Bogotá — La dependencia del país en los insumos importados, sumado al rezago de algunos sectores como el textil, dificulta la posibilidad de que hoy la industria local pueda responder por su cuenta a la alta demanda que se pueda generar en medio de los problemas logísticos y la crisis de contenedores mundial.
En un escenario globalizado, las importaciones juegan un papel clave para el comercio y de cara a Navidad la actual situación logística “ya está afectando el abastecimiento en el país”, tal y como lo advirtió la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco).
Por lo que propuso que se reduzca a 0 % el impuesto para materias primas y al 5 % para productos terminados para mitigar “los extracostos que se están presentando como consecuencia de los problemas del transporte marítimo, la escasez de energía en China y la crisis de contenedores”.
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Esta preocupación también comienza a trasladarse a los alimentos, dado que empieza a reflejarse la escasez de contenedores para exportar desde el puerto de Buenaventura, en tanto que del lado de las importaciones Colombia depende de varios insumos para la producción.
De acuerdo al informe Nueva cultura alimentaria, de la ONG ambientalista Greenpeace, Colombia importa cerca de 12 millones de toneladas de alimentos como el maíz, el trigo y el azúcar de caña, lo que se traduce en que un “30 % de los alimentos consumidos por los colombianos son importados”.
En este sentido, menciona la necesidad de que se potencie la agricultura campesina, familiar y comunitaria, que a pesar de que produce cerca del 70 % de los alimentos que se destinan a los mercados locales está desprotegida, por lo que se requieren “políticas públicas y programas específicos para impulsar este modelo”.
“La agricultura familiar no solo contribuye a la seguridad y soberanía alimentarias, sino que es fundamental para la generación de empleo rural, la conservación de la biodiversidad y la transmisión de saberes y tradiciones culturales”, indica.
A nivel de productos, a Colombia también le costaría suplir la demanda si se tiene en cuenta los problemas que sufren sectores como el textil, agobiado justamente por las importaciones y los productos de contrabando de países de África y Asia que han debilitado la cadena.
Precisamente, la Cámara Colombiana de Confecciones y Afines (CCCyA) indicó a finales de octubre que los consumidores pagarían hasta 1,5 veces el valor de las prendas de vestir en diciembre por cuenta de las medidas “insuficientes” de los Gobiernos de turno.
A esto se suma “la destrucción alarmante de más del 88% de la siembra de cultivos de algodón en todo el territorio nacional” y “los beneficios irrestrictos para la importación de prendas de vestir”.
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Esto, “contrario a lo que justifican los importadores, no benefició al consumidor nacional, sino que por el contrario desincentivó el agro, la industria y perjudicaría en cerca del 35 % el bolsillo de los consumidores en un momento que pudo ser clave para el país a nivel mundial”.
Aun así, “la industria nacional ha respondido con ciertas limitantes, pero también a un costo muy alto. Vemos que aquí hay una oportunidad de oro, lo que se necesita hoy nuevamente es fortalecer la industria nacional para que esta a su vez nos ayude a generar puestos de trabajo”, dijo a Bloomberg Línea el presidente de la CCCyA, Camilo Rodríguez.
Algunas de las grandes cadenas de retail ya empezaron a emitir alertas con respecto a la posible escasez de productos, principalmente en categorías demandadas para Navidad como la juguetería. Entre tanto, la escasez de insumos reta el abastecimiento de licores, aunque por suerte los jugadores locales están más preparados en ese campo.
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“Hemos tenido leves impactos en nuestros embarques debido a nuestro proceso de planeación; sin embargo, no podemos desconocer que es una situación global que ha puesto presión en todo el flujo logístico desde origen hasta los puertos destino”, mencionó en una reciente entrevista con Bloomberg Línea el director general de Pernod Ricard Andina, Olivier Fages.
La directora de Industria de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), María Carolina Uribe, ha explicado que “el sector empresarial está haciendo importantes esfuerzos por explotar las oportunidades que brinda la coyuntura de producción en China y la disponibilidad de contenedores. Se está buscando responder a la demanda y hay negocios que se han materializado, lo cual está contribuyendo a la recuperación económica”.
Aunque “hay sectores en los cuales la competitividad, medida en términos de costos de producción, la disponibilidad de materiales o las diferencias en términos de tecnología o know how pueden dificultar la producción de bienes que por el momento mantienen una alta dependencia internacional”.