Bloomberg — La inflación interanual en Estados Unidos en octubre se aceleró a su mayor ritmo desde 1990, superando las expectativas y contribuyendo a la evidencia de las crecientes presiones inflacionarias a medida que las compañías tienen más éxito a la hora de pasar los costos más altos a los consumidores.
El índice de precios al consumo (IPC) aumentó un 6,2% respecto a octubre de 2020, según los datos del Departamento de Trabajo publicados el miércoles. El IPC subió un 0,9% respecto a septiembre, el mayor avance en cuatro meses.
La estimación media de una encuesta de Bloomberg entre economistas preveía un aumento del 5,9% respecto al año anterior y un incremento del 0,6% respecto al mes anterior.
Los futuros de acciones cayeron tras el informe, mientras que el rendimiento del Tesoro a 10 años subió y el dólar se fortaleció.
En un contexto de sólida demanda, las empresas han estado subiendo los precios de los bienes y servicios de consumo de manera constante. Al mismo tiempo, los cuellos de botella en la cadena de suministro y la escasez de trabajadores cualificados hacen subir los costes.
Presión sobre la Fed
El repunte sugiere que el aumento de la inflación será más duradero de lo que se pensaba, lo que presiona a los funcionarios de la Reserva Federal para que pongan fin a los tipos de interés casi nulos antes de lo previsto y para que aceleren el ritmo de la reducción de la compra de bonos anunciada la semana pasada.
Los datos también amenazan con exacerbar los desafíos políticos para el presidente Joe Biden y los demócratas en su intento de aprobar un paquete de impuestos y gastos de casi 2 billones de dólares y defender las estrechas mayorías del Congreso en las elecciones de mitad de período del próximo año.
El aumento de los precios de la energía, la vivienda, los alimentos y los vehículos impulsó la lectura de octubre e indicó que la inflación se está ampliando más allá de las categorías asociadas a la reapertura.
Un informe del martes mostró que los precios pagados a los productores estadounidenses también se aceleraron el mes pasado, en gran parte debido a los mayores costes de los bienes, y se sumó a la preocupación por la persistencia de las presiones sobre los precios en todo el mundo. En China, la inflación a nivel de fábrica aumentó el mes pasado a su máximo nivel en 26 años, mientras que los precios al consumo en Brasil se aceleraron más de lo previsto.
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Excluyendo los componentes volátiles como alimentos y la energía, la llamada inflación subyacente aumentó un 0,6% respecto al mes anterior y un 4,2% respecto al año anterior. El aumento interanual fue el mayor desde 1991.
