Cuba dice que está abierta al turismo en medio de mayor inflación y protestas

El país dependiente del turismo tiene un 77% menos de visitantes que en 2020.

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Bloomberg — El gobierno cubano eliminó los requisitos de cuarentena y pruebas de Covid-19 para los viajeros extranjeros en busca de reactivar una economía dependiente del turismo que se ahoga bajo una inflación elevada y la escasez de productos básicos.

Las nuevas reglas, que entran en vigor el próximo lunes, exigen que solo los turistas sin prueba de vacunación presenten una prueba de PCR negativa.

“El gobierno no tiene otra opción que reabrir; toda la economía está enfocada en el turismo”, dijo Carlos Alzugaray, analista político independiente en La Habana y ex diplomático. “Están apostando a que el turismo sea el motor que impulse la economía”.

Cuba registró una caída de casi el 80% en viajeros internacionales este año hasta septiembre conla llegada de solo 280.913 turistas internacionales a la isla caribeña. Antes de la pandemia, el país recibía a cuatro millones de turistas al año.

La moneda fuerte que traen los visitantes es fundamental para un gobierno que necesita efectivo para adquirir bienes en un mercado global donde se enfrenta a sanciones económicas de Estados Unidos.

La economía de Cuba se tambalea desde que el gobierno puso fin a un sistema monetario de dos niveles en enero, lo que lo obligó a ajustar precios y salarios y recortar muchos subsidios. La economía de Cuba se contrajo un 11% en 2020, según funcionarios del gobierno.

Protestas pendientes

Las dificultades económicas fueron una de las razones de las protestas masivas de julio, cuando los cubanos salieron a las calles exigiendo “libertad” y “comida” a un gobierno que lleva 62 años en el poder. Esas protestas dieron lugar a más de 400 arrestos y una represión que provocó la condena internacional.

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Pero mientras la isla comunista extiende la alfombra roja a los visitantes del extranjero, se está gestando nuevamente un conflicto en casa. Los manifestantes antigubernamentales planean marchar en las calles el lunes 15 de noviembre para dirigir la atención nacional hacia sus exigencias de derechos humanos y civiles.

Alzugaray dijo que la economía ha mejorado y la pandemia ha cedido desde julio, lo que podría frenar la participación el lunes. Y también están aquellos que se quedarán en casa porque creen que las protestas están siendo orquestadas por Washington.