Bloomberg — Stephen Bannon, exasesor de Donald Trump, se ha entregado a las autoridades de Estados Unidos por cargos penales derivados de su negativa a cooperar con una investigación del Congreso sobre los disturbios del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos.
Bannon, de 67 años, “se entregó” a la oficina de campo de Washington de la Oficina Federal de Investigación el lunes, según un comunicado del gobierno. Se espera que presente su declaración en una audiencia judicial en Washington esta tarde. Fue acusado la semana pasada por desafiar las citaciones de la comisión del Congreso que investiga los disturbios. Bannon está acusado de dos cargos de desacato: uno por negarse a comparecer a una declaración y otro por no presentar documentos.
La acusación es una inusual demostración de fuerza por parte del Departamento de Justicia (DOJ), que no ha presentado cargos por desacato al Congreso en casi cuatro décadas. Cada cargo contra Bannon podría dar lugar a una pena que oscila entre 30 días y un año de prisión, además de una multa pecuniaria.
Robert Costello, uno de los abogados de Bannon, ha argumentado que su cliente no está desafiando la citación del panel del 6 de enero, sino que busca una aclaración de la ley, porque Trump ha intentado bloquear la investigación invocando el privilegio ejecutivo. La semana pasada, Trump obtuvo una decisión judicial temporal para bloquear la entrega de algunos documentos de la Casa Blanca solicitados por el panel de la Cámara de Representantes.
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El comité está enfrascado en otro enfrentamiento con el ex jefe de Gabinete de la Casa Blanca de Trump, Mark Meadows, y considerará cargos de desacato contra él después de que no se presentara a una declaración programada el viernes.
Bannon es la primera persona acusada de desacato penal al Congreso desde la exfuncionaria de la administración Reagan Rita Lavelle, que supervisó el programa Superfund y fue acusada formalmente el 27 de mayo de 1983. El Congreso ha remitido varias acciones de desacato penal al Departamento de Justicia para su enjuiciamiento en el tiempo transcurrido, incluidos el ex fiscal general William Barr y el ex secretario de Comercio Wilbur Ross en 2019.
El entonces fiscal general adjunto, Jeffrey Rosen, dijo en una carta del 24 de julio de 2019 a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, que “la posición de larga data del Departamento de Justicia es que no procesaremos a un funcionario por desacato al Congreso por negarse a proporcionar información sujeta a una afirmación presidencial de privilegio ejecutivo.”
Los investigadores del Congreso dicen que el testimonio de Bannon podría proporcionar detalles cruciales sobre las actividades de Trump el 6 de enero, cuando una turba de sus partidarios irrumpió en el Capitolio mientras el Congreso certificaba los votos del Colegio Electoral.
La declaración de Bannon representará la segunda vez que tiene que responder a cargos penales en tiempo reciente. El año pasado fue acusado de estafar a personas que habían dado dinero a una organización sin fines de lucro que estaba recaudando fondos para construir un muro a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México. Trump indultó preventivamente a Bannon antes de que el caso federal fuera a juicio, aunque los fiscales locales están explorando si pueden revivir los cargos contra él.
-- Con la ayuda de Billy House y Chris Strohm
