, ya que su valor es respaldado por las ventas que genera nuestra plataforma de marketing (Blumer Green Ads) y este dinero se aprovisiona para respaldar el intercambio y la monetización de los diferentes perfiles”, amplió.
Los emprendedores detrás de este desarrollo indicaron que fundaron Blumer Green en Barranquilla porque sentían que “los usuarios de redes sociales no logran monetizar su tiempo”. Ahora, iniciaron operaciones en Medellín y en 2022 proyectan estar operando en México, Costa Rica y Perú.
Ahorro y crédito en bitcoin
Tropykus, una empresa fundada por colombianos pero que no está constituida en ese país, “es un protocolo de finanzas descentralizadas de ahorro y crédito sin intermediarios” para países en vía de desarrollo y que se destaca porque no tiene restricciones de acceso.
Así lo explicó en una entrevista con Bloomberg Línea el cofundador de la compañía, Mauricio Tovar, quien señalo que “el modelo de negocio es sencillo: quien ahorra en Tropykus aporta liquidez al protocolo y recibe una tasa de interés anual variable por hacerlo”.
“Quienes necesitan un préstamo pueden utilizar esa liquidez y deben pagar un interés más alto que permite pagar a los ahorradores y dejar un porcentaje para el protocolo”, indicó Tovar, fundador de la compañía junto a Mesi Rendón y Diego Mazo.
“Tropykus es construido sobre bitcoin, y además de bitcoin como criptomoneda principal de ahorro y reserva de valor, también se tiene opción de ahorro y crédito en monedas digitales unidas al precio del dólar”, manifestó Mauricio Tovar.
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Nuestro objetivo en el mediano plazo es guardar el equilibrio de cumplir con las reglamentaciones sin perder las cualidades del mundo de finanzas descentralizadas. Desde ese punto de vista estamos en conversaciones con proveedores de cumplimiento con soluciones descentralizadas, y evaluando de los Sandbox que se están llevando a cabo en la región, cuál puede ser el mejor para Tropykus.
Explica que los tres fundadores de esta herramienta han vivido en carne propia las dificultades y abusos para tener una cuenta de ahorros y acceder al crédito. “También nuestros familiares que viven en países como Venezuela y Argentina nos muestran el drama de la inflación”.
La firma tiene un foco en Latinoamérica de habla hispana, pero en una segunda fase se centrará en Brasil y en una tercera en África, donde “viven quienes más necesitan estos servicios financieros abiertos y justos. Sin embargo, es un protocolo abierto que puede ser accedido a nivel global, con la excepción de Estados Unidos por la poca claridad del regulador”.
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Avanza la regulación en Colombia
La Superintendencia Financiera (SFC) ha puesto en marcha un espacio controlado de supervisión sobre criptoactivos con el fin de medir la efectividad de los recientes desarrollos tecnológicos en la verificación de la identidad digital y de trazabilidad en las transacciones utilizadas en los procesos de gestión de riesgos, siguiendo lineamientos internacionales en la materia, según información compartida a Bloomberg Línea por esa entidad.
“Esta iniciativa genera un espacio de aprendizaje conjunto entre el ecosistema digital y el Gobierno nacional que contribuye a profundizar el conocimiento sobre los criptoactivos, las tecnologías utilizadas en las pruebas piloto y la aplicación de los marcos normativos en un ambiente de innovación financiera”, indicó.
Las nueve alianzas participantes, que son Banco de Bogotá – Bitso; Banco de Bogotá – Buda; Bancolombia – Gemini; Coltefinanciera – Obsidiam; Davivienda – Binance; Powwi - Binance; Coink – Banexcoin; Movii - Panda y Movii – Bitpoint, deberán reportar de forma periódica informes de seguimiento de las operaciones probadas en la arenera de la SFC.
Asimismo, deberán reportar información que permita verificar la debida gestión en materia de riesgos y las medidas para la protección al consumidor. A partir de la información de seguimiento y la finalización de cada una de las pruebas piloto se realizará un análisis de resultados y retroalimentación a las alianzas.